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Fidel Castro estaba “lejos de imaginar” que viviría tanto

La prensa oficial cubana publica un nuevo ensayo del expresidente, un día después de su cumpleaños 87 Recuerda a su “amigo” Hugo Chávez y reflexiona sobre el pasado y “la existencia”

Fidel Castro, en una imagen de abril de 2011.
Fidel Castro, en una imagen de abril de 2011.DESMOND BOYLAN (REUTERS)

“La especie humana reafirma con frustrante fuerza que existe desde hace aproximadamente 230.000 años”. Con esta idea comienza Las verdades objetivas y los sueños, el más reciente ensayo de Fidel Castro, publicado a tres páginas por el diario oficial Granma en su edición de este miércoles. Lo que sigue es un secuencia de imágenes de todas las eras -desde el hallazgo del homo sapiens idaltu en Etiopía hasta la muerte de Hugo Chávez; desde la inteligencia de los griegos antiguos hasta el desaire de los rusos en medio de la Guerra Fría-, ordenadas desde la sorpresa por la propia existencia, en un inventario con fecha del martes 13 de agosto, el día de que Castro celebró su cumpleaños número 87.

“Estaba lejos de imaginar que mi vida se prolongaría otros siete años más”, admite Castro, quien, según propio relato, decidió renunciar a la presidencia de Cuba tras enfermar de gravedad el 26 de julio de 2006. “Apenas comprendí que sería definitivo, no vacilé un segundo en proclamar el día 31 que cesaba en mis cargos como presidente de los consejos de Estado y de Ministros”. En los párrafos anteriores, el líder cubano enumera las hazañas de otras figuras de la política mundial del siglo XX que a este punto no sobrevivieron: Richard Nixon, John F. Kennedy y su saga, Nikita Jruschov, Leonid Brezhnev, Hugo Chávez.

“Hoy guardo un especial recuerdo del mejor amigo que tuve en mis años de político activo —quien muy humilde y pobre se fraguó en el Ejército Bolivariano de Venezuela—, Hugo Chávez Frías”, escribe Fidel sobre el presidente venezolano, fallecido el 5 de marzo en Caracas, casi dos años después de haber sido diagnosticado en una clínica de La Habana de un cáncer “en la zona pélvica”. “De Hugo Chávez faltaron muchas preguntas por responder, desde el momento más importante de su existencia, cuando tomó posesión de su cargo como presidente de la República de Venezuela. No existe una sola pregunta que responder en los más brillantes momentos de su vida”, afirma Castro, sin revelar tampoco las respuestas sobre la naturaleza de la enfermedad que consumió a Chávez y que solo él y un puñado de dirigentes del Gobierno de Cuba y Venezuela conocen hasta ahora. “Hombre de acción e ideas, lo sorprendió un tipo de enfermedad sumamente agresiva que le hizo sufrir bastante, pero enfrentó con gran dignidad y con profundo dolor para familiares y amigos cercanos que tanto amó”.

El texto de Fidel Castro planea también sobre las circunstancias de la Guerra Fría en las que fueron trasladados a Cuba algunos de los misiles rusos hallados como contrabando en las bodegas del buque norcoreano Chong Chon Gang cuando, a mediados de julio, la nave intentaba cruzar el canal de Panamá. Pero sin aterrizar en una noticia de esta semana: la visita a Panamá de una delegación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, encargada de verificar si el envío de éstas armas desde su país hacia a Corea del Norte violó el embargo mundial de armamento impuesto en 2006 contra Pyongyang en respuesta a su programa de desarrollo nuclear. “El compañero Kim II Sung, un veterano e intachable combatiente, nos envió 100.000 fusiles AK y su correspondiente parque sin cobrar un centavo”, es lo único que recuerda Fidel en su ensayo acerca del apoyo que recibió su régimen de parte de Corea del Norte en la década de los 80, casi 20 años después de que Nikita Jruschov pactara con John F. Kennedy la retirada de los proyectiles nucleares de Cuba. “Muy próximo ya a terminar este relato, que coincide con el 13 de agosto, 87 aniversario de su autor, ruego se me excuse de cualquier imprecisión. No he tenido tiempo de consultar documentos”, se disculpa Castro en su ensayo de esta semana, después de cuatro meses en los que Granma no había publicado ningún otro texto bajo su firma.

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