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Relevo en Cuba

Castro entrega el bastón de mando

El líder cubano cede temporalmente el poder a su hermano Raúl debido a una grave enfermedad

Cuba está viviendo el ensayo general de la sucesión de Fidel Castro. Por primera vez en 47 años, a través de una prolija "proclama" redactada por el propio comandante, su secretario personal anunció ayer la cesión temporal del bastón de mando a su hermano pequeño, Raúl, ante la intervención quirúrgica de Fidel. Cuando sólo faltan dos semanas para su 80 cumpleaños, la enfermedad hizo saltar todas las alarmas sobre su salud, sobre la revolución, en La Habana, en el exilio y en Washington. Ocurrió el lunes, al caer la noche, a la hora de la telenovela, cuando los cubanos se relajan.

Carlos Valenciaga, el jefe de despacho del veterano líder comunista acudió a los estudios de la televisión para dar a conocer una "importante proclama" de Fidel Castro, anunciada minutos antes. Ante el desconcierto general, los cubanos se enteraron de que Castro había sido operado de urgencia debido a una severa hemorragia intestinal y que delegaba todos los cargos de gobierno en su hermano Raúl (75 años) y en otros dirigentes de la revolución.

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Según el comunicado, firmado de su puño y letra, la cesión es de "carácter provisional" y se debe a la imposibilidad de ejercer sus funciones. La noticia sorprendió a la gente cuando menos se lo esperaba.

Hace tan solo unos días, el 26 de julio, aniversario del asalto al Cuartel Moncada, lo habían visto pronunciar dos discursos en una sola jornada, cinco horas de palabras en total y además de pie, luego de regresar de Argentina, donde participó en la cumbre de Mercosur.

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Según Castro, que cumplirá 80 años el 13 de agosto, fueron precisamente dichas actividades las que provocaron que su salud "se sometiera a un estrés extremo y se quebrantara".

No se ha informado ni cuándo fue la operación ni dónde se realizó, sólo se sabe que la proclama fue firmada el 31 de julio de 2006 a las "6 y 22 pm". La noticia causó inquietud en la isla, aunque la población reaccionó con calma.

"Como nuestro país se encuentra amenazado en circunstancias como esta por el Gobierno de los Estados Unidos (...), delego con carácter provisional mis funciones como Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en el Segundo Secretario, compañero Raúl Castro Ruz", dice la proclama.

Raúl Castro asume también los cargos de "Comandante en Jefe de las heroicas Fuerzas Armadas Revolucionarias" y de "Presidente del Consejo de Estado y de Gobierno de Cuba", hasta ahora ocupados por su hermano mayor. Al ministro de Salud Pública, José Ramón Balaguer, se le hace responsable del "Programa Nacional e Internacional de Salud", mientras que otros dos miembros del Buró Político del PCC, José Ramón Machado Ventura y Esteban Lazo, se encargarán de la educación.

Carlos Lage, secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, toma en sus manos la llamada "revolución Energética", y junto al canciller Felipe Pérez Roque y al presidente del Banco Nacional de Cuba, Francisco Soberón, se le encomienda formar una comisión para asegurar "los fondos correspondientes a estos tres programas priorizados", que hasta el momento Castro llevaba personalmente.

El comunicado, repetido cada media hora en radio y televisión, provocó desconcierto e inquietud en muchos cubanos, que ayer comentaban lo sucedido en cualquier lugar, aunque en la calle la situación era de absoluta normalidad, sin más presencia policial de lo habitual. Eso sí, en las universidades y en los centros de trabajo se organizaron durante todo el día "actos de reafirmación" en apoyo a la proclama, en la que Castro pidió postergar hasta el próximo mes de diciembre los actos que se estaban organizando para celebrar su 80 aniversario, así como seguir con los preparativos de la reunión Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, a realizarse entre los días 11 y 16 de septiembre en La Habana.

En la comunidad extranjera la noticia tuvo también extraordinario impacto. Varios embajadores, empresarios y periodistas cancelaron sus vacaciones en el último minuto. Hoy el tema de "la salud del Comandante" es recurrente y en los corrillos diplomáticos se analiza desde todos los ángulos.

Hay dos tesis principales. La primera plantea que lo que se ha dicho es verdad y que el líder comunista se encuentra sólo convaleciente de una operación complicada que lo obligará a guardar reposo. Los que lo creen arguyen que al gobierno no le quedaba más remedio que dar a conocer la noticia, ya que era inminente la llegada al país de personalidades invitadas a participar en los actos que estos días organizaría la Fundación Guayasamín con motivo del 80 aniversario de Castro.

La segunda hipótesis es que el estado de salud de Castro es mucho más grave, y el comunicado perseguiría preparar a la población para males mayores. Los argumentos de estos analistas: si la noticia, tal y como ha sido presentada, ha generado tanta intranquilidad, qué ocurrirá cuando se llegue de verdad al desenlace. El hecho de que Castro por primera vez haya delegado el poder en su hermano Raúl no es casual, según los defensores de esta tesis.

Para La disidente radical Marta Beatriz Roque, de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, la cesión del poder es "una reacción irreversible" y, a pesar del carácter provisional de la medida, será difícil que el mandatario "pueda volver a tener el control". Otros opositores moderados, como Manuel Cuesta Morua, del Arco progresista, consideran que se recupere o no Castro, "el Gobierno cubano y estos sucesores designados deben darse cuenta de que hay que pensar en el país y en unas reformas graduales en todos los órdenes y sobre todo en el económico".

De cualquier modo, la mayoría de los observadores considera que lo que ocurra estos días servirá de "ensayo" para la sucesión. El hecho de que buena parte de los receptores del poder sean dirigentes históricos, así como figuras relevantes en el aparato de Gobierno, como Lage y Pérez Roque, da una idea de por donde pueden ir los tiros. Ahora sólo se espera la primera aparición pública de Raúl Castro como Comandante en Jefe.

Raúl Castro ayuda a su hermano Fidel a tomar asiento en la Asamblea Nacional, en La Habana en diciembre de 2004.
Raúl Castro ayuda a su hermano Fidel a tomar asiento en la Asamblea Nacional, en La Habana en diciembre de 2004.ASSOCIATED PRESS

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