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El jesuita secuestrado en la dictadura de Videla dice que el Papa no lo denunció

Uno de los dos sacerdotes capturados por el régimen militar rechaza que Jorge Mario Bergoglio lo haya entregado

El sacerdote jesuita Franz Jalics.
El sacerdote jesuita Franz Jalics.SJ-BILD (AFP)

El jesuita Franz Jalics, secuestrado en 1976 por la dictadura argentina y residente en Baviera desde 1978, ha asegurado este miércoles que el ahora papa Francisco no lo entregó a la Junta militar que controlaba entonces el país sudamericano, según una declaración difundida por su orden religiosa desde Alemania.

"Lo cierto es que Orlando Yorio y yo no fuimos denunciados por el padre Bergoglio", afirmó Jalics, respecto al secuestro sufrido por él y su compañero de orden, así como de las sospechas de colaboración con la dictadura sobre Jorge Mario Bergoglio.

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El actual papa era entonces Provincial de la orden jesuita en Buenos Aires y los dos sacerdotes ejercían en una villa miseria de la capital argentina cuando fueron secuestrados y torturados. "Es falso sostener que nuestro secuestro se produjo a iniciativa del padre Bergoglio", aseguró Jalics.

"Antes creía que habíamos sido víctimas de una denuncia. A finales de los 90, tras varias conversaciones, llegué a la conclusión de que esas suposiciones eran infundadas, comenta el jesuita, de 87 años.

La declaración de Jalics sucede a las acusaciones difundidas tras la elección del arzobispo bonaerense como sucesor de Joseph Ratzinger, principalmente en medios argentinos, según las cuales Bergoglio no intercedió ante la Junta por Jalics y Yorio, fallecido hace unos años en Uruguay.

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En una primera declaración escrita, hace una semana, Jalics afirmaba no poder hacer pronunciamiento alguno sobre el papel desempeñado por Bergoglio en el caso y añadía que para él el caso estaba cerrado.

A la declaración de Jalics siguió un categórico desmentido del Vaticano sobre cualquier colaboración del actual papa con la dictadura militar argentina (1976-1983) y atribuyendo las informaciones en sentido contrario a una campaña mediática. Jalics vive retirado en la pequeña localidad bávara de Wilhelmsthal, junto a Kronach, consagrado a los ejercicios espirituales y la meditación. Fuentes de su orden en Alemania afirmaron la semana pasada que Jalics está de viaje por Hungría —país del que es originario— y que regresará a la comunidad bávara el 10 de mayo.

La cuestión de la presunta colaboración del papa Francisco con la dictadura militar lleva años discutiéndose en Argentina, apuntaladas por informaciones del periodista Horacio Verbistky, que ahora retomó la cuestión. El propio Bergoglio contestó a las acusaciones en 2010, en el libro El jesuita, de Sergio Rubin y Francesca Ambroguetti, y rechazó tal colaboración.

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