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El Pentágono alerta del efecto devastador de los recortes para el Ejército

Obama advierte que el país está en riesgo sin acuerdo sobre el déficit Si no se llega a un acuerdo antes del 1 de marzo, se producirá una drástica reducción del gasto en programas sociales y de defensa

El secretario de Defensa, León Panetta.
El secretario de Defensa, León Panetta.MANDEL NGAN (AFP)

El todavía secretario de Defensa, León Panetta, ha concretado este miércoles uno de los "efectos devastadores" que se derivarán para el Ejército de EE UU cuando el próximo 1 de marzo entre en vigor, si el Congreso no lo remedia, el temido paquete de recortes drástico e indiscriminado de un total de 1,2 billones de dólares. En una carta remitida al Congreso, Panetta ha asegurado que el Pentágono se verá obligado a licenciar, temporalmente y sin remuneración, a 800.000 de sus trabajadores civiles.

La advertencia de Panetta llega justo un día después de que el presidente alertara del riesgo en el que entrará el país de hacerse efectivo este paquete de recortes, también conocido como sequester -si no hay pacto, el gasto social y el de defensa se verá reducido en 1,2 billones de dólares a lo largo de próxima década, empezando por 85.000 millones de dólares este mismo año-. Hablando desde la Casa Blanca y rodeado por bomberos y personal de las fuerzas del orden y primeros auxilios —grupo que, según la Casa Blanca, se vería muy afectado por el sequester—, Barack Obama presionó a los legisladores republicanos para que lleguen a un acuerdo con los demócratas para evitar unos recortes que “no ayudarán a la economía”.

“No crearán trabajos, harán lo contrario a lo que queremos”, enfatizó el presidente, quien aterrizó en la noche del lunes en Washington tras tres días de descanso en Florida aprovechando el largo fin de semana de President´s Day —con fuertes críticas por parte del cuerpo de prensa por la nula accesibilidad que ha tenido a él en esos días—. Obama ha repetido un mensaje muy similar en las ocho entrevistas con cadenas de televisión locales que este miércoles ha grabado en su residencia, en un esfuerzo por extender su mensaje a todo el país.

La respuesta republicana no se ha hecho esperar. Tras conocer la advertencia de Panetta, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner -que ya criticó la actitud de Obama a la hora de eludir los recortes automáticos en una artículo publicado el martes por The Wall Street Journal-, ha contraatacado de nuevo. "Comparto con el secretario de Defensa su preocupación por los efectos devastadores que para el Ejército tendrá el sequester del presidente y por eso llevo más de un año pidiendo al presidente para que presione al Senado, controlado por los demócratas, para que lo sustituya por un paquete de recortes más racional", ha afirmado en un comunicado. Un tira y afloja que ya se vivió a finales de 2012 durante las negociaciones para evitar el abismo fiscal.

La sóla amenaza de estos recortes ya ha impedido el traslado de un portaaviones al Golfo Pérsico

Obama ha comparado la maniobra que el Congreso se dispone a efectuar el próximo día 1 con la imagen gráfica de lo que hace el afilado cuchillo de un carnicero. “Estos recortes no son inteligentes, no son justos”, ha declarado Obama al insistir en que la gente perderá sus puestos de trabajo. La aproximación cuchillo de carnicero supondrá sobre todo el despido de profesores; recortes en el sistema del control aéreo de los aeropuertos; vacaciones forzosas —sin paga— a miembros de agencias de seguridad como el FBI; cierre de casos federales con la puesta en la calle de supuestos criminales; y la puesta en peligro de la seguridad nacional, ya que la mitad de los recortes corresponden a Defensa.

De momento, y según ha dejado saber el presidente, la sola amenaza de estos recortes ya ha impedido el traslado de un portaaviones al Golfo Pérsico. “Como nuestros líderes militares han dejado claro, cambios como este —que no han sido meditados a fondo— afectan y reducen nuestra capacidad de responder a amenazas”.

Obama ha propuesto evitar esos salvajes recortes con una reforma del sistema de recaudación impositivo que contribuya a la reducción del déficit sin impedir el desarrollo de programas de financiación pública —como el Medicare y el Medicaid, la ayuda sanitaria a los mayores y a los más desfavorecidos—. El presidente ha insistido en que la solución a la situación actual pasa por la reforma del sistema de recaudación de impuestos, cuyos errores y mal diseño permiten a los más ricos evitar pagar cuotas más altas mientras que es la clase media la que hace una mayor aportación al gasto público.

Así las cosas, es bastante probable que el temido sequester entre en vigor el próximo 1 de marzo. En estos momentos, el Congreso se encuentra de vacaciones y las sesiones no se retoman hasta el próximo lunes. Pero también puede suceder que ambas cámaras lleguen a un acuerdo para retrasarlo, como sucedió el 1 de enero cuando se llegó al acuerdo para evitar el abismo fiscal. Cabe recordar que la actual situación viene heredada del enfrentamiento que sufrió la Casa Blanca y la Cámara de Representantes en agosto del año 2011, cuando el déficit amenazó con bloquear el funcionamiento del país.

Entonces se llegó a un pacto que lo que hizo básicamente fue aplazar un acuerdo definitivo sobre los impuestos y el presupuesto de programas federales hasta después de las elecciones del pasado noviembre esperando que los comicios fueran un refrendo para las políticas demócratas —subida de impuestos a los más ricos— si era reelegido Obama o las republicanas si llegaba a la Casa Blanca el candidato conservador. El sequester forma parte de la Ley de Control Presupuestario que el presidente firmó en 2011 y que establece que, si el Congreso es incapaz de llegar a un acuerdo para reducir el déficit, se aplicará de manera automática y a lo largo de 10 años una serie de recortes del gasto público por un total de 1,2 billones de dólares.

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