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La matanza de diez campesinos a manos de una banda conmociona a Colombia

Nueve hombres y una mujer mueren salvajemente asesinados en una finca de Antioquia El suceso recuerda los peores años de la violencia Las autoridades sospechan de una banda criminal surgida de la desmovilización paramilitar El Gobierno ofrece una recompensa por los autores de la masacre

Como si no fuera suficiente con fusilarlos, los tres autores de la matanza que tiene alarmada a Colombia arrojaron una granada de mano sobre los cuerpos de diez campesinos que terminaban su jornada de trabajo en una finca en Santa Rosa de Osos, un municipio de Antioquia (noroeste) a tan solo a una hora de Medellín, la segunda ciudad del país.

Según las primeras versiones de familiares de las víctimas, los asesinos reunieron a los campesinos en la entrada de la casa principal de la finca, les preguntaron si habían pagado una extorsión y como ninguno supo qué responder, les dispararon. Las víctimas son nueve hombres y una mujer, algunos familiares entre sí, que llevaban varios años trabajando en la zona donde predominan los cultivos de tomate para exportación. Solo sobrevivió un campesino que se hizo el muerto y soportó la explosión de la granada.

La matanza ocurrió el miércoles por la noche en una finca conocida como La Española Tres, propiedad de un hombre que tendría 17 fincas más en esta región, todas dedicadas al cultivo de tomate y en las que se calcula trabajan unos 1.500 campesinos. “Esto es un infierno”, dijo un funcionario al llegar al lugar de la matanza, de donde los cuerpos fueron trasladados para su sepultura.

Una vez se conoció la noticia, el temor se extendió rápidamente en las veredas cercanas a Santa Rosa de Osos, lo que provocó que los administradores de las fincas aledañas ordenaran a los trabajadores que desalojaran la zona. También trascendió que algunos campesinos recibieron amenazas para que abandonaran sus tierras. Durante el jueves unos 200 campesinos llegaron al pueblo y fueron albergados por las autoridades en el coliseo de la localidad, que hoy está militarizada.

Tres individuos irrumpieron en la finca, retuvieron a los trabajadores y les arrojaron una granada de mano. Después, los remataron 

Las autoridades locales ofrecieron una recompensa de 50 millones de pesos (unos 21.000 euros) para quien dé información sobre los responsables de esta matanza. Las primeras hipótesis apuntan a la banda criminal Los Rastrojos, una de las más fuertes en el país. El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ha señalado que la matanza puede ser una respuesta de las bandas a los golpes recibidos de las autoridades. Hace pocos días fue capturado el jefe de Los Rastrojos en esta zona del país, conocido como Jorge 18, por lo que no se “descarta que tenga que ver esa captura con este acto criminal”, dijo Pinzón.

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Esta zona ha sido feudo de otra banda conocida como Los Urabeños, una facción de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia, por lo que los analistas consultados no descartan que esta masacre haya sido producto de una disputa territorial con Los Rastrojos, por el control de rutas del narcotráfico entre el centro del país y la zona costera del Urabá. El gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, confirmó el enfrentamiento de las dos bandas por el comercio y transporte de narcóticos y, además, el cobro de extorsiones.

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