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El presidente Mesa presenta su dimisión al Congreso de Bolivia tras 17 meses en el cargo

Cientos de ciudadanos rechazan la renuncia en las calles desde anoche, cuando el mandatario anunció su inesperada renuncia por televisión

El Congreso de Bolivia ha recibido esta mañana (por la tarde en España) la carta de dimisión del presidente del país, Carlos Mesa, pese a la petición de centenares de ciudadanos, que han salido a las calles de La Paz para reclamar que siga en el cargo. Tan sólo 17 meses después de ser elegido presidente, Mesa presentó anoche su inesperada renuncia, que justificó ante la imposibilidad de gobernar un país paralizado por la creciente ola de huelgas, en un mensaje al país difundido por la televisión. Los sindicatos, que exigen la nacionalización de recursos como el gas y el petróleo, en manos entre otras compañías de Repsol YPF, bloquean desde la semana pasada las principales carreteras del país andino. El Congreso decidirá mañana si acepta o rechaza la dimisión y, en su caso, optará entre la sucesión constitucional o la convocaria de elecciones.

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La entrega de la carta de renuncia, efectuada por el ministro de la Presidencia, José Antonio Galindo, se ha producido a las 11.15 hora local (16.15 hora peninsular española) en la secretaría general de la Vicepresidencia, sede de la directiva del Parlamento. Galindo ha dado el documento al secretario general de la institución, Armando de la Parra, tras cubrir a pie los 200 metros que separan ese edificio del Palacio de Gobierno, entre una masa de seguidores del mandatario, que le reclamaban a gritos y ondeando pañuelos blancos que se retractase de su decisión. Después de permanecer casi 17 meses en el poder, Mesa anunció su renuncia ayer domingo por la noche, asediado por las protestas de los sindicatos, que buscan la nacionalización de los recursos naturales.

La carta va dirigida al presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, quien, según la ley, debe convocar a una sesión extraordinaria -que se celebrará mañana, martes- en la que el Legislativo, donde el jefe de Estado no está representado, decidirá si la acepta o no. En el documento, Mesa repite su crítica a "algunos líderes y organizaciones sociales" movilizados desde la semana pasada para bloquear las principales carreteras del país y que, según el mandatario, obstruyen las acciones de desarrollo social y económico del Gobierno. Si se admite la dimisión, se abrirá un proceso de sucesión constitucional que va del presidente de la Cámara de Senadores, Vaca Díez, al de la de Diputados, Mario Cossío, y que llega al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez.

Nuevo presidente hasta 2007

Por haber transcurrido menos de tres años del mandato presidencial, se deberán convocar elecciones presidenciales, que sólo servirán para cubrir el puesto vacante hasta 2007. Mesa anunció anoche su dimisión durante un sorpresivo discurso a la nación, motivada por una ola de protestas sindicales. El conflicto tiene su foco en la huelga indefinida que mantiene la ciudad dormitorio de El Alto, que ha entrado hoy en su segunda semana. El Alto exige la inmediata salida del consorcio francés Suez, que administra el agua potable en esa ciudad de casi 700.000 habitantes que sufren el mayor índice de pobreza del país. Además, reclaman al Legislativo la aprobación de una reforma petrolera de tintes nacionalizadores.

Mesa hizo una cruda radiografía de la situación de Bolivia, asediada en "este año y cinco meses por más de 800 conflictos" y de los esfuerzos de su Gobierno para, a pesar de todo ello, intentar mejorar la macroeconomía, antes de presentar su renuncia que significó un jarro de agua fría para los ciudadanos. Minutos después de que concluyera el mensaje, centenares de manifestantes acudieron ante las puertas del Palacio de Gobierno para pedirle que no renunciara. En la protesta, gritaban "no queremos que se vaya", "no nos puede abandonar y dejarnos en manos de cocaineros y ladrones". En un intento de alejar los temores de una represión, el ministro Galindo declaró: "El presidente no dejará sus funciones mientras espera la decisión del Congreso, pero pese a que las Fuerzas Armadas y la Policía van a cumplir sus funciones, no verán tanquetas en las calles ni disparos contra los ciudadanos".

A pesar de la incertidumbre, los líderes vecinales de la ciudad alteña mantienen hoy el paro, mientras que los seguidores del Movimiento Al Socialismo, del líder cocalero Evo Morales, bloquean las principales carreteras del país. Esta tarde se ha producido además una manifestación de la ciudadanía de El Alto hacia La Paz, distante 14 kilómetros. Evo Morales, líder del segundo partido más votado en las elecciones presidenciales de 2002, calificó la renuncia como fruto de "su desesperación ante la incapacidad de gobernar" y de "chantaje" a los movimientos sociales que exigen la anulación de las concesiones de los recursos naturales a empresas extranjeras, como es el caso del petróleo, en manos de la hispano-argentina Repsol YPF.

Decenas de miles de habitantes de El Alto se dirigen a La Paz, a 14 kilómetros, en su segunda semana de protestas.
Decenas de miles de habitantes de El Alto se dirigen a La Paz, a 14 kilómetros, en su segunda semana de protestas.AP
Carlos Mesa saluda a sus partidarios, congregados ante el Palacio presidencial, tras presentar su renuncia.
Carlos Mesa saluda a sus partidarios, congregados ante el Palacio presidencial, tras presentar su renuncia.AP

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