Los médicos afirman que mantienen artificialmente con vida a Arafat, en estado de "muerte cerebral"

La salud del presidente palestino, Yasir Arafat, empeoró anoche y, desde entonces, la información sobre su estado es contradictoria, con una frenética sucesión de informaciones y desmentidos. Un portavoz del hospital militar francés de Percy, donde se encuentra ingresado desde hace seis días, ha desmentido esta tarde las informaciones difundidas por medios franceses e israelíes que apuntaban a que el rais está "clínicamente muerto". En una escueta comparecencia, el portavoz ha sufrayado que "Arafat no está muerto". Minutos antes, el primer ministro palestino, Ahmed Qurei, lo ha negado también. Sin embargo, fuentes médicas han insistido de nuevo en que está en "estado de muerte cerebral y sumido en un coma muy profundo". A más de 3.300 kilómetros de su tierra, la vida del símbolo y creador del nacionalismo palestino sólo se sostiene artificialmente, mientras unos cuantos seguidores se ha concentrado a las puertas del hospital con banderas, velas y retratos.

Sobre las 17.00, fuentes médicas han señalado que Arafat está "clínicamente muerto", lo que se habría constatado mediante un electroencefalograma, una prueba que sirve para determinar la actividad del cerebro. Tras la difusión de la noticia de la muerte de Arafat, que ha ofrecido la radio francesa Montecarlo y que han recogido la televisión y la radio israelíes, Haaretz y Le Monde, el hospital de Pergy, al suroeste de París, ha roto el mutismo que mantenía en torno a la salud de su paciente. El jefe del servicio sanitario del Ejército francés, Christian Estripeau, ha comparecido sobre las 17.30 a las puertas del centro hospitario, donde se ha limitado a decir: "Arafat no ha fallecido. Está todavía hospitalizado".

Con semblante serio, ha confirmado que su "situación clínica" se ha vuelto "más compleja", por lo que fue trasladado ayer por la tarde a "un servicio adaptado a su patología para recibir tratamientos apropiados", pero no ha ofrecido ningún dato sobre su enfermedad, que sigue siendo un misterio. Estripeau tampoco ha concretado el estado de salud de Arafat y ni siquiera ha revelado si está intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), como habían afirmado horas antes fuentes médicas francesas. En este sentido, el portavoz ha señalado que el parte médico se ha "establecido en el respeto de la discreción exigida" por la esposa de Arafat, Suha. Según esta versión, los médicos no dan por perdida la vida de Arafat y "buscan el tratamiento adecuado" para salvarlo.

Arafat sonríe a Chirac

Al parecer, el "debilitado" cuerpo de Arafat, tras pasar tres años confinado en su cuartel general de Ramala, no responde a los medicamentos. Por su parte, Qurei, que horas antes había negado que Arafat estuviera en coma, también ha desmentido su fallecimiento, aunque ha admitido que el rais está "muy grave". A pesar del desmentido, fuentes médicas francesas, citadas por France Info y no confirmadas oficialmente, han reiterado sobre las 18.00 que Arafat está en "estado de muerte cerebral y sumido en un coma de grado IV [el más profundo y totalmente irreversible]". Así, "no ha fallecido" pero está siendo mantenido con vida "mediante máquinas". Según las fuentes, que recogen todos los medios galos, este "estado entre la vida y la muerte puede ser prolongado varios días, incluso varias semanas". Nadie ha salido a desmentir este dato y no está previsto ningún otro parte médico por el momento.

La alarma sobre la salud de Arafat volvió a saltar anoche, tras conocerse su traslado a la UCI, pero lo único claro a primera hora de la noche es que su vida se apaga y no se puede descartar ningún extremo, ya que el hospital no ha dado datos suficientes y su entorno ofrece informaciones contradictorias, mientras fuentes médicas francesas insisten en su muerte. Esta mañana, fuentes solventes informaban en París de que a Arafat casi no le quedaban plaquetas en la sangre y que estaba bajo transfusión permanente. A lo largo del día, varios responsables palestinos han indicado que está en "estado crítico", otras fuentes palestinas han llegado a admitir que está "en coma", pero que otros líderes palestinos le han restado importancia. Así, un responsable palestino ha explicado esta mañana en París que el rais ha sufrido tres desvanecimientos y sigue en coma tras padecer el tercero.

Israel impedirá su entierro en Jerusalén

Fuentes médicas francesas han corroborado esta versión, al calificar de gravísimo el estado del presidente de la ANP. Dichas fuentes han señalado que ha entrado en coma y que tiene su estado es "irreversible". Pero el principal asesor de Arafat, Nabil Abu Rudaina, ha negado desde París que esté en coma, pero ha reconocido que su estado es "crítico y grave". Sobre las 15.00 horas, el presidente francés, Jacques Chirac, ha acudido al hospital para visitarle y trasladarle sus deseos de recuperación. En una nota de prensa, el Elíseo ha explicado que el presidente francés "ha visto" a Arafat y su esposa. Fuentes palestinas han ofrecido un dato esperanzador: Arafat le ha sonreído. "Está vivo", ha señalado su ayudante, Mohammed Rashid, que ha añadido que se han estrechado las manos.

Después de la visita, la preocupación ha ido en aumento, ya que se ha filtrado que se le ha realizado un encefalograma y, poco después, fuentes de los servicios de seguridad palestinos han informado a Efe de que la ANP realiza gestiones para trasladar a un "agónico Arafat" a los territorios palestinos para que pueda morir allí, según su última voluntad. Sin embargo, la oficina del primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha reiterado que Israel no permitirá que sea enterrado en Jerusalén, aunque el presidente palestino ha expresado en varias ocasiones el deseo de ser enterrado en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar santo del islam. Fuentes palestinas han asegurado que el entierro se podría realizar en la franja de Gaza, aunque consideran que es pronto para hablar del asunto mientras siga con vida. Tanto Israel como la ANP están en alerta ante posibles disturbios y quedan por decidir dos cuestiones clave: cómo asegurar la sucesión y dónde enterrar a Arafat.