Arafat, trasladado a la UVI tras sufrir un empeoramiento
El presidente palestino se encuentra ingresado en un hospital militar de París
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, sufrió ayer un repentino agravamiento en su estado de salud y fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital militar Percy, a las afueras de París, en cuyo servicio de hematología estaba internado desde el viernes, indicaron anoche fuentes palestinas en la capital francesa. La vida del veterano líder no corre "peligro inmediato", agregaron las nuevas fuentes.
La información fue facilitada por el entorno de Arafat, transcurridas poco más de 24 horas desde la lectura del primer parte médico, que descartaba enfermedades como la leucemia pero que, sorprendentemente, no apuntaba ninguna otra.
No hubo anoche ninguna confirmación médica de estos hechos. En realidad, las autoridades francesas no han dicho una sola palabra sobre su situación en los seis días que lleva en el hospital militar, periodo en el que solo la representante de Palestina en Francia, Leila Chahid, ha hecho comentarios sobre la evolución del enfermo, generalmente acompañada por un portavoz del hospital que mantiene un mutismo absoluto.
Según esos comentarios, Arafat sufre "problemas digestivos". El líder palestino, de 75 años, se encontraba anoche "cansado", pero "su situación es estable", siempre según las fuentes palestinas. Los médicos que le atienden efectúan "análisis complementarios" y su vida no corre "peligro inmediato", de acuerdo con esa versión. Una fuente anónima indicó a la agencia France Presse que Arafat estaba ingresado en la UVI desde por la mañana.
El súbito agravamiento de la salud de Arafat recuerda las circunstancias en que fue trasladado desde su cuartel general de Ramala hasta el hospital militar Percy, el viernes, tras haber sufrido vómitos y diarrea.
Horas antes de que se comunicara su empeoramiento, las fuentes palestinas habían dado cuenta del mensaje de felicitación de Arafat a George W. Bush por su reelección, lo mismo que días antes habían filtrado una serie de llamadas efectuadas y recibidas en su habitación -entre ellas, las de Jacques Chirac y el rey Abdalá de Jordania- que daban a entender una mejoría. Sin embargo, el líder palestino tiene prohibidas las visitas y nadie ha podido verle durante su estancia en territorio francés, al margen de sus íntimos y del equipo médico.
Por otra parte, el Parlamento de Israel aprobó ayer, por 64 votos contra 44 y cuatro abstenciones, las indemnizaciones a los colonos judíos que tendrán que abandonar la franja de Gaza dentro del plan de retirada propuesto por el primer ministro, Ariel Sharon. Para que el proyecto se convierta en ley deberá superar dos votaciones más. El acuerdo supone pagos que superan los 900 millones de dólares para 8.000 colonos de los 21 asentamientos de Gaza y los cuatro afectados de Cisjordania.
El resultado logrado ayer es la segunda gran victoria parlamentaria del primer ministro, tras conseguir el 26 de octubre la aprobación (por 67 votos contra 45 y siete abstenciones) de las líneas generales del plan. Ayer, como sucediera una semana atrás, un grupo de 18 diputados del partido gubernamental Likud votó en contra del proyecto de ley.
La distribución de estas indemnizaciones millonarias preocupa a sectores de la izquierda, que sospechan que algunas de las familias colonas afectadas podrían recibir unas compensaciones astronómicas próximas a los 750.000 dólares por la pérdida de sus viviendas y de sus cultivos.
Los mismos sectores de la izquierda critican también la decisión de enviar a algunas de estas familias a los altos del Golán, un territorio en disputa, que fue ocupado a Siria en la guerra de 1967, y del que podrían ser desalojados de nuevo a cambio de una nueva compensación. La indemnización media a los colonos, con tres años de antigüedad en la zona, rondarán los 350.000 dólares.
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