EE UU investiga los vínculos de Sadam con la resistencia iraquí

Después de la euforia que desató ayer la detención de Sadam Husein en las cercanías de Tikrit, ahora Estados Unidos y sus aliados se preguntan el papel que pudo protagonizar el depuesto tirano en la resistencia a la ocupación tras el fin oficial de la guerra, el pasado 1 de mayo.

Y las versiones son contradictorias. Mientras el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, ha negado que el ex dictador iraquí liderara la resistencia a juzgar por las circunstancias en las que fue capturado -escondido en una madriguera, desaliñado y con aspecto aturdido-, Ricardo Sánchez, máxima autoridad militar estadounidense en Irak, ha asegurado que Sadam al menos intentó dirigir las actividades de la resistencia. Así lo ha explicado el ministro de Defensa español, Federico Trillo, que junto a Sánchez ha asistido en Diwaniya al relevo en la Brigada Plus Ultra: De una forma "directa o indirecta", Sadam dirigía operaciones, tenía comunicación interna con la estructura terrorista y cursaba "algún tipo de comunicación o instrucción", ha revelado Trillo.

De distinta opinión es Rumsfeld que, horas antes, relataba las circunstancias en las que los soldados estadounidenses hallaron al hombre más buscado de Irak: "Cuando fue capturado no había mapas, no había teléfonos, no había comunicaciones. Era bastante obvio que no estaba coordinando la resistencia".

Otro de los misterios que rodea la detención del ex dictador es el lugar donde Estados Unidos le ha trasladado así como el trato que está recibiendo. Sobre estos extremos, el Pentágono ha informado la pasada madrugada que el déspota se encuentra en un lugar "secreto" donde se le tratará como prisionero de guerra. No obstante, el Ministerio de Defensa estadounidense se ha negado a confirmar las informaciones de la televisión árabe Al Arabiya, que sitúan a Sadam en la base estadounidense de Doha (Qatar). Rumsfeld ha aclarado que a Sadam se le tratará "como prisionero de guerra" y estará protegido por la Convención de Ginebra.

En cuanto a las pistas que llevaron a su captura, el prestigioso diario The New York Times asegura en su edición de hoy que el arresto fue posible tras la información proporcionada por un miembro del clan del propio Sadam. Dando por buenas las palabras de Ray Obierno, comandante estadounidense que lideró la operación Amanecer Rojo, el periódico estadounidense añade que Sadam podría haber estado en un total de 200 escondites similares al que fue encontrado. Tras realizar incursiones en las que fueron detenidas varias personas, las fuerzas estadounidenses detuvieron el viernes a un iraquí que, tras horas de interrogatorios, desveló el lugar donde el ex dictador estaba escondido. Al irrumpir en su escondite, Sadam pidió negociar con los militares estadounidenses. La respuesta de los soldados fue ésta: "El presidente Bush le envía saludos".

Detenidos a raíz de los documentos incautados a Sadam

Según la revista Time, durante los interrogatorios, Sadam ha negado rotundamente que su régimen guardara armas de destrucción masiva, una de las razones que impulsaron a la coalición internacional a iniciar la guerra. Según el corresponsal de Time, Sadam Husein también se ha negado a revelar los lugares donde se ubican las células de la resistencia y no ha confirmado si guardaba comunicación con los líderes de los ataques contra la coalición.

De momento, quienes le interrogan -funcionarios de los servicios secretos y militares- no han conseguido que Sadam Husein, que al ser capturado parecía muy desorientado, proporcione mucha información. Según fuentes militares, se limita a contestar a las preguntas con vaguedades o con retórica nacionalista. Preguntado en los primeros interrogatorios sobre el paradero de las armas de destrucción masiva que se le atribuía a su régimen, Sadam Husein ha negado su existencia y ha alegado que se trató de un invento de EE UU para justificar la guerra, según las fuentes.

Pero aunque el ex presidente iraquí se niega a cooperar, las tropas estadounidenses han podido practicar ya otras detenciones de colaboradores suyos, entre ellas los líderes de algunas células de la resistencia en Bagdad. Ello se debe a que en la operación que llevó a la captura del ex dirigente, los soldados de EE UU lograron incautarse de una serie de documentos, en los que figuraban datos sobre reuniones de dirigentes de la resistencia, con los nombres incluidos. Hasta el momento, el Pentágono no ha querido proporcionar detalles acerca de las identidades de los detenidos.