Banana foster: el postre de plátano caramelizado de Nueva Orleans

Aunque por estas tierras no tenemos al plátano como una fruta muy pastelera, es protagonista de muchas recetas dulces anglosajonas, entre ellas grandes clásicos como el banana split, el banana bread o el banoffee pie. A la lista de estos postres encumbrados sumamos hoy el banana foster: plátanos caramelizados y flambeados acompañados de helado. Sí, sabe tan bien como suena.

El banana foster es originario de Nueva Orleans (Estados Unidos). Desde finales del siglo XIX, el plátano se había convertido en un negocio millonario, y el puerto de la ciudad del jazz, en un relevante punto de importación de grandes cantidades de esta fruta, que luego se transportaban a otros puntos del país.

Un buen día del año 1951, Owen Brennan, dueño del restaurante Brennan’s, le pidió a su hermana Ella que crease un postre especial para la cena de esa noche, a la que asistiría Richard Foster, presidente de la New Orleans Crime Commission. Según este artículo de la radio pública estadounidense NPR, en una especie de escena cinematográfica, Ella soltó un “Damn you, Owen!” (¡maldito seas, Owen!), cogió unos plátanos y se metió en la cocina. Allí Ella hizo su magia: los salteó, los flambeó y creó el postre en cuestión. Una bonita historia de arrebato y desamor que embellece motivaciones más terrenales: por un lado, Ella y el hermano de Owen tenían otro negocio de suministros con un importante excedente de -sorpresa- plátanos, y por otro, el postre estaba inspirado en el Baked Alaska de un restaurante de la competencia.

Verás que la receta que viene a continuación no incluye la parte del flambeado, por dos motivos. En primer lugar, porque el miedo a incendiar la cocina es real y fundamentado -sobre todo si no haces una limpieza regular de tu extractor-; y en segundo lugar, porque considero que no hacerlo no altera notablemente el resultado.

Dicho esto, si te sientes seguro en cuanto a esta técnica y quieres respetar la receta original, no tienes más que cambiar ligeramente el procedimiento: haz el caramelo solo con la mantequilla y el azúcar, dora los plátanos y retirarlos, añade el ron y enciéndelo con cuidado con un mechero o con la propia llama de la cocina, y termina la receta de la misma manera.

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