Coles de Bruselas asadas con salsa de cheddar
Si tienes un trauma infantil por culpa de la sobrecocción de estas coles en miniatura, puedes hacer las paces con ellas asándolas al horno y acompañándolas con una salsa de queso que querrás comerte a cucharadas.
Nunca me gustaron las coles de Bruselas: el olor que había en la casa de mi abuela cuando se cocinaban –para mi abuelo, que era el único que se las comía– hacía que rechazara esas bolitas de color verde apagado sin siquiera haberlas probado. Ahora que soy una persona adulta, y pruebo casi todas las comidas antes de ponerles el sello rojo de “censurado”, me propuse darles una oportunidad. Sabiendo que comerlas requetehervidas y blandurrias las enviaría directamente a la lista negra, probé con otro método de cocción: el horneado. Y es así, queridos lectores de El Comidista, como conseguí hacerme amiga de las coles de Bruselas.
Las coles, repollos o repollitos de Bruselas son propios del norte de Europa y su cultivo fue popular en Bélgica desde el siglo XIII, de ahí su nombre. La planta parece haber salido de una película de Tim Burton y se lleva bien con el frío, por lo que estamos en plena temporada. Además de asadas, se pueden comer crudas, al vapor, salteadas o cocidas (sin pasarse, por favor). A la hora de cocinarlas piensa en ellas como si fueran brócoli o coliflor, en lugar de una col, y te resultará más sencillo introducirlas en tu cocina.
Hablemos, por último, de la salsa de queso cheddar que, digámoslo claro, es el aliciente para que pruebes las coles de Bruselas. Es importante que la prepares con un queso Cheddar decente –cada vez es más común verlo en tiendas y supermercados y es mucho más probable que lo encuentres en taco y no en lonchas– y no con uno plasticoso, artificial y de color amarillo radioactivo. Si no encuentras un Cheddar que valga la pena, sustitúyelo por otro queso que te guste y que se funda con relativa facilidad.
Dificultad: La de no comerse la salsa a cucharadas.
Ingredientes
Para 4 personas
- 500 g de coles de Bruselas
- 200 g de queso Cheddar
- 200 ml de nata para cocinar
- ½ cebolla
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de almidón de maíz (opcional)
- Sal fina
- Pimienta negra recién molida
- Nuez moscada
- Aceite de oliva virgen extra
Instrucciones
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