_
_
_
_

Boloñesa vegana con setas (y todo lo que puedes hacer con ella)

Sustituyendo la carne picada por proteína vegetal podemos preparar una salsa deliciosa y saludable, que podremos usar para platos de pasta, pasteles de verduras, bocadillos o arroces.

Te la puedes comer con casi todo
Te la puedes comer con casi todoMÒNICA ESCUDERO

Empiezo saludando a todos los que van a comentar que “si no lleva carne no es boloñesa”, que “estamos perdiendo el norte” y que “si no les gusta la carne, que no nos copien los platos”: no voy a entrar en esa guerra. Esta salsa se prepara con la misma técnica que la boloñesa y lleva prácticamente los mismos ingredientes, excepto que aquí la fuente de proteína es vegetal, y prescindimos de la leche (aunque los ovolacteovegetarianos pueden añadirle 250 ml a la vez que el tomate).

Mientras apretáis los puñitos y os indignáis, sigo a lo mío y os cuento que esta salsa -o alguna de sus versiones- se prepara en casa prácticamente cada semana, porque tiene aplicaciones casi infinitas, y están todas buenísimas. Aunque vivas solo, no te recomiendo que prepares menos: congélala en porciones individuales y tendrás un montón de comidas solucionadas. Si lo vas a usar como salsa para pasta, recuerda reservar media taza del agua de la cocción para mantecar la salsa con la pasta y este agua, durante un minuto aproximadamente, a fuego medio y removiendo. A mí me gusta añadir el queso en ese momento (y luego poner un extra encima, ya emplatado).

Si mientras preparas la salsa horneas unas patatas y unas berenjenas durante una hora las primeras y unos 45 minutos las segundas a 180 grados, puedes abrirlas por la mitad, sacarles parte de la carne dejando aproximadamente un centímetro junto a la piel y mezclar lo retirado junto con la salsa, aplastando con un tenedor para que se integre bien. Vuelve a llenar las barquitas de verdura con el relleno y cubre con parmesano o pecorino si tomas queso -si no, pan rallado o algún fruto seco picado- y devuelve al horno hasta que esté tostado y apetitoso.

Puedes meterla en un bollo de pan, a modo de Sloopy joe, y si quieres con un poco de queso fundido por encima, o un poco de col cortada fina que haya pasado media hora en sal y vinagre, ligeramente encurtida y crujiente. Puedes añadirla a un arroz seco, añadiéndola casi al final del sofrito para que se seque un poco. También usarla para preparar pasteles de puré de patata o verdura: alterna capas de calabacín, berenjena, cebolla, o champiñones con la boloñesa y, si quieres, una bechamel ligera. En el caso del pastel de puré, empieza con una capa de salsa, pon una de puré, otra de salsa y otra de puré. Tanto el primero como el segundo pueden gratinarse, si se quiere.

La cantidad de setas es muy variable porque depende del sabor que tengan las que vas a usar. Si son ejemplares pequeños y silvestres, como rebozuelos, trompetas amarillas o de la muerte, con 150 gramos tendrás un buen chute de sabor. Con 200 gramos de shiitake conseguirás una potencia muy similar, y si vas a usar champiñones Portobello puedes subir a los 300 gramos. Si no tienes setas frescas a mano puedes usar secas, y después usar el agua de su hidratación con un poco de miso para hacer lo propìo con la proteína vegetal.

Dificultad: De primero de salsas.

Ingredientes

Para 10-12 raciones

  • 2 cebollas grandes
  • 250 g de soja texturizada en seco (o Legumeat o cualquier proteína vegetal texturizada)
  • 750 ml de caldo de verduras (o agua con miso)
  • Entre 150 y 330 g de setas al gusto (dependiendo de lo intenso que sea su sabor)
  • 4 zanahorias
  • 2 ramas de apio
  • 2 dientes de ajo
  • 200 ml de vino blanco
  • 1,2 k de tomate triturado
  • Una pizca de nuez moscada
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida

Instrucciones

1.
Calentar el caldo sin que llegue a hervir e hidratar en él la proteína durante unos 20 minutos.
2.
Pelar y picar las cebollas y ponerlas en una cazuela con un chorro de aceite y una pizca de sal. Rehogar a fuego medio-bajo unos 12 minutos o hasta que esté translúcida. Añadir los ajos también picados y pelados y dar vueltas un par de minutos más.
3.
Añadir las setas, el apio y la zanahoria también picados y rehogar 10 minutos más. Añadir la proteína hidratada y dar vueltas durante unos cinco minutos.
4.
Añadir el vino blanco y dejar evaporar durante tres o cuatro minutos.
5.
Añadir el tomate, sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Remover y cocinar a fuego suave durante unos 45 minutos: estará lista cuando el aceite se separe del tomate.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_