Chorizos al vino
Un aperitivo o picoteo clásico que con solo dos ingredientes; un chorizo rico y un vino a su altura consigue un sabor estratosférico. Hazte con una buena hogaza porque vas a querer untar pan hasta la manga.
Los chorizos al vino son una de esas tapas clasicorras y facilísimas, que tienen muy poquita ciencia más allá de usar un chorizo de calidad razonable y un vino de parecido nivel para que no nos raspe la garganta, aunque la fiereza del chorizo dominará indefectiblemente el sabor del juguillo resultante. Un plato que consiste nada más y nada menos que en unos choricetes cocidos en un vinito hasta que se empapan en él; podemos reducir ligeramente el caldo obtenido antes de servirlo bañando los chorizos o dejarlo tal cual. Un lujo.
Los chorizos al vino son fantásticos para un frío día de invierno, después de pasear por el monte un domingo con el viento en la cara o incluso a la salida de misa, ejem. Bocados contundentes y primigenios que nos reconfortan y nos hablan de tiempos en los que consumíamos las calorías ingeridas con más facilidad que ahora dado que, al menos los urbanitas, no pasamos tanto frío ni nos movemos tanto como un labriego manchego, sin ir más lejos.
No parece haber muchas señales en recetarios antiguos de los tales chorizos al vino, pero ¿es descabellado pensar que nacieran como una forma de aprovechar los chorizos que se quedaban secos o que no salían especialmente buenos en las zonas de producción choricera? Los chorizos podemos prepararlos tanto con vino tinto como con vino blanco, según cuál sabor prefiramos; el vino blanco da un resultado más suave. Menciono de pasada los también deliciosos chorizos a la sidra que conocerán bien los amigos asturianos y de zonas sidreras del norte.
¿Qué si podéis usar chorizos de cerdo ibérico? Allá cada cual con su conciencia. Hay incluso quien sugiere que el mejor acompañamiento para los chorizos al vino es un buen champán o un cava, a falta de aquel.
Dificultad: La de descorchar la botella de vino.
Ingredientes
- 350 ml de vino tinto
- 350-400 g de chorizo de media curación u oreado para guisar, según gustos, pero de calidad
- 2 dientes de ajo (opcional)
Instrucciones
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