Menú semanal de El Comidista (2 a 8 de julio)

Esta receta de sopa fría reúne a dos de las estrellas del verano: el tomate y la sandía. El toque de picante le aporta una vidilla la mar de apetitosa.

Lacamos unos contramuslos jugosos con miel, salsa de chile y soja, con la piel bien crujiente y refrescamos el conjunto con una salsa tailandesa.

Tanto higos como brevas son bien combinables: con jamón, mozzarella y avellanas están espectaculares, y al horno, todavía más.

Fruta dulce, fruta ácida, queso y una sencilla vinagreta: combinamos sabores y técnicas para conseguir la más explosiva de las ensaladas.

Una buena opción para esos días en los que se caen las moscas del calor, pero quieres salirte un poco del gazpacho y la ensalada sin morir en el intento.

Obra maestra del minimalismo viejuno, el melón con jamón resiste los envites del tiempo. Dale una nueva oportunidad con dos versiones diferentes.

Descubre una forma sencilla, sabrosa y muy moruna de preparar el calabacín e ingresa en la secta de los adoradores de la cucurbitácea verde.

Estas croquetas son fácilmente transformables en hamburguesitas si es que pasas de freír. Lo que está seguro es que son deliciosas.

La tradicional –y un poco olvidada– leche merengada debería triunfar por su sabor a arroz con leche y su textura de espuma helada.

Las berenjenas poseen muchas virtudes y un defecto: absorben grasa como si fueran papel de cocina. Con este método, ya no más.

Son perfectas para pícnics montañeros o playeros, aunque en este caso habrá que cambiar la salsa por una sin lácteos, por ejemplo un pico de gallo.

¿Harto de los que presumen de sus helados caseros? Tú también puedes hacerlo y encima sin necesidad de comprar máquina ni de tener mil cacharros.

Lo mejor de la huerta y lo mejor del mar se unen para ofrecer un aperitivo, primer plato o cena ligeros y con todo el sabor del verano.

La técnica francesa llamada "meunière" emulsiona mantequilla con zumo de limón, y es perfecta para acompañar pescados como el besugo. Unas verduritas de temporada redondean el plato.

Si los de Bilbao nacen donde quieren, las persianas -postre 100% bilbaíno- también pueden adoptarse en cualquier lugar. Dile tú que no a algo como esta maravilla hojaldrada, dulce, melosa y crujiente.

¿Por qué es tan difícil hacer huevos escalfados? ¿Y la salsa holandesa? Así se hace el desayuno gocho perfecto.

Son perfectas para comerlas cuando te da el ataque de vagancia y pasas de pelar fruta, porque la piel no da cosica.

La combinación de arroz y acelgas es muy típica de la Comunidad Valenciana, donde se denomina arròs amb bledes.

A veces el orden de los factores altera el producto, y una misma receta puede dar distintos resultados. Di adiós a la casualidad y saluda a la ciencia para desentrañar los misterios del brownie hiperchocolateado.

Es imposible no sentirte redivivo después de tomarte una michelada en un día de calor, suponemos que por el efecto subidón del líquido, el chile y la sal.