Las leyes de la quiche
Una base crujiente, un relleno cremoso y un tuneo adaptado al gusto del cocinero son los únicos secretos para que esta tarta salada se convierta en un auténtico manjar. En este vídeo te contamos cómo conseguirlo.
Se escribe "quiche" pero se pronuncia "quich" y, aunque suene parecido a 'hortera' en inglés, es una tarta salada de origen francés que admite infinidad de rellenos. Puedes comprar la masa hecha si eres tirando a vagoneta o prepararla en casa con un poquito más de esfuerzo, sin más ingredientes que agua, harina, y mantequilla (y algo de tiempo para que repose). Si le das un primer tostado sin relleno y la impermeabilizas con un sencillo truco para que no quede blandurria, triunfarás seguro.
Solo te falta dominar la santísima proporción del relleno, tunearlo con los ingredientes que prefieras -la quiche lorraine no lleva queso, pero eso no impide que se lo pongas si los hilillos fundentes te privan- y cocinarla a la temperatura adecuada para que quede bien cremoso. ¿Cómo vas a conseguir toda esta sabiduría "quichera", "quichense" o "quichiana"? Simplemente dándole al play.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.