‘Flamiche picarda’: la receta de la tarta salada típica de Picardía
El relleno de puerro, sabroso y dulzón, y la masa crujiente y hojaldrada, convierten a esta preparación en una buenísima opción para almuerzos y cenas


La flamiche es una tarta salada prima hermana de la ya conocida quiche. Ambas tienen una masa como base y un relleno preparado con huevos, nata o leche y otros ingredientes como vegetales, queso o productos cárnicos. En el caso de la flamiche picarda, propia de la región de Picardía en Francia, el puerro es la estrella; no en vano también se la conoce como flamiche aux poireaux.
Haciendo una búsqueda rápida en internet, podrán ver que no hay una única manera de preparar esta tarta salada: más allá de los puerros hay quienes añaden panceta, chalota, vino e incluso cerveza. Nuestro relleno es muy simple ya que queremos que nada destaque por encima del vegetal en cuestión, solo añadimos un poco de queso gruyere rallado por encima para lograr que la flamiche quede dorada.
Preparar la masa es sencillo si se respeta lo que indica la receta, es decir, usar la mantequilla muy fría y no amasarla en exceso. Esta misma masa preparada con mantequilla blanda y con más tiempo de amasado daría lugar a un bollo elástico y difícil de estirar, en lugar de ser tierno y muy maleable si se hace como se debe.
Una vez cocida es crujiente y un poco hojaldrada, algo que ocurre, precisamente, por añadir la mantequilla fría: al no integrarse por completo, los trocitos quedan repartidos en la mezcla de harina. Al hornearla, se funden y liberan vapor de agua, formando pequeñas cámaras de aire que separan la masa en capas. Voilà.
Dificultad: La masa es de primero de masas
Ingredientes
Para 2-4 personas (molde de 20 cm de diámetro)
Para la masa
- 120 g de harina de trigo
- 60 g de mantequilla fría cortada en cubos
- 2 cucharadas de agua muy fría
- Sal fina
Para el relleno
- La parte blanca y verde clara de tres puerros grandes
- 20 g de mantequilla
- 100 g de crème fraîche
- 2 huevos
- Queso gruyere rallado, cantidad al gusto
- Sal fina
- Pimienta negra recién molida
Instrucciones
Tamizar la harina en un bol y mezclarla con la sal.
Añadir la mantequilla (cuanto más fría esté, mejor) y desmenuzar los cubos a medida que se va mezclando con la harina. Se puede hacer con un tenedor o con las manos, con cuidado de no darle demasiado calor. Debe quedar con una textura de arena gruesa.
Añadir el agua fría y unir todos los ingredientes con las manos hasta tener un bollo. Es importante no amasar en exceso. Envolver la masa en un film y reservar en la nevera mientras se prepara el relleno.
Limpiar bien los puerros: hacerles un corte longitudinal y ponerlos debajo del grifo para eliminar toda la suciedad que puedan tener. Luego cortalos en juliana fina.
Calentar una sartén a fuego medio-bajo y añadir la mantequilla.
Agregar los puerros y salpimentar. Rehogar hasta que estén muy tiernos y dulces.
En un bol batir los huevos con la crème fraîche, sal y pimienta. Añadir los puerros y mezclar bien. Reservar en la nevera.
Calentar el horno a 180 ºC. Engrasar un molde de 20 cm de diámetro y de bordes bajos con mantequilla.
Retirar la masa de la nevera y estirarla. Forrar el molde y cortar los bordes al ras del molde. Cubrir la masa con un trozo de papel vegetal o de aluminio o poner encima unos pesos para hornear o unos garbanzos secos (que luego no se podrán comer). Hornear la masa durante 10 minutos.
Retirar el papel con los pesos y verter el relleno encima de la masa. Agregar queso gruyere rallado por encima.
Hornear durante 30 minutos o hasta que el relleno luzca cuajado y dorado. Dejar enfriar un poco antes de desmoldar y servir.
Si tienes dudas o quejas sobre nuestras recetas, escríbenos a elcomidista@gmail.com. También puedes seguir a El Comidista en Youtube.
Sobre la firma
