Salpicón de pollo: la variante de un clásico perfecta para el calor

A estas alturas del año, el cuerpo pide platos fríos y sencillos, a la vez que saciantes. Este salpicón de pollo es maravilloso en este sentido, pues cumple con los tres requisitos: se sirve a temperatura ambiente o directo con de la nevera si lo has preparado con antelación, no tiene dificultad más allá de picar, cocer patatas y huevos y mezclar porque el pollo lo compramos ya asado, y es saciante si le agregas algún hidrato como la patata cocida.

Imitamos el método de preparación del tradicional salpicón de marisco, que consiste en preparar una vinagreta con los pimientos, la cebolla, el perejil y las aceitunas –las puedes suprimir si no te gustan– para empapar ahí el pollo troceado y que coja todo el sabor. Puedes servirlo sin patatas si quieres aligerarlo un poco e incluso podrías usarlo como el relleno de un bocadillo, unos tacos o un pan de pita. Preparado de un día para otro está aún mejor.

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