Receta de fin de mes: sopa de legumbres, pasta y verduras
La receta de hoy está especialmente dedicada a los autónomos que cobran a 90 días. Ellos sufren en noviembre los rigores del los raquíticos cobros del agosto freelancer, mes en el que tradicionalmente se produce más bien poco y cuyas consecuencias se suelen sentir ahora. Con ésta y otras ideas de la misma sección, quizá puedan llegar vivos al día 1 sin buscarse un trabajo a media jornada en un restaurante y seguir poniendo los ojos en blanco y diciendo "¿Sabes? Es que yo no tengo jefe" cuando alguien se queje del suyo. ¡Ánimo!
El caldo utilizado en esta sopa, una versión libre de la minestrone italiana, está hecho con huesos de ternera y carcasas de pollo que teníamos reservadas en el congelador, además de tres zanahorias –que posteriormente hemos rescatado para la sopa–, una cebolla, la parte más verde del puerro, un nabo, una chirivía y un trocito de calabaza. Como legumbre usamos unos guisantes secos (de los partidos, no los enteros que necesitan remojo), pero si tenéis problemas para encontrarlos podéis tirar de guisantes congelados o de garbanzos pequeños. Y si el cuerpo os pide arroz en lugar de pasta, añadid un poco más de caldo (unos 400 mililitros) para que no quede seca.
Dificultad: Para freelances como yo.
Ingredientes
- 1,25 litros de caldo
- 120 g de pasta pequeña (conchitas, fideos, piñones...)
- 120 g de guisantes secos (o 150 de guisantes congelados o 200 de garbanzos ya cocidos)
- 250 g de acelgas
- 2 o 3 zanahorias cocidas
- 1/2 puerro
- 1 cebolla
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Instrucciones
Producción: Mònica Escudero
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