Pistas para distinguir una buena cerveza artesana, según los expertos
En estas bebidas que han irrumpido con fuerza en España, su frescura, temperatura y premios obtenidos en concursos internacionales son cosas a tener en cuenta a la hora de seleccionarlas
El auge de la cerveza artesana en España comenzó por influencia de los movimientos cerveceros que existían en países como Estados Unidos y Bélgica. Y, según cuenta el libro El mundo de la cerveza artesana (Larousse, 2018), el fenómeno explotó en 2010. Cataluña fue pionera, y en la actualidad las microcervecerías están presentes a lo largo de todo el territorio.
Con estas nuevas opciones en nuestras barras ha aumentado el interés por entender qué hace que una cerveza sea realmente buena. Una manera de acercarse es comprender qué es lo que se valora en los campeonatos cerveceros internacionales.
En eventos prestigiosos como el European Beer Star, la World Beer Cup o el Brussels Beer Challenge, donde compiten entre sí cervecerías de todo el mundo, un jurado evalúa según los criterios específicos que se establece en cada torneo. Los factores clave que se valoran incluyen el aroma, la apariencia, el sabor, la sensación en boca, el balance y la impresión general. A partir de cada uno de estos puntos, el jurado evalúa si la cerveza que se está catando a ciegas cumple o no con los rangos del estilo en los que se presentó a competir. Como si fueran unos Juegos Olímpicos, cada cervecera envía sus cervezas en una categoría específica y compite por ser la mejor entre todas las de ese mismo estilo o familia de estilos. Pero, en la vida cotidiana de la barra del bar y la tienda de cerveza artesana más cercana, ¿cómo se puede seleccionar la calidad?
Cervezas con premios
Comprar las cervezas que han ganado medallas es una buena apuesta. Para comunicar los premios, muchas cerveceras los ponen en sus etiquetas. Por ejemplo, en la World Beer Cup 2024 la cervecera asturiana Dúa ganó una medalla de bronce con su grisette. Estas pueden no ser las mejores del mundo, pero nos aseguramos que compitieron entre muchas y ganaron.
La frescura
Ya sea un estilo popular como una pilsner o un menos conocido como grisette, la cerveza es un producto delicado. Cuanto más fresco lo bebamos mejor va a ser la experiencia, como pasa con los tomates. Hoy en día tenemos tomate todo el año, pero sabemos que su sabor, aroma y textura directo de la huerta es incomparable. Lo mismo pasa con la cerveza artesana: cuando disfrutas una elaborada localmente es más probable que sus aromas y sabores estén intactos, pues su viaje fue corto. Una cerveza puede ser excelente, pero si tuvo que recorrer todo el mundo seguramente no sepa igual que en su país de origen.
La temperatura
Nunca se nos ocurriría guardar un tomate al lado del horno. Pues lo mismo con la cerveza, ya que el calor acelera su deterioro. Si la cerveza está en frío y se conserva en frío, evitamos lo máximo posible que se vaya estropeando. Aunque el tiempo no necesariamente la pone mala, sí va perdiendo las características (sobre todo aroma) que tiene los primeros meses tras salir de la fábrica.
Saber que se selecciona bien al servirla depende mucho del estilo que se elija. Las características de una cerveza provienen de la combinación de los distintos ingredientes y las distintas maneras de elaboración, fermentación y maduración que se utilice. A esto hay que sumar que existen ingredientes con distintos perfiles, dependiendo de su zona de cultivo, como también se pueden producir distintos sabores dependiendo de la temperatura y tiempo de fermentación de la levadura elegida. Imagínate las variantes posibles y multiplícalo por mil. Ese es el rango de sabores y aromas que una cerveza puede tener: desde ácido, terroso, amargo, dulce, ahumado o tostado, frutal, cristalina o turbia.
Esta gran diversidad es uno de los mayores valores de la cerveza artesana y conocer la variedad permitirá elegir el estilo adecuado para cada momento. Una herramienta que puede ayudar es la guía de estilos de la Beer Judge Certification Program, Inc. una organización sin fines de lucro donde se pueden leer sobre todas estas variantes, el nombre de cada estilo y hasta ejemplos de cervezas para comprar.
La cerveza artesana no busca reemplazar a las cervezas más comerciales, sino enriquecer la oferta, permitiendo explorar y disfrutar de una mayor variedad de opciones. Eso sí, sea cual sea el estilo seleccionado, no se puede disfrutar una buena cerveza si no se sirve en una copa (sí, incluso una de vino funciona) con la cantidad justa de espuma. Esto va a permitir que todos esos aromas, su apariencia y sus sabores puedan lucirse plenamente y se pueda valuar cuál es el estilo favorito de cada persona.