Las familias de Madrid inician el curso sin saber si recibirán las becas para centros privados de Ayuso

El pasado 22 de marzo, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso hizo una promesa: antes de volver a clase, todas las personas que hubieran pedido una beca para Educación Infantil o Bachillerato en centros privados sabrían si la habían recibido o no. Lo aseguró el entonces consejero de Educación, Enrique Ossorio, en rueda de prensa, se publicó en una nota y hasta colgaron una foto en redes sociales anunciándolo. Para ello, adelantaron la convocatoria a abril, un mes antes de las elecciones del 28-M. Hasta ahora, las polémicas ayudas ―que concentran el 60% de la inversión pública en becas educativas y a las que pueden optar familias que ganan más de 100.000 euros― se convocaban entre junio y julio. Nunca estaban resueltas para el inicio de curso y algunas se alargaban hasta diciembre o enero, por lo que los padres y madres pagaban las mensualidades sin saber si finalmente recibirían el dinero. Este año no ha sido la excepción. Las clases ya han empezado y, a pesar de haberse adelantado el proceso, las familias siguen sin noticias de la Administración.

Al anunciar el adelanto ―que la oposición criticó por considerarlo un mero reclamo electoral― Ossorio remarcó que las becas debían adelantarse porque las familias “tenían que saber en qué condiciones iban a estar” cuando matriculaban a sus hijos. También admitió que era un proceso administrativo lento y que por eso hacían “el esfuerzo” de convocarlo antes.

El intervalo para solicitar la ayuda se abrió el 11 de abril y terminó el 3 de mayo. Según las bases, la Comunidad tiene un plazo máximo de cuatro meses desde la publicación de la convocatoria para resolver el procedimiento y notificarlo a los beneficiarios y no beneficiarios. “Si transcurrido dicho plazo no se hubiera dictado resolución expresa, las solicitudes presentadas se entenderán desestimadas”, indica el texto. La orden se publicó en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) el 10 de abril, por lo que debería haberse resuelto a principios de agosto.

Un portavoz de la Consejería de Educación señala que la tramitación de las ayudas “sigue su curso y se encuentra en estado muy avanzado” y que la resolución definitiva se publicará “en breve”. Una vez publicada, “se remitirá a las familias la tarjeta que los acredita como beneficiarios y, desde ese momento, podrá canjearla en el centro y abonar la beca mensualmente”. También explica que el procedimiento de los centros para gestionar los cobros antes de la resolución final “es autónomo”. El curso pasado, en Educación Infantil hubo 29.799 beneficiarios y la lista se publicó el 2 de diciembre. En Bachillerato fueron 10.438 la resolución salió el 10 de noviembre.

“Buenos días. No tenemos una fecha definida para los listados definitivos de la beca, probablemente sea a lo largo del mes de septiembre”. Es la respuesta que Educación dio hace una semana una madre de 49 años que ha pedido la beca para su hijo, que este curso empieza primero de bachillerato. El 15 de junio recibió un correo donde le informaban de que su solicitud había sido admitida ―eso significa que no hay errores en la documentación, no que vaya a recibir la ayuda― y desde entonces nada. Por el momento, ya ha tenido que adelantar la cuota del primer mes del curso y vive con la incertidumbre de si se quedará sin la ayuda que espera.

José Antonio Poveda, secretario general de Escuelas Católicas, que representa al 65% del sector de la concertada, cuenta que los centros no tienen información de qué familias recibirán la beca hasta que se publica la lista de beneficiarios. El contrato para controlar el pago de las becas está privatizado y los retrasos son la tónica habitual desde hace años. “El año pasado se resolvieron en enero, aunque es verdad que la convocatoria empezó más tarde”, comenta, y espera que este curso, al haber adelantado los plazos, tanto las familias como los colegios lo sepan antes.

Una vez publicados los beneficiarios ―un total de 50.000 alumnos, según la Comunidad― serán los colegios quienes reciban el dinero. “Si la lista sale tarde, el centro, en cuanto se publica, regulariza los pagos”, explica Poveda. Esto es, si una familia ha pagado ya varios meses, se le descuenta lo abonado de las mensualidades siguientes. “El año pasado, por ejemplo, se les descontaron los pagos en enero y febrero y esos meses no tuvieron que abonar la cuota del centro”, añade.

Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CC OO de Madrid, critica que el adelanto de la convocatoria de las becas es un reclamo. “El problema de fondo [en la Comunidad] es que entre la propaganda y lo que se cumple hay un abismo. Esto genera un clima en las familias y les lleva a tomar decisiones que luego igual no pueden sostener”, indica. Para la representante sindical, este tipo anuncios sirven “para que parezca que se está haciendo algo” y “promover la escolarización en la privada”. “Son ayudas dirigidas a los que más tienen y son muy pocos quienes las reciben [un 10% de alumnos que van a centros privados puros]”, añade.

La Comunidad de Madrid ofrece becas para estudiar cuatro etapas educativas no obligatorias en centros privados ―Infantil, Bachillerato, y Formación Profesional de Grado Medio y Superior― y el verano pasado flexibilizó el criterio de renta familiar para el acceso a las ayudas. Hasta entonces, el límite era de 30.000 euros para los que optaban a una ayuda para Bachillerato, de 60.000 para los de Formación Profesional (FP), o de 75.000 para los de Educación Infantil. Con el cambio, parejas con un hijo que ingresen hasta 107.739 euros podrán recibir el dinero. También las parejas con dos niños con unos ingresos globales de 143.652 euros o las que tengan tres hijos y unos ingresos 179.565 euros.

El presupuesto para estas ayudas es de 94 millones de euros: en Educación Infantil (de 0 a 3 años) se invertirán 50,6 millones y las familias podrán recibir entre 1.463 o 2.343 euros anuales según la renta; mientras que para Bachillerato se destinarán 43,5 millones. En este caso, las familias con una renta per cápita de hasta 10.000 euros recibirán 3.750 euros al año y el resto 2.000.

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