Villamanta, de la heroica historia de Izan a la triste desaparición de Manuel y José
El padre del niño que resistió agarrado a un árbol y un anciano con alzhéimer siguen desaparecidos en este municipio del sur de Madrid, considerado la zona cero del desastre
Al día siguiente del paso de la dana, el panorama en el municipio madrileño de Villamanta era el de un paisaje apocalíptico donde las lágrimas de los vecinos se mezclaban con las muestras de solidaridad. Una montaña color marrón de televisiones, neveras, sillones, ropa o bicicletas se agolpaba frente a las puertas de cada vivienda mientras los residentes barrían y fregaban o se ayudaban unos a otros a despejar las calles o a sacar los muebles y electrodomésticos. Lo hacían con fregonas y palas o, simplemente, entregando agua y comida a quienes llevaban dos días sin pegar ojo tratando de salvar cualquier cosa. La sensación reinante al día siguiente era que aunque los daños son graves, la muerte se había paseado por el pueblo la noche del domingo y que aún faltan dos vecinos.
Los medios de comunicación recogieron ampliamente la heroica historia del niño Izan, de 10 años, que resistió una noche entera agarrado a la rama de un árbol, pero también seguían hablando de la triste historia de su padre, Manuel, de 50 años, y de José, de 82, que dos días después, seguían sin aparecer.
El martes, unas 150 personas entre bomberos, policías y Protección Civil volvieron a recorrer la zona cero del desastre, las riberas de los ríos Alberche y Perales, caminando con los perros sobre las enramadas, tratando de encontrarlos. Mientras tanto, en Móstoles, la familia de Manuel recibió el martes el alta después de 24 horas hospitalizados y tras llegar con golpes e hipotermia tras la angustiosa noche del domingo.
El matrimonio y sus dos hijos habían salido de Villamanta en dirección a su domicilio de Alcorcón, pero cuando solo habían recorrido nueve kilómetros, a la altura de Aldea del Fresno, el agua se llevó el vehículo que conducía Manuel. Cuando el puente se rompió, Izan salió por la parte de atrás, como su hermana, y perdió de vista al resto de la familia. Finalmente, él apareció agarrado a un árbol a tres kilómetros de distancia, su madre dos kilómetros más allá y su hermana llegó caminando hasta la estación de bomberos, según detalló a este diario el vecino que lo encontró. Los tres se reencontraron en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles, donde esperaron noticias de su padre durante todo el día, señalan fuentes del centro hospitalario.
Las tareas de búsqueda no están siendo fáciles porque, aunque ha bajado el nivel del agua, los ríos Alberche y Perales no se embalsan hasta Talavera de la Reina (Toledo), según explican los equipos de rescate. Después de muchas horas de búsqueda infructuosa, solo les quedaba esperar la llegada de una máquina especial para mover el vehículo familiar, que quedó totalmente cubierto por el barro. Creen que Manuel podría estar ahí debajo.
A nueve kilómetros de ese lugar, otro vecino de Villamanta, José Aguado, de 82 años, también sigue desaparecido. José y su esposa residían en la urbanización de Jirfa, a pocos metros del pueblo. Jirfa es un pequeño grupo de casas en el que viven 32 vecinos, ubicados muy ceca del arroyo Grande. La noche del domingo, José, que padece alzhéimer, salió en pijama a su parcela cuando comenzó a subir el agua en pocos minutos. Su esposa intentó sujetarlo, pero fue imposible frenar la fuerza de la riada y se le escapó de entre las manos, relató su hija, rota por el dolor. Esa noche unas 60 personas durmieron en el polideportivo del municipio porque sus casas estaban inundadas.
El alcalde de este pequeño pueblo del sur de la Comunidad de Madrid detalló a los medios que desde el sábado habían estado vigilando con Protección Civil la crecida del río hasta que todo se desbordó en unas horas. “Estábamos más o menos tranquilos porque a las cinco o seis de la tarde todavía no llovía, pero fue a partir de las ocho, más o menos, cuando empezó a caer una tromba de agua. La gente se quedó en sus casas, pero nadie pensaba que podía entrar dentro de las viviendas de esa manera”. El presidente de la urbanización Jirfa, Andon Ketev, explicó que la mayoría de las casas están destrozadas por las inundaciones. “El río se ha comido parte de la urbanización y no sabemos cómo la vamos a recuperar. El 99% de los vecinos están afectados porque todas las casas están con destrozos totales, con las vallas caídas y en algunas han salido grietas, que es algo peligroso”, dijo a Europa Press. Junto a Manuel y José, la Guardia Civil también busca a una mujer que permanece desaparecida desde la noche del domingo, cuando circulaba a la altura de Valmojado, en la provincia de Toledo. Su vehículo apareció el martes, pero no así el cuerpo de la mujer.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.