Díaz Ayuso, a la caza del voto del coronavirus

Una mujer se levanta la blusa frente a Isabel Díaz Ayuso y deja al descubierto una cicatriz que le recorre el estómago de norte a sur. “¡Cáncer! ¡Y estoy desatendida! ¡15 días en mi casa con covid para que me llamara el médico!”, le grita. Sus quejas resuenan a las puertas del hospital 12 de Octubre. Allí, la presidenta anuncia que los 84.000 empleados estatutarios del Servicio Madrileño de Salud cobrarán en mayo el complemento de productividad de 2020 (93 millones de euros). Luego se dirige al hospital de La Paz, donde presenta las obras de ampliación. En medio, escucha críticas —“¡Sanidad pública!”, “¡Ayuso dimisión!”— y muestras de apoyo. Los actos en los dos hospitales y los gritos espontáneos reflejan que las propuestas para la sanidad y la gestión de la pandemia serán decisivas para las elecciones del 4-M.

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Lo dice el último barómetro del CIS, publicado este lunes: el 74,5% de los encuestados reconocen que la gestión de la crisis del coronavirus influirá mucho o bastante en su voto. Con 14.648 muertes vinculadas a la enfermedad en la región, y 92.540 hospitalizaciones totales, según el informe diario del Ministerio de Sanidad, ese dato demoscópico coloca a Díaz Ayuso ante una situación compleja.

En ella tiene una oportunidad de reforzar su estrategia de confrontación con Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, que también privilegia ese campo de batalla: “Madrid se merece un Gobierno que se tome en serio la emergencia sanitaria. Nosotros hemos trabajado mientras el Gobierno de Madrid se cruzaba de brazos”, dijo durante el fin de semana.

Y aquí, también, tienen los rivales de la presidenta de la Comunidad una palanca para movilizar a los votantes: el CIS refleja que la gestión de la pandemia influirá decisivamente en el voto de jóvenes que no tenían edad para participar en las elecciones de 2019, en el de quienes no fueron a las urnas entonces y en el de los que potencialmente apoyarían a Más Madrid y a Unidas Podemos.

Todos los políticos lo saben. Y, a un mes de las elecciones del 4 de mayo, Díaz Ayuso lo exprime en todas sus vertientes.

“Denuncio el uso bochornoso que están haciendo desde La Moncloa de la vacunación, de la pandemia, en un momento como este”, lanza este martes, al conocer que Sánchez se ha comprometido a que 33 millones de españoles estén vacunados para finales de agosto. “Veo que el presidente va a estar en la campaña desde La Moncloa, utilizando todos los medios públicos de todos, todo el tiempo que sea necesario. Va a ser una campaña entre el presidente del Gobierno y el Gobierno de la Comunidad de Madrid”, opina. Y remata: “Denuncio que algo tan delicado como la pandemia se esté utilizando como arma electoral y arrojando muertos encima del Gobierno de la Comunidad. En las próximas semanas vamos a estar sometidos a la utilización de La Moncloa contra Madrid”.

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Sin embargo, antes y después de la crítica a Sánchez, el Gobierno de Madrid al completo también centra la campaña electoral en glosar la gestión de Díaz Ayuso. Un día son los aviones que vinieron de China con material sanitario. Otro, los polémicos cribados masivos con las pruebas de antígenos. Los más, la crítica constante a la supuesta falta de controles en el aeropuerto de Barajas como origen de los brotes en la región. Y siempre, en cada intervención, el recordatorio de que en Madrid la hostelería ha seguido abierta, proporcionando, de paso, un caladero de votos inédito para el PP.

El objetivo, creen en la oposición, es superponer un recuento de supuestas victorias políticas frente al Gobierno central al problema de que Madrid fuera en 2020 una de las regiones europeas más afectadas por el virus.

“Hacen campaña de una manera impresentable desde el Gobierno [de la Comunidad]”, lamenta José Manuel Freire, diputado del PSOE y exconsejero de Sanidad del País Vasco. “La hacen con las infraestructuras de La Paz o del 12 de Octubre, abandonadas antes y que ahora retoman a un mes de las elecciones; con la paga de productividad [a los sanitarios], que se paga a fin de año y ahora se adelanta a mayo porque hay elecciones, y ahora, con el intento de comprar la vacuna Sputnik, que no tiene ni pies ni cabeza, pues no está aprobada”, critica. “Son maestros en ocupar lo mediático para Díaz Ayuso”, opina. “Todo el mundo habla de la Sputnik y no de las colas en la vacunación, ni de los mayores de 80 años sin vacunar”, ejemplifica. “Alardear de los fracasos como si fueran éxitos es Trump puro. Se generan noticias, hoy el Sputnik, ayer La Paz, mañana la confrontación con Sánchez, para ocultar la noticia real de una gestión desastrosa de la pandemia y de la sanidad”.

Pocos temas causan un debate más encendido entre los votantes: el 36,6% de los encuestados por el CIS apoyan la gestión de Ayuso, frente al 43,3% que la consideran mala o muy mala. En consecuencia, la campaña electoral de Madrid vuelve una y otra vez a la sanidad, espoleada por las intervenciones de la presidenta, que es quien marca el ritmo.

“No sería ni la primera ni la quinta vez que el Gobierno de Madrid se adelante al de España. Se nos han negado ideas y proyectos, y luego se nos ha dado la razón”, dijo este martes la líder del PP de Madrid sobre el intento de comprar la vacuna rusa sin que esté aprobada aún por las autoridades europeas y sin contar con las españolas. En paralelo, la presidenta anuncia que el lunes se batió el récord de vacunas administradas en la región en un día (40.000 dosis). Y asegura, también, que el sistema tiene capacidad para poner 100.000 cada jornada, pero insiste en que no llegan.

En la campaña electoral que decidirá la presidencia de la Comunidad de Madrid no se habla de educación. Tampoco de reequilibrio territorial. Ni de combatir la desigualdad. La sanidad, la vacunación y el virus son los pilares de la lucha partidista en una región durísimamente golpeada por la pandemia desde febrero de 2020

En la campaña electoral que decidirá la presidencia de la Comunidad de Madrid no se habla de educación. Tampoco de reequilibrio territorial. Ni de combatir la desigualdad. La sanidad, la vacunación y el virus son los pilares de la lucha partidista en una región durísimamente golpeada por la pandemia desde febrero de 2020.

La Consejería de Sanidad de Madrid reconoce cifras aún peores que las que da el ministerio para el conjunto de la crisis sanitaria: 103.889 hospitalizados entre centros públicos y privados; 23.284 muertes vinculadas al coronavirus, y hasta 643.320 contagios detectados, según el balance de este martes.

“Tenemos una presidenta nini, que ni salud ni economía”, critica Mónica García, la candidata de Más Madrid. “Teníamos que sacrificar la salud para tener una mejor economía, y nos encontramos que no tenemos ni salud ni economía”.

Como Díaz Ayuso y Sánchez, la aspirante de la tercera fuerza en los sondeos también privilegia el debate sobre la gestión de la pandemia en su estrategia. Es sanitaria, y se dio a conocer, precisamente, por sus críticas a la planificación regional.

Ocurre en Madrid. Hay elecciones. Al debate público no ha trascendido ni una sola propuesta para la región. En la campaña todo gira alrededor de una cosa: el virus.