La voz limpia de Covite frente al ruido

Por alguna razón preocupante, EH-Bildu, una coalición diversa, que incluye a Sortu, pero también a Aralar, decidió que antecedentes penales por haber colaborado o pertenecido a ETA podían ser un reclamo electoral en los comicios municipales del País Vasco. Antes de que empezase la campaña, el pasado 9 de mayo, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ya denunció que habían incluido en sus listas a 44 candidatos condenados por su vinculación con la banda. Este martes se han felicitado por la renuncia de siete de ellos, los que habían sido condenados por delitos de sangre, a recoger su acta, al tiempo que han reclamado la de los otros 37. Estos días también han tenido que defenderse de las acusaciones de haber realizado esa denuncia pública “para favorecer a determinados partidos” en la contienda electoral. No es la primera vez que la independencia del colectivo molesta.

Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio Ordóñez, concejal del PP asesinado por ETA en 1995, ha criticado que el “Gobierno haya tardado días en denunciar la ignominia de las listas de EH-Bildu”, a las que el presidente, Pedro Sánchez, se refirió el pasado 12 de mayo en estos términos: “Hay cosas que pueden ser legales, pero no decentes”. Antes y cada vez ―es decir, con demasiada frecuencia―, Ordóñez ha denunciado también el uso que, a su juicio, hacía de las víctimas del terrorismo el partido al que pertenecía su hermano. También sus incoherencias. Cuando miembros del PP frivolizaban con los años de plomo del terrorismo, declarando que ETA está “más viva que nunca” (Isabel Díaz Ayuso) o que “la situación política es peor que cuando ETA mataba” (Cayetana Álvarez de Toledo), Ordóñez se revolvió, recordando la victoria del Estado de derecho y de las víctimas en la disolución de la banda, en 2018. Cuando el PP ha criticado los acercamientos de presos etarras, la hermana del edil asesinado también ha recordado que son legales y que la diferencia entre los gobiernos de los populares y el actual es que entonces se hacían con ETA viva y matando y que ahora el Ministerio del Interior se los comunica a las víctimas antes de que se produzcan. José María Aznar, que llegó a referirse a la banda terrorista como “Movimiento Vasco de Liberación”, también declaró en 1998, siendo presidente del Gobierno: “Tomar posesión de un escaño siempre es preferible a empuñar las armas”. Paralelamente, y sin descanso, Covite homenajea cada día a los asesinados y heridos por la banda y alude a los cerca de 300 crímenes todavía por resolver.

Al mediodía, en una rueda de prensa “urgente”, el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se presentó como víctima de una “nueva e inaceptable campaña de acoso y derribo por parte de determinados sectores de la derecha española, a los que se han sumado irresponsablemente otras fuerzas, para crear un lodazal en el que regodearse por meros intereses políticos y electoralistas”. Sin embargo, en la comparecencia sin preguntas, Otegi admitía, implícitamente, el error.

La decisión provocó diferentes reacciones incluso dentro del mismo partido. El PP, que ha convertido las listas de EH Bildu en su principal argumento para pedir el voto en municipios y autonomías, ofreció dos versiones. Celebró en su cuenta de Twitter Alberto Núñez Feijóo a las 9.51: “La democracia, la dignidad y la decencia de la mayoría de los españoles se ha impuesto a pesar de Pedro Sánchez, que eligió dejar solos a los españoles. Hemos dado el primer paso. Vamos a por los siguientes”. Y tuiteó, escéptica, seis minutos más tarde, Díaz Ayuso: “No van a renunciar porque van igualmente en la lista. Y claro que tomarán posesión. ¿Qué palabra tiene un asesino? La misma que los otros 37 cooperadores necesarios de los asesinatos, secuestros y extorsiones. Son igualmente culpables y así los condena la ley”. Posteriormente, el líder del PP se acercó a esa postura: “Esperemos y deseemos que en las próximas horas comparezcan en la Junta Electoral y renuncien a sus actas por escrito y esto no sea un engaño más”. ¿Servirá la renuncia para que ETA salga del debate electoral de las autonómicas y municipales? ¿Para hablar de Sanidad, Educación, Medio Ambiente...?

PP y Vox funden discursos

Mientras, el PP y Vox funden discursos en determinadas materias. El partido de Santiago Abascal ha convertido la seguridad ciudadana en el leitmotiv de su campaña, con el lema “Cuida lo tuyo”, vinculando delincuencia e inmigración y exagerando las cifras de okupaciones. Este martes, en Torrejón, el PP ha apelado al voto del miedo y en defensa de “la propiedad privada”. Tanto el candidato a la alcaldía, Antonio González Terol, como el propio Feijóo han insinuado que es común que un ciudadano se vaya de vacaciones y a la vuelta vea su casa okupada, al tiempo que denunciaron la proliferación de “robos y asaltos en establecimientos” y “el regreso de la heroína a los parques” del municipio, gobernado por el PSOE. “Conmigo como alcalde no habrá paz para los delincuentes”, declaró Terol. La okupación de viviendas se ha frenado por primera vez en siete años. El número de estas infracciones penales registradas en España en 2022 fue de 16.726, un 3,2% menos que el año anterior, cuando esta cifra se había disparado hasta las 17.274, máximo histórico.

Precisamente una concejal de Vox en Parla, Ana González Martínez, fue detenida el pasado jueves por la Policía Nacional en una operación contra la venta y distribución de droga en la zona sur de Madrid y en municipios cercanos de la provincia de Toledo. La actual alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, del PP, tuvo que justificar el pasado abril en el Senado el aumento de su patrimonio después de que actualizase su declaración de bienes un mes después de que la Audiencia Nacional procesara a su marido ―recientemente fallecido― y al hijo de este, Joakim Broberg, por una trama relacionada con el narcotráfico y el blanqueo de capitales. Entre los candidatos electorales con antecedentes penales, destaca, además, la presencia en las listas de Falange a la alcaldía de Bilbao de uno de los autores de la matanza de los abogados de Atocha, Carlos García Juliá, que fue condenado a 193 años de cárcel y permaneció dos décadas huido de la justicia.

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