Bicis, árboles y un precio tope en suministros básicos: ¿moralina o supervivencia?
Partidos y ONG cruzan sus propuestas para afrontar los retos y dilemas que acechan a las ciudades, desde ‘supermanzanas’ o refugios de sombra hasta un fondo municipal contra la pobreza
Veranos asfixiantes de seis meses, lluvias torrenciales de vez en cuando, masificación turística y empobrecimiento casi general. Nadie dijo que los retos de los nuevos gobiernos locales y autonómicos fueran sencillos, pero en campaña la variabilidad en las posiciones puede llegar a ser desconcertante. En este lunes electoral, el PP le ha afeado al PSOE en Sevilla la desigualdad entre los barrios ricos y pobres, la avalancha de turistas y la falta de árboles. Los socialistas de Bilbao han prometido dos nuevas comisarías de policía, mientras que en Valencia son los populares los que han alertado contra el aumento de la delincuencia durante los mandatos de la izquierda. “Donde ha bajado la criminalidad ha sido en los políticos valencianos”, ha retrucado Sandra Gómez, candidata del PSOE a la alcaldía de la capital del Turia.
Entre debates y mítines, han caído propuestas frente a la emergencia climática. El PNV anuncia obras hidráulicas en Álava para proteger de las riadas pueblos y empresas. Y la candidata a la reelección en Barcelona, Ada Colau, piensa extender a los barrios su modelo de supermanzanas, que restringe el tráfico y peatonaliza calles. A estas zonas en las que la capital catalana es pionera le ponen pegas, sin embargo, todos los rivales de los Comunes, incluido su actual socio, el PSC. En el debate entre los aspirantes a la alcaldía de Valencia, el regidor ciclista Joan Ribó, superviviente junto a Colau de la nueva política que triunfó en 2015, defiende que con su coalición con el PSOE se ha avanzado hacia una movilidad menos contaminante. Vox se ha limitado a dejar claro que detesta estas medidas porque cree que existe “el derecho y la libertad” de usar el vehículo que a uno le dé la gana. “Se considera que un ciudadano que utiliza una bici es moralmente superior al que utiliza una motocicleta o un coche, cosa que es falsa”, aduce su cabeza de cartel, Juan Manuel Badenas.
Si quien se perfila como el aliado clave del PP tras el 28-M se vanagloria de su negacionismo, el candidato de la gaviota en Sevilla no duda en emular a Greta Thunberg. En un cara a cara, el alcalde socialista Antonio Muñoz y el aspirante popular a sustituirlo, José Luis Sanz, han coincidido en que la capital andaluza necesita crear zonas de sombra y plantar árboles para combatir las olas de calor. El popular, sin embargo, le ha recriminado a su rival que el problema “no se amortigua con cuatro tolditos” y “en ocho años tenemos 5.000 árboles menos”. Sanz también ha arremetido contra la masificación turística y ha pedido más industria. “El turismo se nos ha desbordado porque usted ha dado licencias para 45.000 pisos turísticos”, le espetó a Muñoz. El socialista se la ha devuelto señalando al Gobierno de Juan Manuel Moreno: “Estoy esperando como agua de mayo el decreto de la Junta que posibilite que en las zonas tensionadas no otorgue ninguna licencia más”.
La Plataforma del Tercer Sector, que agrupa a 28.000 entidades sociales, ha metido la cabeza este lunes en la refriega para señalar a los gobiernos locales y autonómicos que salgan de las urnas el camino para combatir el “devastador” impacto social de la pandemia y la guerra. Forman parte de esta organización ONG católicas, laicas, autodefinidas como progresistas o de carácter más conservador. Todas están de acuerdo en que los ayuntamientos deben crear un Fondo Local contra la Exclusión Social y la Pobreza con al menos el 5% del presupuesto municipal. Coinciden en que se necesita un “plan de choque” de vivienda pública, fortalecer las rentas básicas garantizadas y limitar las tarifas que cobran a los vecinos empobrecidos las empresas de suministros esenciales como la electricidad, el agua o internet. Urgen mejorar el transporte público e impulsar “estrategias de arraigo local” que frenen la despoblación.
Esperanza Aguirre se dejó ver en Madrid pidiéndole a San Isidro que acabe con “el Gobierno socialcomunista”. Bendijo los pactos de PP y Vox y criticó a los que “estigmatizan” al “perfectamente equilibrado” partido que lidera Santiago Abascal. Por la tarde, la expresidenta de la Comunidad de Madrid se fue a hacer campaña en Parla. Eligió un día aciago para Vox en este municipio madrileño. La número tres de la lista de la ultraderecha no ha podido siquiera arrancar la campaña. Desde hace unos días duerme entre rejas, al igual que su marido militar, acusada de narcotráfico y blanqueo.
A Cantabria viajó Alberto Núñez Feijóo. Se reunió con ganaderos y se comprometió a desproteger al lobo si llega a presidente del Gobierno para que puedan “defender” sus reses. El líder del PP presumió de sus orígenes en una aldea de Ourense frente a Pedro Sánchez, que solo conoce el mundo rural “desde el Falcon”, dijo. Posó sonriente entre vacas. En su primera campaña electoral en Galicia, desconcertó a sus paisanos durante una visita a una granja. Lanzó una pregunta inesperada sobre el animal sagrado del campo gallego: “¿Por qué ponen siempre a las vacas nombre de mujer?”. El ganadero lo iluminó con el fogonazo de su respuesta: “Porque son vacas. ¿Cómo le vamos a poner? ¿Xulián?”.
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