Lo local se abre hueco: de la Concejalía del Tajo a la “remunicipalización” de Florentino Pérez

Quién diría que el 28-M la ciudadanía tiene que elegir a los gobiernos más cercanos a su casa. Sobre el primer día de campaña de las municipales y autonómicas ha planeado una brigada de paracaidistas. Líderes políticos de distinto signo y con despacho en Madrid se han dejado caer en Badajoz, Valencia, Santiago o Jerez de la Frontera. Lo han hecho para hablar de Joe Biden, del independentismo catalán, del impuesto a las grandes fortunas y de EH Bildu. Ha costado, pero finalmente algunos asuntos que sí están en juego en estas elecciones han logrado abrirse hueco.

En Toledo, capital del feudo socialista de Castilla-La Mancha, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha dedicado apenas un minuto de su discurso al controvertido trasvase que lleva el agua del Tajo a los regadíos de la Región de Murcia, territorio que gobiernan los populares desde hace 38 años. No ha aclarado si su partido lo restringirá o no, pero ha prometido un milagro en tiempos de sequía y con Doñana en peligro: “Solucionaré el problema del agua en toda España”. Lo hará con “trabajo”, sin dar más detalles. Su candidato a presidir Castilla-La Mancha, Paco Núñez, se ha limitado a criticar que el agua se vaya “a Portugal” y ha advertido de que el PSOE “expropiará” fincas a los agricultores. El aspirante popular a alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, se ha mostrado dispuesto a crear la Concejalía del Río Tajo para descontaminarlo. Tras asegurar que “Sánchez y los independentistas” les “quitan” a los manchegos “las inversiones”, ha recriminado a la alcaldesa del PSOE que “llene la ciudad de radares escondidos entre los coches para inflarnos a multas”.

En Valencia, foco clave en la batalla electoral entre los bloques de izquierda y derecha, han recalado este viernes por la tarde tres ministros de Unidas Podemos: Irene Montero, Ione Belarra y Alberto Garzón. Pilar Lima, candidata de la formación a la alcaldía, una mujer “sorda, bollera y valiente”, como la describió Montero, ha prometido que aplicará los topes de precio de la ley de vivienda del Gobierno central y que “remunicipalizará” servicios básicos que ahora manejan empresas “de Florentino Pérez”: “¡Fuera vuestras manos sucias de los servicios esenciales!”.

Garzón ha conectado en Valencia el cambio climático “con la lucha de clases”. “¿Alguien de aquí se desplaza en jet privado?”, preguntó al auditorio. “Hay quien lo hace cada semana entre Madrid y Salamanca cuatro veces: el presidente de Iberdrola [Ignacio Galán]. Y luego hace greenwashing”. A 600 kilómetros, en Marinaleda, el pueblo sevillano históricamente gobernado por un partido de jornaleros, el mitin de Vox ha acabado con una pelea entre seguidores de Santiago Abascal y un grupo de vecinos. Un militante del partido ultraderechista ha resultado herido con una brecha en la cabeza.

Entre Bildu y Joe Biden, se han colado propuestas. El PSOE plantea un centro de envejecimiento activo en cada barrio de Cádiz y cursos para camareros en Madrid. El PP defiende una bajada generalizada de impuestos en Alicante. Compromís promete en Valencia un servicio de ayuda en el hogar para familias que hayan tenido un bebé. El partido La Izquierda de Huelva (una candidatura en la que están Podemos e Izquierda Unida) propone una tasa Amazon, un gravamen al reparto a domicilio de mercancías compradas por internet. El PNV piensa construir dos geriátricos en Bizkaia. Y Más Madrid dice que contratará a 1.100 enfermeras para la atención primaria.

Hay quien en campaña no pierde el ánimo, aunque el mundo se derrumbe a su alrededor a base de sondeos. Begoña Villacís, candidata de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, ha advertido este viernes al PP de que se presenta “a alcaldesa, no a vicealcaldesa”. Su compañero de partido y alcalde de Paracuellos del Jarama, José Alberto Campos, ha optado por poner los pies en el suelo y rogar al cielo. Ha impulsado una campaña en change.org con una petición al Ministerio de Defensa: que permita que en la procesión que se celebrará en el pueblo el 28 de mayo en pleno recuento electoral, el Santísimo Cristo de la Salud pueda ser acompañado por la Bripac, es decir, por la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas. Defensa lo ha desautorizado porque aprecia “fines electoralistas”.

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