Debutantes ante las urnas el 23-J: “Pensé que mi primer voto sería más sencillo, y no para unas elecciones tan importantes”

“Siempre pensé que mi primer voto sería más sencillo”, asegura Biel Sánchez. “Pensé que votaría por primera vez en algunas municipales o autonómicas, pero no en unas elecciones generales tan importantes”. Con 18 años recién cumplidos el 20 de junio, Sánchez no llegó a tiempo para votar en las municipales y autonómicas del 28-M, pero es uno de los más del más de millón y medio de personas que sí participarán por primera vez en unas elecciones. Sánchez, que empieza en septiembre en la Universidad, tiene claro que va a ejercer su derecho al voto. Y está esperando a hacerlo con “ilusión”. No obstante, no es la tónica general en este segmento social.

“El 45% de los primeros votantes confiesan sentirse políticamente huérfanos”, asegura Carlos Domínguez, de la empresa demoscópica 40dB., cuyos barómetros publican EL PAÍS y la SER. Esa cifra de orfandad es muy superior a la media de los electores, que, según Domínguez, está en torno al 27%. La volatilidad, la indiferencia, la abstención, el rechazo o la decepción son las características más comunes que expresan los votantes primerizos en las encuestas.

“Hay que tener en cuenta que ellos no se ven representados en los políticos, porque la mayoría tienen la imagen de sus padres”, prosigue Domínguez. Y añade: “Hemos observado, aunque con cautela, que la fuerza más votada entre aquellos que se señalan ideológicamente sería Vox”. Aunque puntualiza que para estas generales no habrá un partido claramente predominante por el que vayan a apostar los primerizos.

EL PAÍS ha entrevistado a cuatro primeros votantes de distintos puntos de España e ideologías para saber cómo afrontan su primer reto ante las urnas, y cuáles son sus sensaciones en unas elecciones en medio del verano.

Biel Sánchez, 18 años

A Biel Sánchez (Girona, 18 años) la convocatoria del 23-J lo pilló volviendo de un viaje desde París. “Al principio me quedé un poco sorprendido, aunque tampoco tengo un trauma porque las elecciones sean en verano”, sonríe. “Para mí eso no es importante. Ir a votar son 10 minutos”.

Con tan solo 13 años, la política entró en su vida a través de la militancia ecologista. A esa edad, fundó Pulseres Verdes junto con otros amigos que, como él, estaban preocupados por el medio ambiente. Cuando acudió a un debate con políticos en representación de aquella asociación, se dio cuenta de lo necesario que era poder dar su opinión y ser escuchado, que en el fondo es de lo que va política para él.

Y estas elecciones son importantes, no solo porque sean las primeras en las que va a participar, sino por el contexto político polarizado. “Tengo claro que voy a ir a votar. Ya que tengo ese derecho, quiero poner mi grano de arena”, asegura. Pero aún no tiene muy claro qué partido será. “Lo que más me interesa es la defensa de los derechos humanos y los derechos feministas y ecologistas. Así que será algún partido de izquierdas. Estoy indeciso entre PSOE o Sumar”.

—¿Por qué son relevantes estas elecciones?

—Por el auge de la derecha, y porque las elecciones nacionales tienen un impacto mucho más grande en la política.

No obstante, lo que más le va a motivar para votar, no es el miedo a una posible entrada de Vox en el Gobierno, sino que votará por aquellas medidas que más le preocupan. “A mí me parece increíble que en pleno 2023 estemos discutiendo la existencia de algunos derechos. Pero el miedo no sirve de nada”, apostilla.

Tiene una visión optimista de la situación general del país, aunque entiende que los de su edad van a ir a votar por primera vez sin una gran ilusión. “No es como la generación de nuestros padres, que fueron jóvenes en la Transición. A nuestra generación le interesan otras cosas, como el cambio climático o la salud mental”.

Marina Martínez, 20 años

Entre examen y examen, Marina Martínez intenta seguir lo que está pasando en la actualidad política. Para esta murciana de 20 años, que cursa su segundo año de Arquitectura en la Universidad Católica de Murcia, “es importante estar informado a la hora de votar” y desarrollar un criterio propio. Los estudios no le dejan mucho tiempo para estar encima de todo lo que sucede. “Sí que intento ver algunas entrevistas que dan los candidatos”, apostilla.

Dice que desde pequeña le ha interesado la política. “Siempre he preguntado a mis padres, o he intentado ver las noticias”, asegura. El 15 de julio finaliza sus exámenes, y tenía pensado irse de vacaciones a la playa para descansar un poco después de tantos estudios: “Iba a ir a ver a una amiga a Mallorca, pero ahora lo voy a posponer, porque quiero votar presencial en Murcia”.

Martínez es muy crítica con la convocatoria electoral del 23 de julio. Aun así, asegura que irá a votar. “Son las primeras elecciones y me hace ilusión”, sostiene. Y también lo considera un deber cívico.

Tiene claras sus convicciones ideológicas, aunque no tanto el partido que mejor las puedes representar, por eso está dudando entre votar a PP o a Vox. Entre otras medidas, lo que más le atrae del partido de Santiago Abascal son su atención hacia los autónomos o la propuesta de centralizar las competencias autonómicas. “Yo opino que cada región debe tener su particularidad. Pero en algunos casos creo que es mejor centralizar el poder, por algunos problemas que hemos tenido con Cataluña o El País Vasco”, asegura.

Al ser Vox un partido nuevo, piensa que se le podría dar una oportunidad. “Con el PP estoy un poco descontenta por los casos de corrupción que han tenido en el pasado, y porque dicen una cosa y hacen otra cuando están en el Gobierno”.

Norberto Tante, 19 años

Norberto Tante (Toledo, 19 años) vive en Polán, un municipio de poco más de 3.000 habitantes que está a 20 minutos en coche de la capital, donde trabaja como peluquero en una barbería. Este verano le tocaba trabajar. Por eso, la convocatoria electoral no le ha trastocado muchos planes, aunque sí reconoce que le dio miedo la posibilidad de que le tocara asistir a una mesa electoral. “Eso me fastidió un poco cuando me enteré”, comenta.

A pesar de todo, tiene decidido ir a votar, pero expresa muchas dudas respecto al partido por el que lo hará. “No sé… tendré que ponerme a leer los programas cuando salgan. Y decidiré al final quién me gusta más. Me gustaría esperar y tomármelo con calma. Voy a esperar hasta los últimos días”, asegura. Y, aunque no menciona una preferencia concreta por una ideología o por un partido, sí se muestra favorable a algunas medidas, sobre todo aquellas relacionadas con la justicia social y la ayuda a los más desfavorecidos.

Observa que tanto entre sus amigos como en su casa cada vez hay menos deseos de implicarse en política o de ir a votar: “La gente tiene menos ganas de votar, ya no tienen la ilusión por eso”.

Ruth Arreo, 19 años

A sus 19 años, la ilicitana Ruth Arreo afronta varios cambios vitales. En agosto finaliza su contrato de alquiler y tiene que buscar otro piso —“con lo caros que están los alquileres, a ver cómo me las arreglo, porque miro los precios y casi entro en depresión”, sonríe—; en septiembre va a empezar una nueva carrera universitaria, Tecnología, después de que a principios de este año abandonara Periodismo porque no le gustaba, y, entre medias, trabaja de camarera para ahorra y costearse la matrícula. Entre toda esta vorágine, la vivienda es un tema que le importa especialmente, y alza su voz mientras hace el recuento de los precios tan desorbitados que ha estado mirando en su ciudad, en Elche. “La política tiene que centrarse en esto porque parece que no están haciendo nada al respecto”, defiende Arreo, que confiesa que no es una apasionada de la política, pero sí va ir a votar en las generales de julio.

“Todavía no tengo claro por quién va a ser, pero casi seguro será al PSOE, porque Sumar, que es la otra opción, es un partido todavía muy nuevo todavía”, asegura. Hace dos meses, votar por el partido de Pedro Sánchez no era una opción para ella, pero después de las autonómicas y municipales del 28 de mayo, algo impactó en ella: el pasado 20 de junio, PP y Vox pactaron para gobernar en Elche y eliminaron la concejalía de Igualdad por una de Familia. Este hecho la ha alejado de su inicial planteamiento, que era apoyar a los populares como una forma de expresar su descontento con el actual Gobierno de coalición. “Ahora no estoy nada de acuerdo con lo que están haciendo”, prosigue, “sobre todo respecto al recorte de derechos de las mujeres. Siento que el PP se ha radicalizado mucho”.

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