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El voto joven ante el 28-M: “Nos tienen acostumbrados a tratarnos como idiotas”

El 20% de los llamados a participar en los próximos comicios son menores de 35 años. Seis jóvenes explican sus inquietudes ante las urnas

José Antonio Vozmediano, en Granada.
José Antonio Vozmediano, en Granada.Fermin Rodriguez (EL PAÍS)
Virginia Martínez

Esperar hasta el mismo día de las elecciones para decidir el sentido del voto. Cambiar de partido sin miramiento. O ni si quiera acudir a las urnas. Son algunos rasgos que comparten, según los expertos, buena parte de los electores jóvenes ante comicios como los del próximo 28 de mayo. En el inminente proceso electoral, el 20% de los llamados a participar son menores de 35 años. Y 1,5 millones pueden ejercer el sufragio activo por primera vez en un tablero político polarizado, con una aparente vuelta al bipartidismo, y en el que muchos se sienten “olvidados” hasta iniciada la campaña, cuando los candidatos inundan los mítines de “falsas promesas”. EL PAÍS ha entrevistado a seis jóvenes de distintos puntos de España e ideologías dispares para conocer sus sensaciones ante unas elecciones, tan ajustadas en algunos territorios, que será crucial movilizar al voto joven, tradicionalmente más abstencionista.

José Antonio Vozmediano, 33 años: “Nos tienen acostumbrados a tratarnos como idiotas”

José Antonio Vozmediano, profesor de Lengua y Literatura en Granada, de 33 años, apoyó a Unidas Podemos en las últimas elecciones generales. Consideró que estas siglas proponían una mirada que “amplía derechos para todos” y promueven el “acceso a una vida más digna”. Como profesor de instituto, mantiene a su vez un contacto continuo con menores cuyas sensibilidades políticas están en desarrollo. “Cuando hablo con los chavales, veo la forma en la que ellos perciben cuáles son los problemas. Y hay entre ellos un descrédito con la clase política, que probablemente tenga que ver con la forma de comunicar. También con el carácter rebelde de la edad. Vox tiene un discurso antisistema y encuentran en él un antídoto, el problema es que ese antisistema tiene que ver con vejaciones e intolerancia”, sostiene el granadino.

Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Vox recibirá en torno al 7% de los apoyos de los menores de 35 años, cifras por encima de las que se observan en personas de mayor edad. En esta línea, el director de investigación de opinión pública en Ipsos, Paco Camas, considera que la sociedad se encuentra en un momento de regresión, coincidente con la incorporación de partidos de extrema derecha, como Vox, que “dan carta de naturaleza a cuestiones que antes se pensaban pero no se decían y ahora se exponen sin ningún tipo de complejo”.

José Antonio Vozmediano, votante joven de 33 años, posa en un parque de Granada.
José Antonio Vozmediano, votante joven de 33 años, posa en un parque de Granada. Fermin Rodriguez (EL PAÍS)

Tanto en campaña como en la precampaña, las formaciones políticas han ido lanzando, acto tras acto, medidas orientadas a los jóvenes, como ayudas en la adquisición de la primera vivienda, becas para estudiar, soportes para ocio y viajes o iniciativas para facilitar la emancipación de los padres. Respecto a este bombardeo constante, el granadino Vozmediano se muestra crítico: “Vivimos en una ansiedad constante preelectoral. No da tiempo a pararse a pensar qué es propaganda y qué es realidad, no sabes cuándo te venden la moto y cuándo no. Echo de menos campañas con un ejercicio gordo de honestidad, en el sentido de que esto se puede hacer y esto no. Y estas son nuestras verdaderas apuestas”.

Pablo Seoage, 31 años: “No tengo claro a quién votaré el 28 de mayo”

Pablo Seoage, funcionario de Correos en Cangas do Morrazo (Pontevedra), forma parte de ese 23% de los menores de 35 años que, según los datos del CIS, no sabe por qué formación política se decantará el próximo 28 de mayo. A esto se suma el hecho de que el 4,43% directamente no votará, un número por encima del resto de franjas de edad. Ambas circunstancias convierten a este grupo poblacional en objetivo claro de las proclamas de los líderes políticos en la recta final de la campaña, como así explica Paco Camas. “En según qué sitios, el resultado va a estar muy ajustado, por lo que es necesario recabar cada voto. Hay que tratar de movilizar a quien tradicionalmente no se moviliza, es fundamental, porque la diferencia para conseguir un gobierno va a ser por muy poco”.

Pablo Seoage en Cangas do Morrazo (Pontevedra).
Pablo Seoage en Cangas do Morrazo (Pontevedra).ÓSCAR CORRAL (EL PAÍS)

Entre los elementos estructurales que influyen en un mayor abstencionismo entre los jóvenes se encuentra el hecho de que el desarrollo del vínculo con la política siempre es un proceso largo. La cercanía con la política se va adquiriendo conforme el individuo se incorpora a la vida laboral, o si quiere formar una familia, ya que el sujeto se asoma más a la vida pública. Hasta ese momento, es más complicado sentirse interpelado. Al avanzar en la treintena, ese interés se empieza a sentir con más fuerza.

Además de ser tradicionalmente más abstencionistas, los jóvenes son más propensos a cambiar de partido en cada proceso electoral. “Construyes tu memoria política conforme a lo que has aprendido o has vivido, pero ya no hay vínculo directo. Vives lo más inmediato y cuál es la situación actual. Con la pandemia o la crisis económica de 2008 como los dos grandes puntos de inflexión en los jóvenes de hoy en día”.

Para la directora de la empresa 40dB., Belén Barreiro, lo más importante es que, a diferencia de los mayores, “los jóvenes no han tenido tiempo de desarrollar lealtades partidistas, son volubles”. En consecuencia, explica, “son también menos propensos a fijarse en las siglas y más en propuestas concretas”.

Y en esas anda de momento el gallego Seoane. En estos últimos días, este treintañero atenderá a los mítines y programas de su municipio pontevedrés, de 26.832 habitantes, para decantarse por un partido u otro. En Cagas de Morrazo el Ejecutivo local está integrado por un tripartito de izquierdas. “Votar a nivel local es diferente porque votas más a la persona que al partido”, admite el funcionario de Correos, que en las elecciones generales se decantó por el PSOE. “Me plantearía ahora votar al PP en Cangas aunque sean de derechas. Porque cuando gobernaron en el pasado, antes de los que están ahora, lo hicieron bien. El tripartito de izquierdas lo ha tenido más complicado”.

Giomar de Urioste, 18 años: “En un momento llegué a pensar en no votar, pero al final pensé que eso es dar tu opinión de alguna manera”

Giomar de Urioste, estudiante de Periodismo y Humanidades en Madrid, es una de las 1,5 millones de jóvenes que el próximo 18 de mayo ejercerá el derecho al voto por primera vez. De Urioste, nacida en una familia que apoya al Partido Popular, será fiel a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “Lo primero que me gusta de Ayuso es que valora mucho Madrid y se siente muy orgullosa de ser madrileña. Además veo que tiene las narices de hacer lo que hay que hacer”, afirma. Eso sí, esta universitaria no tiene tan claro sus preferencias por el candidato al Ayuntamiento de la capital, José Manuel Martínez Almeida.

Guiomar de Urioste, en Madrid.
Guiomar de Urioste, en Madrid.INMA FLORES

La “transversalidad” de Ayuso en todos los grupos de población, sea la edad que sea, indica el investigador Camas, provoca que encuestas como la del CIS y la de 40dB. elaborada para el EL PAÍS y la Cadena SER sitúen a la popular cerca de la mayoría absoluta. El equipo de comunicación de la presidenta ha sabido además trasladar a la red social más popular entre los más jóvenes, TikTok, la melodía de su campaña, Ganas, y acumula ya decenas de millones de reproducciones en la plataforma de vídeos cortos.

Hace unos años, la irrupción de partidos nuevos como Podemos y Ciudadanos capitalizó buena parte del voto joven. Una tendencia que ahora, y sobre todo en estas elecciones del 28 de mayo, se ha frenado. “Ese voto está volviendo a PP y PSOE también entre los jóvenes. De 18 a 24 más al PP. La izquierda necesita movilizar a los suyos, pero la derecha lleva movilizándose dos años, desde que Pedro Sánchez llega al Gobierno”, analiza Paco Camas. “Piden a la gente votar con ganas de que haya un cambio, votarán motivados por eso aunque sean las municipales”. Respecto al espectro ideológico, Belén Barreiro sostiene que “son más progresistas. En las municipales, se observa una mayor propensión a votar al PSOE que al PP”.

Ainhoa Dávila, 20 años: “En las instituciones debería hacerse un trabajo más efectivo para que los jóvenes voten”

Ainhoa Dávila, estudiante de Derecho en Telde (Gran Canaria, Las Palmas), también es votante primeriza. Dávila siente pasión por la política desde hace años, lo que, en su caso, la llevó a integrarse en las bases del Partido Socialista porque la formación defiende lo “racional y coherente”. “Por su discurso, podría votar a Podemos, pero su forma de hacer política no me gustaba”, considera esta universitaria, que lamenta el poco valor que los jóvenes de hoy día dan al derecho al sufragio activo. “Votan a cualquiera porque no creen que tenga un impacto en su vida. Yo estoy metida en esto, pero soy la excepción de la norma, en las instituciones debería hacerse un trabajo más efectivo para que los jóvenes voten”, se queja esta miembro de Juventudes Socialistas.

Ainhoa Dávila, en Telde.
Ainhoa Dávila, en Telde.

Aunque entre los expertos se aglutina políticamente a los jóvenes bajo el paraguas de los mejores de 35 años, dentro de ese colectivo hay diferencias por segmentos de edad. Una división que afecta a su vez a los condicionantes de su sentido del voto. “Los más jóvenes, de 18 a 24 años, están más centrados en cuestiones identitarias, no materiales. Los segundos empiezan a preocuparse más por cuestiones materiales, como la vivienda”, subraya Barreiro. “Se categoriza así porque comparten unos elementos comunes: cuando tienes un trabajo pero eres independiente económicamente, pues ahora no es lo habitual hacerlo antes de los 35 años. Es el corte que se hace en todos los países”, apunta Camas. Respecto a Sumar, los datos indican que ha nacido con un gran grado de transversalidad, pero no tanto entre los jóvenes, sino en la franja de edad de 55 a 64 años. “En las franjas de menores de edad es más competitivo el PSOE. Pero es una incógnita qué pueda ocurrir”, indica Camas.

Irache Goded, 30 años: “La primera vez que voté fue al PP, en mi familia, que es de izquierdas, no se lo creían”

Irache Goded, enfermera en Teruel, nació y creció con el movimiento ciudadano de Teruel Existe, y ahora vota a este partido regionalista nacido en defensa del abandono que sufren, a su juicio, territorios de la España vacía. “Nunca me he encasillado en un partido porque no me representaba ninguno al 100%”, recuerda Goded, que considera que la formación liderada por Tomás Guitarte huye de electoralismos y campañas y trabaja “todo el año incansablemente” por la gente de su tierra. “Me siento identificada con quien se involucra y no pone palos en las ruedas por sus territorios, como Lambán”, puntualiza Goded. Esta enfermera apenas presta atención a la campaña, ni a la política a diario.

Irache Goded, en Teruel.
Irache Goded, en Teruel.Antonio garcía

Raquel Ayala, 27 años: “Votar refuerza el sistema, y si no estoy de acuerdo con el sistema político, ¿por qué lo voy a votar?

Raquel Ayala, de 27 años, es opositora a la Administración local en Murcia y lleva la abstención a su máxima expresión. Profesa lo que se conoce como “abstención activa”, una práctica que consiste en acudir a los colegios electorales durante la cita en las urnas y, una vez allí, coger las papeletas y romperlas. Es su herramienta para demostrar su descontento con el sistema. “Nos negamos a ser cómplices, es una manera de manifestarnos de manera civilizada y de recalcar que somos conscientes del valor de nuestro voto. Nos hacen creer que tenemos la soberanía, pero es solo una manera de refrendar las listas cerradas. Se han encargado de crear un sistema que no se puede cambiar desde dentro, por eso es que todos los políticos hacen un llamamiento a la participación ciudadana, el voto no es un deber cívico, el voto es un derecho”, defiende Ayala.

Raquel Ayala, en Murcia.
Raquel Ayala, en Murcia.ALFONSO DURAN (EL PAÍS)

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Sobre la firma

Virginia Martínez
Es redactora en la sección de España y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en la sección audiovisual hasta verano de 2021. Antes cubrió información local en el diario Granada Hoy. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Granada y en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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