El Gobierno homenajea a represaliados de ambos bandos en el día oficial por las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura
Sánchez asignará declaraciones de reparación, en nombre del Estado, a un fotógrafo asesinado en una checa, al galleguista Castelao, la primera transexual en cambiar su DNI, la escritora María Teresa León y la cúpula clandestina de CC OO, entre otros
El próximo lunes, aniversario de la aprobación en las Cortes de la Constitución española, y en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, se celebra el segundo día oficial de recuerdo y homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, junto al ministro de la presidencia, Félix Bolaños, entregará a más de una veintena de ellas, a sus descendientes o representantes declaraciones de reparación en nombre del Estado. Corresponden a diferentes colectivos amparados por la ley, que acaba de cumplir un año en vigor, e incluyen a represaliados de ambos bandos de la contienda.
Fue Francisco Franco en primero en diseñar leyes de memoria. El BOE está repleto, a partir de 1936, de decretos, órdenes y normas para buscar a los desaparecidos —encargó un protocolo de exhumaciones—, darles un entierro digno, homenajearlos con “medallas al sufrimiento por la patria” y compensar a sus familias con pensiones vitalicias. Pero solo a las víctimas de su bando y durante 40 años. Las leyes de memoria de la democracia se dirigen especialmente a quienes nunca habían sido reparados, los que no pudieron enterrar a sus muertos, los que sufrieron la incautación de sus bienes y la depuración en sus puestos de trabajo, pero ampara a todas las víctimas, las de ambos bandos. Al igual que el año pasado, el Gobierno ha invitado al acto al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso y al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Ninguno de los tres dirigentes del PP acudió a la cita en 2022.
Este es el listado completo de los homenajeados el próximo lunes:
José Luis Demaría López, Campúa. Fue el fotógrafo oficial del rey Alfonso XIII, periodista y empresario. Cubrió la guerra colonial en el norte de África y dirigió la revista Mundo gráfico. Con su hijo, José, inauguró varias de las primeras salas de cine en Madrid. Fue detenido, encerrado en la checa de Fomento y asesinado en septiembre de 1936, a los 66 años. Su hijo se convirtió en retratista de Franco.
Jesús Requejo San Román. Registrador de la propiedad, tradicionalista y de profundas convicciones religiosas, fue elegido diputado por Toledo en las elecciones de febrero de 1936 con la coalición Frente Nacional, opuesta al Frente Popular. En agosto de 1936, fue asesinado por milicianos junto a su hijo, Antonio, en el pueblo toledano de Los Yébenes. Después de la guerra, sus cuerpos fueron desenterrados y trasladados a la iglesia parroquial de Madridejos, donde hay una placa en su honor. Ambos fueron declarados mártires por Juan Pablo II y están en proceso de beatificación.
Manuel y Miguel Deza García. Eran hermanos, panaderos y sindicalistas. Miguel fue detenido y fusilado, sin juicio ni sentencia, en 1936, a los 29 años. Al estallar el golpe, Manuel fue movilizado por el bando sublevado, pero se integró posteriormente en el ejército republicano. Al terminar la Guerra Civil, fue detenido y encarcelado. Al salir de prisión, se unió a la guerrilla antifranquista cordobesa y falleció en un tiroteo con guardias civiles. Tenía 37 años.
María Teresa León Goyri. La comprometida escritora ayudó a preparar el Congreso de Escritores Antifascistas, organizó la Alianza de Intelectuales y las Guerrillas del Teatro. Recorrió el frente con un mono de miliciana, recitando. Con el pintor Timoteo Pérez Rubio, el escultor Jaime Ferrán, el cartelista José Reanu y su compañero durante 60 años, Rafael Alberti, contribuyó a salvar cuadros del Museo del Prado durante el asedio de Madrid por las tropas franquistas. Después de 35 años de exilio en Francia, Argentina e Italia, regresó a España con Alberti en 1977.
Nicolás Sánchez-Albornoz. El reputado historiador, fue detenido y condenado a trabajos forzados en el Valle de Cuelgamuros por su activismo contra la dictadura en su etapa universitaria. Su célebre fuga del Valle inspiró la película Los años bárbaros. Fue el primer director del Instituto Cervantes.
Conchita Grangé Beleta. Nacida en Espui (Lleida), se crio con sus tíos en Toulouse (Francia). Su tío participó en la Resistencia organizando grupos de maquis en la zona de Arriège, y cuando tuvo que huir, como documentó Montserrat Llor, autora de Vivos en el averno nazi, Conchita, de apenas 17 años, asumió el relevo. En mayo de 1944, fue detenida y entregada a la Gestapo. Con su tía Elvira y su prima María fue enviada en un tren de ganado al campo de concentración nazi de Ravensbrück. Allí presenció el asesinato de tres niños: “El más pequeño tenía solo tres o cuatro años y corría por la calle de los barracones. Una de las Aufseherinen [guardiana del campo] le gritó, pero el niño no la escuchó y ella le lanzó el perro. Lo mordió y lo destrozó. Después ella lo remató a palos”, relató a Llor. También conocida como Conchita Ramos —tras casarse con un guerrillero catalán—, fue condecorada con la Legión de Honor del Gobierno francés y la Medalla de la Resistencia.
Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. El médico, dibujante, humorista, autor de teatro y uno de los padres del nacionalismo gallego fue diputado en la legislatura 1931-1933 y en la de 1936-1939, además de ministro en el gobierno republicano del exilio presidido por José Giral. Intervino activamente en la consecución del Estatuto de autonomía de Galicia, aprobado en 1936, pocos días antes del inicio de la Guerra Civil. Falleció en el exilio, en Buenos Aires, el 7 de enero de 1950 y sus restos fueron trasladados en 1984 al panteón de gallegos ilustres de Santiago de Compostela.
Salvador Espriu i Castelló. Poeta, dramaturgo y novelista, es uno de los grandes renovadores de la prosa en catalán. En 1966 fue detenido y multado por su participación en la Capuchinada, el desafío de 500 jóvenes universitarios al franquismo para aprobar los estatutos de una organización democrática. Recibió el Premio de Honor de las Letras Catalanas y fue candidato al Nobel de Literatura.
Gabriel Aresti Segurola. Cultivó todos los géneros literarios, pero es considerado el poeta más importante del siglo XX en el País Vasco, según recoge la Real Academia de la Historia. Fue, además, traductor al euskera desde el castellano, el inglés y el gallego. La policía franquista lo hostigó durante la dictadura y su casa fue varias veces registrada. Miembro de la Academia de la Lengua Vasca, defendió activamente la creación del euskara batua o euskera común unificado.
Manuela Saborido Muñoz, Manolita Chen. Nacida en Arcos de la Frontera (Cádiz) en 1943, fue una de las primeras transexuales que consiguió el cambio de nombre y sexo en el DNI y la primera madre adoptiva transexual. Durante el franquismo fue detenida varias veces en aplicación de la llamada ley de vagos y maleantes. En 1969 se operó en Casablanca (Marruecos). Reconocida artista del espectáculo y referente en la defensa de los derechos ligados a la orientación sexual, creó una fundación que lleva su nombre y que dispone de un hogar de acogida para jóvenes LGTBI.
Pedro Rico López. Abogado y político republicano español, fue diputado en las Cortes de la II República y alcalde de Madrid entre 1931 y 1934 y en 1936, año en que estalló la Guerra Civil. En 1941, ya en el exilio, un tribunal franquista le condenó a inhabilitación absoluta y extrañamiento por 15 años. Nunca regresó a España. En 2021, sus nietos iniciaron un proceso para la restitución de los bienes artísticos que le fueron requisados, algunos de ellos permanecen en museos públicos.
José Luis López Aranguren. Durante la Guerra Civil combatió en el bando nacional, destinado en servicios auxiliares de Intendencia y Sanidad la mayor parte del tiempo, según recoge la Real Academia de la Historia. En 1965 fue procesado y apartado de su cátedra de Ética por participar en una protesta de profesores y estudiantes contra la falta de libertad de asociación. El filósofo y ensayista se marchó entonces a EE UU, donde impartió clases en la universidad californiana de Santa Bárbara. En 1995 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Victoria Pujolar Amat. Fue la primera voz en catalán de la clandestina Radio España Independiente, La Pirenaica, el altavoz clandestino de los vencidos de la guerra. Tras exiliarse con sus padres en Francia, en 1944 regresó a España para unirse a la resistencia comunista. En Barcelona fue detenida y torturada.
José Ignacio Domínguez. Teniente coronel de aviación y abogado, fue uno de los fundadores de la Unión Militar Democrática (UMD). Se libró de la detención en 1975 porque en ese momento se encontraba en Francia de vacaciones y a partir de ese momento se convirtió en portavoz en el exilio de la organización, primera grieta en el Ejército franquista. En diciembre de 1977 fue condenado en un consejo de guerra y expulsado de las Fuerzas Armadas.
Francisco Rocafull Román. Presidente de la Asociación Valencia provincia SOS Bebés Robados, busca a su hermana melliza, Enriqueta, que cree que fue robada en el Hospital Sanjurjo en febrero de 1961 tras constatar una serie de irregularidades en su documentación.
María del Mar Sánchez Bergua. Gran Maestra de la Gran Logia Masónica Femenina Española. El franquismo dictó la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo y creó un tribunal especial. La Ley de Memoria Democrática anuló todas las sentencias que impuso.
Cristina Almeida. Abogada laboralista, afiliada al PCE y a IU, fue concejala, diputada y senadora. Participó en la defensa del llamado Proceso 1001 contra la cúpula del entonces clandestino sindicato CC OO y fue letrada de la acusación en el juicio por la matanza de Atocha, en la que la ultraderecha asesinó a los abogados laboralistas Enrique Valdelvira, Luis Javier Benavides, Francisco Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez Leal e hirió de gravedad a Alejandro Ruiz-Huerta, Luis Ramos, Miguel Sarabia y María Dolores González.
La dirección de CC OO condenada en el Proceso 1001. El 24 de junio de 1972, en un convento de Madrid fueron detenidos diez miembros de la cúpula de CC OO que celebraban una reunión clandestina: Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, Eduardo Saborido, Francisco García Salve, Paco Acosta, Miguel Ángel Zamora Antón, Juan Muñiz Zapico, Fernando Soto Martín, Pedro Santiesteban y Luis Fernández Costilla. Al año siguiente, el Tribunal de Orden Público les impuso, en el Proceso 1001, 162 años de cárcel en total. Su encarcelamiento destapó una ola de solidaridad internacional, unió a la lucha antifranquista e incorporó nuevos sectores a la protesta.
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