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Del referéndum de autodeterminación a la autonomía: las dos soluciones para el Sáhara

La antigua provincia española espera una solución desde la salida precipitada en 1975, con Franco agonizante, mientras el Frente Polisario ha reactivado la guerra con Marruecos en el desierto

Conflicto Sahara
Chej Said, combatiente del Frente Polisario de 22 años, con su familia en Dajla (Sáhara Occidental), en octubre de 2021.ÓSCAR CORRAL
JORGE A. R.

España ha abandonado la postura que históricamente ha mantenido sobre el conflicto del Sáhara Occidental desde que en 1976 se viera obligada a salir de aquel territorio, que llegó a ser una provincia española, por la presión de cientos de miles de hombres marroquíes empujados por Hassan II, el entonces rey de Marruecos, en la llamada Marcha Verde de noviembre de 1975. La carta enviada por Pedro Sánchez al actual monarca alauí, Mohamed VI, supone tomar partido por la solución de Marruecos, al considerar el plan de autonomía del Sáhara como una solución “más seria, realista y creíble” que el referéndum de autodeterminación previsto por la Resolución de la ONU número 3437.

Con ello, España abandona su tradicional postura de neutralidad en este asunto, ya que hasta ahora había apostado por “una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable, en el marco de Naciones Unidas”, sin decantarse por la autonomía marroquí ni por la independencia saharaui y abriendo la puerta a una salida diferente al referéndum de autodeterminación, siempre que fuera acordada por las partes. Estas son las dos soluciones que hasta ahora convivían sobre la mesa y a ambos lados del Estrecho para acabar con el conflicto:

El referéndum que plantea la ONU, postura oficial de España hasta ahora

El 6 de noviembre de 1975 el rey Hassan II (1961-1999) impulsó la llamada Marcha Verde hacia el Sáhara, en la que movilizó a 350.000 civiles marroquíes. España, que administraba el territorio como colonia desde 1883, salió precipitadamente de allí, tras entregar a Mauritania el territorio del sur y a Rabat, el centro y el norte, tal y como quedó recogido en el Acuerdo Tripartito de Madrid (firmaban Marruecos, España y Mauritania). Esto supuso la interrupción del proceso de descolonización del territorio que había iniciado el entonces jefe del Estado, Francisco Franco, quien entonces agonizaba en el hospital La Paz (falleció el 20 de noviembre). El Frente Polisario, que había hostigado a España desde que se fundó en 1973, autoproclamó en 1976 la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), y entró en guerra con Mauritania (con la que firmó la paz en 1979) y Marruecos (siguen en armas y ahora el conflicto está declarado, pese al alto el fuego de 1988).

La vía del referéndum comenzó en 1979, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 3437 en la que se instaba a Marruecos a “poner fin a su ocupación militar del Sáhara Occidental y a negociar con el Frente Polisario, en calidad de legítimo representante del pueblo saharaui, los términos de un alto el fuego y las modalidades de un referéndum de autodeterminación”. Marruecos rechazó, y aún rechaza, esta solución de la ONU, que desde 1991 mantiene una misión de nombre significativo: Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental, conocida como Minurso.

La ONU, no obstante, fue matizando su postura, de manera que se mantenía el referéndum, pero sin el apellido de la autodeterminación. En junio de 2001, el Consejo de Seguridad aprobó otra resolución en la que ya hablaba de la “celebración de un referéndum libre, justo e imparcial sobre la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental”.

Un nuevo cambio se produjo en 2007, cuando Naciones Unidas, tras animar a ambas partes a presentar propuestas de solución, recibió el plan de Marruecos para dar autonomía al Sáhara, mientras el Frente Polisario insistía en el referéndum de autodeterminación. Este cambio ha sido acompañado de la modulación de la postura de España, que apoyaba una solución satisfactoria para ambas partes en el ámbito de la ONU. Unidas Podemos se mantiene en esta postura y hoy mismo ha reprochado a la parte socialista del Gobierno el cambio de posición en un asunto tan sensible.

La autonomía del Sáhara, el plan marroquí que ahora apoya Sánchez

El cambio de postura español llega con las hostilidades abiertas entre Marruecos y el Frente Polisario, que ejecutó la actual campaña en marcha precisamente para reclamar la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, tal como se estableció en el Plan de Arreglo para el Sáhara Occidental avalado por la ONU en 1988, que preveía un alto el fuego y que entró en vigor en 1991. Pero Marruecos tiene otros planes para este territorio de costa y desierto de 266.000 kilómetros cuadrados.

La propuesta marroquí de 2007, presentada al entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se basa en dar autonomía al Sáhara Occidental en los ámbitos administrativo, económico, fiscal, infraestructuras, explotación de recursos, cultural y medioambiental.

Mientras tanto, el Estado marroquí tendría jurisdicción exclusiva en materia de soberanía como la bandera o la moneda nacional, cuestiones religiosas, constitucionales y que tengan que ver con la figura del rey, seguridad nacional, defensa, integridad territorial, relaciones exteriores y poder judicial del reino. Los saharauis estarían representados en el Parlamento y otras instituciones nacionales, precisa la iniciativa.

En teoría, según el plan original para la que fuera colonia española, la propuesta de autonomía tiene que ser sometida a negociaciones con el Frente Polisario (que considera inaceptable la solución) y a referéndum. La solución planteada por Marruecos fue animada por sectores de la Administración de EE UU, Francia e incluso por José Luis Rodríguez Zapatero.

La postura autonomista de Marruecos ha recibido el apoyo de al menos 42 países y, el 10 de diciembre, un Donald Trump a punto de abandonar la Casa Blanca reconoció la plena soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Según Mohamed VI, 24 países han abierto consulados en las ciudades saharauis de El Aaiún y Dajla.

El rey de Marruecos, Mohamed VI, durante su discurso del 6 de noviembre del año pasado con motivo del 46º aniversario de la Marcha Verde.

La carta de Sánchez va más allá de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 29 de octubre, en la que se “toma nota” de la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara, presentada en abril de 2007, y se acogen “con beneplácito los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos por hacer avanzar el proceso hacia una solución” del conflicto, pero sin mostrar preferencia por la misma, como hace España.

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Sobre la firma

JORGE A. R.
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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