PSOE y Unidas Podemos negocian sobre desahucios para salvar las cuentas
El presidente descarta una crisis de Gobierno y muestra “confianza en todos” sus ministros
El Gobierno del PSOE y Unidas Podemos ha utilizado el fin de semana para estudiar y negociar las 3.793 enmiendas parciales presentadas a los Presupuestos de 2021. Ambos socios pretenden encauzar sus diferencias sobre la propuesta de prohibir los desahucios hasta 2023 defendida por Unidas Podemos a través de una enmienda pactada con ERC y EH Bildu. Los socios de la coalición han conversado sobre esa polémica con la voluntad de aceptar cambios en la enmienda para que salga adelante. El Ejecutivo no renuncia a más apoyos, pero concluye que puede salvar las cuentas por la mínima. Ya suma 161 votos.
El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sí quiso aclarar este domingo, en una comparecencia especial en La Moncloa para avanzar planes sobre vacunación frente al coronavirus, su “compromiso” para evitar los desahucios ante las crisis y los traumas que está provocando la pandemia: “El Gobierno garantiza que no va a haber desahucios y ya están prohibidos hasta 31 de enero del próximo año, con independencia de que podamos ir prolongando medidas en los próximos meses”.
El jefe del Ejecutivo aprovechó otra cuestión sobre el tema, en concreto sobre las acusaciones de “deslealtad” entre los miembros del Gobierno de Unidas Podemos, para intentar apaciguar algo los ánimos, que llegaron a reproches abiertos entre ministros como la titular de Defensa, Margarita Robles, o la de Economía, Nadia Calviño, y la secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra. Sánchez salió en defensa de los dos bandos en disputa: “Todos los ministros son los ministros del Gobierno, no de uno u otro partido. Todos los ministros tienen mi total confianza y mi total empatía. A mi juicio la unidad de la izquierda es una buena noticia para el país. Estamos dando respuesta a esta crisis inédita, con aciertos y errores, de una manera razonable”. Puesto ya en esa tesitura, el presidente descartó una crisis de Gobierno o reajustes. Si los hay, nadie los espera a corto plazo. Y desde luego nunca antes de la aprobación de las cuentas.
El líder del PSOE enfatizó así que el objetivo central de su Gobierno es sacar los Presupuestos adelante casi como sea, “porque los necesitamos”, en tres aspectos fundamentales: para gestionar la crisis con unas cuentas distintas a las prorrogadas desde 2018; para dar algo de estabilidad política al país tras muchos años de elecciones y para promover una agenda distinta de transformaciones. Y en ese contexto argumentó que todos los votos de los diputados del Congreso son aprovechables y “democráticos” y particularmente los de las 13 fuerzas y los 198 escaños que permitieron superar el primer trámite: el rechazo a las enmiendas a la totalidad de la oposición.
Las palabras de Sánchez sobre posibles prolongaciones de la suspensión de los desahucios más allá de finales de 2021 conectan con la versión facilitada también desde la dirección de Podemos sobre este polémico asunto, que esa formación intentó introducir en una enmienda pactada con ERC y EH Bildu sin la aprobación del PSOE.
“Este fin de semana hemos estudiado las más de 3.000 enmiendas parciales, hemos hablado dentro del Gobierno y hay margen para la negociación”, indican fuentes de la cúpula de Podemos. Sobre la iniciativa contra los desahucios, las mismas fuentes confirman que “hay voluntad de que salga adelante” y también esta formación ha ofrecido al PSOE “sentarse a hablar de modificaciones y cambios para que la puedan aceptar”.
En Unidas Podemos también han entendido que las trifulcas públicas del calado como las observadas esta pasada semana no benefician al conjunto de un Gobierno con apoyos tan precarios y se afanan ahora por reducir la presión ejercida en los últimos días. “Nuestro deseo no es mostrar visibilidad, sino que se abran determinados debates sobre cuestiones que no podemos consentir, como los desahucios en esta situación actual”, remarcan fuentes de Podemos.
La meta para los dos socios del Gobierno es superar ahora las próximas votaciones de las enmiendas parciales a las cuentas públicas. Y la negociación no va mal. El pasado viernes, en la comisión de Presupuestos del Congreso, ya se votó el informe inicial sobre la ponencia del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021 y al mismo ya se incorporaron, por un lado, las 27 enmiendas conjuntas registradas por PSOE y Unidas Podemos, pero también las negociadas y aceptadas entre el PSOE y el Partido Regionalista de Cantabria, 11 del PNV y dos de Teruel Existe.
A partir de este martes todas las enmiendas presentadas por todos los partidos —excepto Vox, que no ha formalizado ninguna— se empezarán a discutir y analizar en esa comisión de Presupuestos con la idea de que el dictamen final y las enmiendas que queden vivas se debatan ante el pleno entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre. Esos son los plazos oficiales que tiene ahora el PSOE y también Podemos para negociar apoyos que se sumen a sus 155 escaños, superar el trámite de sus primeros Presupuestos y dar continuidad a esta legislatura tan inusual y convulsa. Con los partidos que han cerrado algunas modificaciones, PSOE y Podemos llegan ya a 163 votos, que podrían ser suficientes para superar por la mínima la votación final, que no requiere mayoría absoluta (176).
El Gobierno y los dos partidos aliados confían ahí, incluso, que algunas formaciones con las que se está en contacto y que aún no han ratificado su apoyo se pudieran quedar al final en la abstención, como podría ser el caso de ERC (13), EH Bildu (cinco), el BNG (uno) o incluso Ciudadanos (10). Las conversaciones ya iniciadas y bien encaminadas con Más País y Compromís (tres diputados) y el representante de Nueva Canarias podrían ensanchar el bando del sí por encima de los 170 votos frente a los 150 del no.
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