El choque entre el PSOE y Podemos sube de tono

El PSOE y Unidas Podemos han elevado este viernes el tono de sus acusaciones por la enmienda a los Presupuestos presentada por la formación liderada por Pablo Iglesias, ERC y Bildu para paralizar los desahucios. Los socialistas lo consideran una deslealtad de su socio de Gobierno. La ministra de Defensa, Margarita Robles, incluso le ha recordado este viernes al vicepresidente segundo y líder de Podemos que el jefe del Ejecutivo es Pedro Sánchez. “Eso a veces nadie debería olvidarlo, incluso dentro del Gobierno”, ha asegurado en una entrevista en La hora de la 1, recogidas por Europa Press.

“No me gusta que en el ámbito político haya personas que piensen que sirven mejor a los ciudadanos que otro. No hay un catálogo de qué es lo mejor y lo peor”, ha dicho Robles, que le ha recordado a Iglesias que nadie está habilitado para dar “cartas de acreditación de más progresistas”. “Hay algo que en política reclamo siempre, y es la humildad”, ha repetido.

Las palabras de la ministra no han sentado bien entre Unidas Podemos. La secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra, ha contestado a Robles en un tono muy duro a través de Twitter: “Cuando eres la ministra favorita de los poderes que quieren que gobierne el PP con VOX, quizá estés haciendo daño a tu Gobierno. Ser humilde es no dejarse adular por la derecha mediática”.

El Gobierno de coalición está en uno de sus momentos mas delicados desde que comenzó la legislatura. En las próximas semanas tendrán que materializarse los apoyos del resto de partidos para aprobar los Presupuestos. La situación es mucho más favorable de lo que se podría imaginar hace unos meses. El Gobierno cuenta ya con el sí del PNV y la disposición de otras fuerzas a seguir negociando su apoyo, lo que hace prever que los Presupuestos saldrán adelante. La enmienda presentada por Unidas Podemos, sin embargo, ha tensionado la relación entre los socios de Gobierno. Los cruces de acusaciones públicas han ido en aumento hasta este viernes.

Robles ha calificado de “sorprendente” que Unidas Podemos haya decidido enmendar sus propias cuentas después de haberlas pactado con el PSOE. “Es importante que aunque cada partido tiene sus posiciones, cuando haya decisiones tenemos que ser leales”, ha incidido.

El enfrentamiento entre Robles y Belarra había comenzado el jueves. La ministra, tras una videoconferencia con los responsables de las Unidades de Vigilancia Epidemiológicas (UVE) de las Fuerzas Armadas, aseguró entonces: “A veces, a lo mejor, algunos miembros del Gobierno se olvidan de que como Gobierno tenemos que gobernar para todos los españoles y no solo para aquellos que nos han podido apoyar con sus votos”. A lo que Belarra respondió también a través de Twitter: “Efectivamente tenemos que gobernar para todos, no solo para los rentistas, la banca o los fondos de inversión. Por eso es urgente prohibir los desahucios”.

Robles ha destacado que el malestar entre el PSOE responde más al hecho de que su socio en el Ejecutivo haya presentado una enmienda, no tanto a su contenido. No es de recibo que después de “muchísimas horas de trabajo” alguien se levante “un día” con una “buena idea”, ha dicho en referencia a Iglesias. La ministra de Defensa ha añadido que la disparidad de criterios no debería servir para que Unidas Podemos actúe, a la vez, como Ejecutivo y como oposición.

La primera ministra socialista en levantar la voz tras la presentación sorpresa de la enmienda fue la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que este miércoles acusó a Unidas Podemos de buscar “visibilidad” con la medida. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, también mostraron su incomodidad con los métodos y con el protagonismo de sus socios.

Fuentes de Unidas Podemos aseguran que los miembros del Ejecutivo de Unidas Podemos llevaban semanas buscando un acuerdo con el PSOE para ampliar el freno a los desahucios sin lograr ningún avance. La idea de presentarlo a través de una enmienda junto a sus dos partidos preferentes para sacar adelante los Presupuestos (ERC y Bildu) buscaba elevar la presión sobre los socialistas.