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Por qué León Guallart decidió que su disco solo se oirá en vinilo o en los conciertos que da en casas con piano

Este joven barcelonés de 26 años, pianista, compositor y artista visual, rescata un antiguo ritual y lo conecta con las ‘house parties’ en un ciclo con el que recorre salones de arquitectos y diseñadores

León Guallart, ante los dos pianos del salón de la casa de Beth Galí y Oriol Bohigas en la plaza Reial de Barcelona.
León Guallart, ante los dos pianos del salón de la casa de Beth Galí y Oriol Bohigas en la plaza Reial de Barcelona.Vicens Giménez (© Vicens Gimenez)
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Como la arquitectura ha estado presente en la música y en la vida de León Guallart (Barcelona, 26 años), no es extraño que este músico y artista visual que trabaja entre Barcelona y Los Ángeles haya puesto en marcha el ciclo de conciertos Comfort: Home Tour para presentar su disco Comfort, en el que solo actúa en casas con piano. Uno de sus objetivos es vincular la música con espacios y con las artes visuales.

Guallart estudió música desde los 3 a los 20 años siguiendo el método Suzuki. Marcado por Debssy y Chopin, un día quiso dejar de interpretar para empezar a componer y, como algo natural, fue recopilando otras influencias: Bon Iver, Nina Simone, Carles Santos. Quizás abrumado por la rigidez del estudio de la música clásica, León Guallart empezó cine en la ESCAC y lo terminó en la escuela de cine de Los Ángeles, donde dos semanas después de graduarse le ofrecieron quedarse como profesor.

Nos citamos en la mítica casa de Beth Galí y Oriol Bohigas de la plaza Reial de Barcelona horas antes del concierto previsto allí. Ante nosotros hay dos pianos que parecen hermanos arropados por una gran biblioteca y mobiliario de Miguel Milà y de Mies van der Rohe. “Tocar en casa de Oriol Bohigas es especial porque la utilicé hace 10 años en mi trabajo de final de carrera, una serie web llamada Tempo Barcelona, en la que recorríamos lugares de la ciudad importantes como el Museo de Historia o la Sagrada Familia. Ahora Oriol no está [el arquitecto falleció en 2021], pero pervive la intención de crear un espacio regido por las artes y en el que además ya existe una tradición de conciertos de piano y de chelo, instrumento que toca Beth. Es un espacio preparado, tiene esa energía de compartir”.

Aunque en 2020 culminó el proyecto UNO, viaje musical por distintos estilos musicales (electrónica, folk, orquestal, etcétera), Guallart considera Comfort (16 canciones escritas en inglés unidas bajo un mismo hilo conceptual, sin cortes, conectadas a través de interludios y transiciones espaciales) su disco de debut. “He hecho lo opuesto: limitar el álbum a cinco elementos que son el piano, la voz, el chelo, sonidos ambient y sonidos de cada espacio, porque todas las canciones están contextualizadas en un espacio, no hay una canción que se reproduzca como en la radio, frontal y estéril, en el disco la canción se reproduce, por ejemplo, en una cabaña mientras llueve”.

Tanto el disco como los conciertos de León Guallart crean durante 70 minutos un presente distinto. Solo actúa en casas con piano, “primero porque anteriormente los conciertos eran en casas. Es un ritual que no es nuevo. Y segundo porque en Los Ángeles existe la tradición de las house parties, la gente no socializa en bares, sino en casas, allí he conocido a mis mejores amigos”.

Guallart ha actuado y actuará en el estudio de Ricardo Bofill, la casa de Benedetta Tagliabue o la suya propia, un espacio proyectado por su padre, el arquitecto Vicente Guallart, premio FAD de Interiorismo de 1992. “Pensamos en casas diseñadas por arquitectos donde existe la sensación de refugio”. El método es sencillo, León llama y pregunta por el piano. Si la respuesta es negativa, se despide, si la respuesta es positiva, hay concierto. El precio de la entrada ronda los 11 euros. “Esto es una celebración del piano y del espacio. Conocer el lugar a través del instrumento, la sonoridad, la historia, porque yo descubro el instrumento a la vez que lo descubre el público”.

A partir de abril, los conciertos viajarán a Estados Unidos, a las casas de tres genios de la arquitectura: las de Richard Neutra y Rudolf Michael Schindler en Los Ángeles y la de Frank Lloyd Wright en Arizona.

“Siento que hay algo de provocación”, barrunta sobre su propuesta. “Pero no es un grito, es un giro que te devuelve a un espacio de cambio. Para mí, el vinilo [su disco solo se edita en este formato], como lo es el libro, es una invitación a profundizar en el universo que un artista te esté proponiendo y ver qué ideas, qué sensaciones puedes extraer y utilizar para tu vida. Spotify no paga casi nada por reproducción. El día en que se puso en venta Comfort vendí dos vinilos y gané más que en los últimos cuatro años distribuyendo música en Spotify”. Le pregunto si quienes compraron los discos fueron su madre y su tía. Guallart se ríe y asegura que no (pero con poco convencimiento): “Me gusta poner cariño al objeto. Hay una nota manuscrita por mí en cada disco y está diseñado por mi abuela”.

León Guallart genera con música los espacios de seguridad emocional que necesita, bajo los que se siente arropado: “Me aburren los escenarios porque son espacios estériles, repetidos. Habrá otros proyectos en los que me sirvan, pero de momento las casas me ofrecen poder desarmarte, cada uno se sienta donde quiere y como quiere, te dan algo de beber, formas parte de algo”.

Antes de despedirnos le comento que en la Navidad de 1984 me trajeron un órgano Casio que todavía conservo y que además tiene una caja de ritmos con bases musicales que me parece que son muy de su rollo, así que le pregunto si podría venir a casa. “¿A tocar el órgano?”. A ver, también tengo un xilófono de mi hijo. “La verdad es que estoy buscando un órgano, ¿me lo vendes?”. Hombre, si viene a actuar se lo regalo. “Necesito que tenga cuerda y maderas”. Este solo tiene plástico y va con pilas. “Entonces, nada”.

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Sobre la firma

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Es autor de las novelas 'Los Baldrich', 'La estación perdida', 'Los buenos amigos' o 'Jauja' y del libro de viajes 'París'. Su obra narrativa ha obtenido varios premios. Es profesor en la Universidad Sciences Po de París. Como periodista fue Premio Pica d´Estat 2011. Colabora en El Ojo Crítico de RNE y en EL PAÍS. 'Verso suelto' es su última novela
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