Manu Ríos, actor e icono de la moda: “Cuando salí de ‘Élite’ había comentarios muy dañinos sobre mí en redes”

La vida de Manu Ríos no es la de cualquier persona de 24 años. No recuerda qué mes era, ni la fecha exacta, pero sí que tenía nueve años. Una redactora de Cantando en familia, un programa musical del canal de Castilla-La Mancha, llamó a la peluquería en la que trabajaba su madre para preguntar por alguien del pueblo, preferiblemente un niño, que supiese cantar. La peluquera pensó en su propio hijo, que daba conciertos. La peluquería era el escenario, y los clientes, su público. Poco después, Será que no me amas, de Luis Miguel, sonó en el canal manchego en la voz de Manu Ríos, que se asomó a la cámara de televisión por primera vez.

Casi 15 años después, su perfil de Instagram roza los 11 millones de seguidores, ha sido uno de los iconos de Élite, la serie juvenil de Netflix que le ha llevado a ser conocido en todo el mundo, y acude a los desfiles de las grandes marcas. Y ahora, el chico que se crio en Calzada de Calatrava (Ciudad Real) emprende un nuevo proyecto: Carrer, su propia firma de moda junto con el estilista Marc Forné. El actor se ha convertido en una estrella en dos mundos: el de la actuación y el de la moda.

Llega a la entrevista con unos vaqueros negros, una camiseta básica blanca y una cazadora estilo motero. La cita era a las diez de la mañana, pero él se presenta unos minutos antes en el estudio de fotografía. No se parece a Patrick, el adolescente rico y caprichoso que interpreta en Élite. Ni siquiera en la forma de caminar. Tampoco aparenta ser el chico que ha acudido a cientos de desfiles de grandes firmas en los últimos meses. Solo es un joven de 24 años que intenta abrirse su propio camino.

—¿En qué momento decide que su carrera va a estar ligada al arte?

—Cuando actué en el musical de Los miserables.

Tenía 13 años, pero ya sabía cómo quería que fuese el resto de su vida. Manu Ríos fue uno de los intérpretes más jóvenes del musical que triunfó en la Gran Vía madrileña. Se puso en el papel de Gavroche, el niño abandonado obligado a vivir en las calles de París que creó el escritor Victor Hugo. Este primer paso en el teatro fue el principio de una carrera que, años después, le llevó a meterse en la piel de Patrick en la cuarta, la quinta y la sexta temporadas de Élite, en Netflix.

El salto a las pasarelas fue casi simultáneo a su llegada a la plataforma audiovisual. Empezó a ser uno de los espectadores más recurrentes en los desfiles de todo el mundo. Milán, Madrid, París… Los diseñadores le han querido vestir por su popularidad en redes sociales y su cercanía con el público joven. Manu Ríos es uno de los símbolos de la nueva masculinidad, la que buscan marcas como Cartier para acercarse a ese nicho de mercado con el que el chico de 24 años tiene tanta afinidad. “El hecho de llevar joyas me hace sentirme más seguro de mí mismo”, asegura, mientras recuerda que para él es algo normal y no una ruptura con los cánones típicos de las pasarelas.

No ha tenido referentes dentro del mundo de la moda, aunque sí se ha inspirado en otros a la hora de crear sus looks. Dice que no busca parecerse a nadie, que quiere tener un estilo diferente, propio. Su único objetivo es pasárselo bien. “La moda es una forma de reflejar mi estado de ánimo, de expresar quién soy”, resume. Tanto, que estuvo en las últimas ediciones de la Gala del Museo Metropolitano de Nueva York. Los medios de comunicación internacionales halagaron su estilismo. Y ahora ha dado el salto completo con Carrer de la mano de Marc Forné, uno de los referentes de la moda que lleva más de un año vistiendo al actor.

Su nuevo proyecto es Respira, en Netflix, una serie en la que interpreta a Biel, un residente de Medicina que tiene que decidir entre seguir adelante con su trabajo durante una huelga o sumarse a ella. “Como sociedad, nos hemos dado cuenta de la importancia de la sanidad pública”, reivindica, sin desvelar demasiados detalles de la nueva producción creada por Carlos Montero, quien también fue el artífice de Élite, y confió en el castellano-manchego para interpretar a Patrick durante tres temporadas. “Este papel es completamente diferente”, señala el actor mientras hace hincapié en el elenco que le acompaña: Najwa Nimri, Blanca Suárez y Aitana Sánchez Gijón.

El equipo de vestuario es el mismo con el que trabajó Manu Ríos en Élite. Ahora, al contrario que durante el rodaje de la serie adolescente, cuando se dejaba llevar “por el carácter excéntrico de los looks de Patrick”, se suma a las decisiones de estilismo de Biel, el joven que interpreta en Respira. Mientras le maquillan y le peinan en una nave en el centro de Madrid, Manu Ríos detalla los diferentes aspectos del vestuario en los que ha podido tomar decisiones. El tipo de jerséis, de zapatillas, de siluetas, unos colores acordes al personaje… El actor asegura que ha trabajado mano a mano en la construcción del protagonista de la nueva serie de Netflix, y que hay una gran parte de él en Biel.

Ya no es aquel chico que cantó en un programa de televisión con nueve años. Tampoco el que a los 13 se puso en la piel de Gavroche y se subió a un escenario de la Gran Vía madrileña con cientos de miles de ojos mirándole. El actor tiene un objetivo: construir su personalidad a través de la moda. Pero sin olvidarse nunca de dónde viene, de Calzada de Calatrava. El pueblo de Ciudad Real le vio irse en el camino de ida y vuelta a Madrid cuando comenzó a trabajar en el teatro y en la televisión, hasta que acabó mudándose a la capital hace cuatro años, poco antes de su llegada a Netflix. Pero Calzada de Calatrava no es un lugar cualquiera. Es el mismo sitio donde creció y vivió el director de cine Pedro Almodóvar, con quien Manu Ríos trabajó en Extraña forma de vida el año pasado, y de quien asegura ser un gran admirador. En el filme, el actor hace un playback de Fados, la canción que el músico Caetano Veloso compuso para la película documental del mismo nombre dirigida por Carlos Saura.

Almodóvar desconocía la trayectoria musical del actor. Manu Ríos fue la ficha roja del grupo infantil Parchís a los 11 años. Y, casi a la vez, se sumó a la ola de chicos que subieron vídeos cantando a YouTube —donde ahora acumula casi dos millones de suscriptores—. Parece extrañado cuando le recuerdan esa etapa. “Hace poco un chico me paró en una cafetería y me dijo: ‘Eres el de los vídeos de YouTube’. No pensé que nadie me fuese a reconocer por eso”, rememora con sorpresa. Su llegada a la plataforma fue en 2010. Allí, con un peinado al estilo de Justin Bieber, con el flequillo ladeado, cantó versiones de canciones como Jueves, de La Oreja de Van Gogh; Someone Like You, de Adele, y Skyscraper, de Demi Lovato, entre muchas otras.

—¿Va a volver a cantar en YouTube?

—En YouTube probablemente no. Pero a cantar, sí.

No menciona si tiene proyectos musicales en el horizonte. Lo deja en el aire. Pero el mundo de la actuación y el de la moda sí que siguen en su vida. Al igual que el resto de los chicos que probaron suerte en la plataforma, que por entonces comenzaba a ser no solo un espacio de entretenimiento, sino para mostrar el talento de los usuarios, Manu Ríos aprendió pronto a lidiar con los comentarios no siempre positivos de los usuarios. Años después, tras su paso por Élite, el actor volvió a sufrir críticas. “Cuando salí de la serie apenas podía entrar a Twitter [ahora X]. Había comentarios muy dañinos sobre mí”, señala. Ahora, apenas un año después de su salida de la serie que le lanzó a la fama mundialmente, asegura que está aprendiendo a convivir con las críticas. Por eso hace especial hincapié en el cuidado de la salud mental: “Es lo más importante que tenemos”.

Cuando la grabadora se para, el actor bromea con el equipo de vestuario y maquillaje. Es un aficionado a la moda y conoce cada una de las prendas con las que se va a vestir para las fotografías de esta entrevista. “El estilismo es una de las partes más importantes de mi vida”, dice, apenas unos días antes del lanzamiento de Carrer, su firma de moda. Al salir, se coloca como le aconseja su equipo. En el suelo, con el cuerpo más ladeado, mientras gira la cabeza… Todo con la ropa y la joyería que marca a Manu Ríos, símbolo de una nueva masculinidad que comienza a transformar la imagen de los hombres en las pasarelas de todo el mundo.

Manu Ríos tiene muy presente su pasado. “Me gustaría volver a Los miserables, pero para interpretar a Marius [el personaje principal de la obra de Victor Hugo], y hacer un papel más adulto”. El actor se transforma delante de la cámara, pero sigue siendo el mismo. Una camisa transparente. Un colgante asomando por su pecho. Una imagen no tan común hasta hace unos años en la moda masculina.

—¿Qué le queda por hacer?

—Todo.