Monte Diva 2017, dulce eco mediterráneo

La uva moscatel es una referencia aromática por su característico, incisivo y profundo perfume. Es su fuerza, pero también su debilidad, porque puede invisibilizar las gamas más sutiles del vino, particularmente si se trata de un blanco seco. De ahí la importancia de la calidad de la uva y la elaboración.

Y si alguien domina el arte de extraer a la moscatel los aromas más recónditos, creando una composición rica en sugerentes armónicos, ese es Felipe Gutiérrez de la Vega. Fue el primero en elaborar un blanco de moscatel y creó magisterio con su Casta Diva Reserva Real. Vinos de preciosa y cuidada etiqueta, de elaboración artesana, sustentados en sus viñas con más de 40 años.

En este caso, utiliza las situadas en el valle de Xaló, de tierras rojas y pedregosas, entre colinas de hierbas aromáticas donde la abeja campa a sus anchas. La elaboración es la de un vino brisado, fermentado con las pieles en barricas abiertas y criado en roble francés usado durante 14 meses. El impacto aromático es sorprendente: las notas del moscatel maduro se integran en una filigrana de perfumes a pétalo de rosa y jazmín, hierbas balsámicas, brioche y tenues especias; todo resaltado por las notas cítricas. Largo y untuoso, su fresca y golosa frutosidad se prolonga en un soleado eco mediterráneo.