Viña Salceda Reserva 2011, frescura confitada

No ha sido nada fácil reactivar una marca que llegó a tener una amplia cota de mercado, pero que posteriormente languideció en un conservadurismo inexplicable. Me refiero a Viña Salceda, fiel reflejo de los avatares experimentados por Rioja en los últimos 50 años.

Fundada en 1969, fue comprada por la familia Chivite en 1998, lo que supuso un primer impulso renovador. La bodega, ubicada en Elciego, cercana al Ebro, está rodeada por las viñas que llegan a los muros del edificio. Desde su origen, los vinos se han inscrito en la tendencia renovadora de los tintos riojanos, pero sin perder el toque de clasicismo que los ha hecho famosos. Su tempranillo, insuficiente para cubrir toda la producción, es uno de los mejores de la zona. Para este reserva, primera creación del nuevo director técnico, el enólogo César Muñoz, han seleccionado viñedos con más de 40 años.

Excelente materia prima que someten a una elaboración poco intervencionista y una crianza de 18 meses en barrica bordelesa. Te atrae con su intenso buqué, que conjuga los aromas aportados por la madera (vainilla, cedro, café, cacao) con la presencia nítida de la fruta silvestre (zarzamora, endrina) elegantemente vestida de ligeros tostados. Suave y redondo, complejo y largo, regala un fresco sabor confitado, al más puro estilo Salceda.