Juego de contrastes

Que una bodega familiar tan prestigiosa, previsible y seria como Juvé y Camps —que acaba de cumplir dos siglos de tradición vitivinícola, y que cuenta en su haber con hitos como los cavas Gran Juvé y Camps, Reserva de la Familia y Milesimé, o vinos tranquilos de la categoría de Iohannes— se aventure por los siempre arriesgados caminos de la oferta desenfadada y juvenil, ya tiene mérito. Mucho más si lo hace manteniendo sus estándares de calidad, que son marca y emblema de la casa.

Lo que demuestra que nuevos aires soplan en esta empresa de hondas raíces enológicas. Entre sus nuevas propuestas destaca este original rosado: Aurora de Espiells. Un vino elaborado con una sorprendente y audaz mezcla de varietales. Una selección de uvas tan dispares como el mix seleccionado, formado por pinot noir, xarel.lo y syrah; un aventurado juego de contrastes entre dos tintos de perfil antagónico, y un blanco que representa la nobleza de la varietal de Penedès.

Con tales instrumentos, esta bodega crea una deliciosa composición que se expresa como un contrapunto de melodías: la pinot aporta un juego de notas florales y de grosella, que tapizan la honda presencia de la syrah, con su propuesta armónica de moras silvestres, cassís y laurel.

A su vez, la xarel.lo otorga al rosado un plus de fresca frutosidad, adornada de diversas hierbas aromáticas. A todo ello se le debe añadir un gusto sedoso y vivo en el paladar, que regala un largo posgusto donde, como una nueva aurora, vuelven los delicados y sutiles aromas frutales y florales para cerrar el círculo. Se trata sin duda de un rosado atrevido a la vez que efectivo; no es poca cosa.