Horizontes borrascosos

LAS FECHAS OBLIGAN. A pesar de que la borrasca Elsa estaba a punto de chocar violentamente con la costa de Galicia, a seis días de la Nochebuena estos mariscadores de Portosín, en la ría de Muros y Noia (A Coruña), recogían ­almejas y berberechos envueltos por completo en el gris de un cielo amenazador y un mar más que revuelto. La flota pesquera estaba ya amarrada, y el precio de productos tradicionales de las cenas de Navidad, como percebes y centollos, se disparaba en los mercados. Peccata minuta frente a los seis muertos que dejó en toda España el temporal, con olas de hasta nueve metros de altura y rachas de viento de 140 kilómetros por hora.