_
_
_
_

Posibilidades de los espacios vacíos

Christian Torres (AP)
Juan José Millás

DADME UN punto de apoyo y moveré el mundo”, solía decir Arquímedes, que no inventó la palanca, aunque la elevó a los altares. Este instrumento ha servido para erigir pirámides y catedrales, pero también para que los niños jugaran a subir y bajar, pues el columpio de la foto no es más que eso: una balanza con el punto de apoyo colocado en el centro. En cada uno de los extremos se sienta un crío y gracias al peso de ambos y al impulso que se dan con los pies, alternan entre el cielo y la tierra. Hay en ese movimiento puramente mecánico una cuestión modestamente metafórica en el sentido de que nos hace intuir que en la vida tan pronto se está arriba como se está abajo. Tendríamos que definir ahora qué se entiende por una cosa y qué por otra, pero nos da un poco de pereza, de modo que lo confiamos a la sabiduría del lector.

La palanca no se había utilizado para la ironía hasta que dos profesores norteamericanos de arquitectura y diseño visitaron el muro colocado entre México y EE UU y, en vez de fijarse en las limitaciones de los barrotes, repararon en las posibilidades de los huecos que estos dejaban entre sí. Parece fácil, pero se requiere cierta aptitud meditativa, así como un carácter un poco oriental en el caso de que sea cierto que los budistas, cuando miran las ramas de un árbol, aprecian, más que sus hojas, los espacios libres que quedan entre ellas. Los arquitectos ya citados calcularon, pues, la potencia de los vanos e inventaron esta obra suprema del género irónico. He aquí un modo elegante de sacarle la lengua a Trump y a los de su calaña. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_