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Perú promete contundencia contra la deforestación

La Amazonía peruana pierde cada año más masa forestal. Solo en 2017, se destruyeron más de 1.500 kilómetros cuadrados de bosque

Good Growth Partnership
Alejandra Agudo

Perú tiene costa y cordillera, pero predominan los bosques. Un 57% de su territorio es zona boscosa, 730.000 kilómetros cuadrados. De momento. Desde principios de siglo, la deforestación ha ido en aumento y solo en 2017, según datos oficiales, se talaron más de 1.500 kilómetros cuadrados; 23.000 desde 2001. En algunas zonas se hizo para abrir minas de oro, casi siempre ilegales; en otras, para construir carretas o cultivar cacao, palma, coco, café e incluso coca.

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“Nuestra responsabilidad es ver cómo paramos ese proceso de deforestación, pero también cómo lo revertimos. Ahora. Porque dentro de unos años será demasiado tarde”, ha afirmado el presidente del país, Martin Vizcarra, en la sesión inaugural de la Good Growth Conference (conferencia para el buen crecimiento) que ha comenzado este lunes en Lima y que se prolongará durante la semana en la región de San Martín, en la Amazonia peruana.

En opinión del presidente peruano, las decisiones que sus predecesores tomaron en el pasado contra la deforestación fueron “tibias”. Él, sin embargo, ha subrayado su voluntad política para acabar con la tala descontrolada con una combinación de mano dura contra las prácticas ilegales y programas de apoyo a las comunidades para la transición hacía la producción sostenible. “No vale solo desarrollo, ni solo policía”, ha argumentado.

“Necesitamos entender que contra lo que estamos luchando es una economía ilegal”, ha añadido en un debate posterior la ministra de Agricultura del país, Fabiola Muñoz. El 80% de agricultura es de pequeña escala (menos de cinco hectáreas), ha explicado la mandataria, y la mayoría de los pequeños productores son informales. “Esos son los más resistentes a implementar una gestión sostenible y mantener el bosque en pie”. Esto se debe a que les resulta más rentable talar y cultivar que preservar. Por eso, ha continuado, “la mejor estrategia es ayudar a esta población a salir de la subsistencia” sin que ello signifique destruir el patrimonio natural. Objetivo: “Que rinda más una hectárea de bosque que una de agricultura”.

A este plan combinado de persecución de la deforestación ilegal y programas de desarrollo para las familias, se suma una promesa. La que ha realizado la ministra de Medio Ambiente de Perú, Lucía Ruiz, quien se ha comprometido a reconocer todos los territorios indígenas y formalizar su titularidad en 2021, año en el que se cumplen 200 años de indepencia del país.

“Necesitamos entender que contra lo que estamos luchando es una economía ilegal Fabiola Muñoz, ministra de Agricultura de Perú

James Leslie, especialista en ecosistemas y cambio climático del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Perú, ha enumerado otros problemas detrás la deforestación durante un encuentro con periodistas previo a la conferencia. Uno de ellos es que apenas el 17% de las tierras del país están protegidas, mientras que un 50% no han sido calificadas. Son las que el experto llama “tierras de nadie” que acaban siendo ocupadas por la población para lograr la titularidad de las mismas. Para ello, la ley exige que demuestren que les dan una utilidad. Normalmente, eso se traduce en que talen la zona y cultiven.

La desaparición de bosques supone una pérdida de biodiversidad importante y contribuye al calentamiento global. En el caso de Perú, el 51% de sus gases de efecto invernadero provienen de la deforestación. “Somos un país megadiverso y vulnerable a los efectos del cambio climático. No podemos permanecer ajenos”, ha insistido Vizcarra. “Una alianza estratégica entre todos es la única manera de parar y revertir esta situación”.

En busca de tales conexiones y también del conocimiento de lo que hacen otros países para frenar la destrucción del medio ambiente, la Good Growth Conference, organizada por una alianza homónima liderada por el PNUD y que ha facilitado la logística a este medio, ha citado a 300 representantes de Gobiernos, ONG y agencias de la ONU para compartir sus experiencias en la preservación de los bosques. “Generando empleos dignos para las familias y reduciendo desigualdades en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, en palabras de los impulsores de este encuentro.

“Creo que mucha gente se siente sola en su trabajo contra la deforestación y piensa que lo que hace no está funcionando o, al menos, no tan rápido como se requiere. Creo que aquí pueden encontrar inspiración de otros”, ha justificado Lise Melvin, consejera del PNUD que ha auspiciado la celebración de este evento. La primera jornada ha sido fructífera en este sentido. El ministro de Medio Ambiente de Ecuador, Marcelo Mata, se ha mostrado impresionado por la gestión que hace Perú de sus bosques. De ahí que haya anunciado que, en dos semanas, un equipo de técnicos ecuatorianos se desplazará al país vecino para conocer en mayor profundidad su experiencia.

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Sobre la firma

Alejandra Agudo
Reportera de EL PAÍS especializada en desarrollo sostenible (derechos de las mujeres y pobreza extrema), ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Miembro de la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras. Antes trabajó en la radio, revistas de información local, económica y el Tercer Sector. Licenciada en periodismo por la UCM

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