_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Lamentable

Mientras el independentismo catalán ofrece por primera vez síntomas de cansancio, de división, de incertidumbre, hay quien está pendiente de las citas de una tesis doctoral

Almudena Grandes

Nunca es tarde para aprender algo nuevo. La semana pasada, sin ir más lejos, aprendí que, en el ámbito académico, el autoplagio se considera una prática fea, poco ética. Eso publicaron algunos medios, sin precisar el ámbito académico al que se referían, y todavía estoy abanicándome para superar el bochorno de haber pecado tanto. Porque yo me autoplagio sin parar. Mi herramienta de trabajo soy yo misma, lo que pienso, lo que siento, lo que recuerdo, y como comprenderán, en ese campo la innovación es problemática. Dejando a un lado que la criminalización del autoplagio compromete la legitimidad de la producción literaria universal de todos los tiempos, esta polémica me ha parecido lamentable por varias razones. Por la hipocresía de una clase política que ha dejado caer la enseñanza pública española hasta niveles miserables para rasgarse ahora las vestiduras por un rumor interesado. Por la facilidad con la que algunos que gritaban digo, se han apresurado a decir Diego mientras se sacuden una mota de polvo de la solapa. Por el eterno sobresalto en el que vivimos los españoles cada vez que gobierna la izquierda y la derecha se comporta como si les hubieran robado algo. Y, sobre todo, porque estos árboles han impedido ver el bosque donde el PdCat había llegado a un acuerdo con el gobierno de España. Que ERC lo tumbara a pesar de que sostenía tesis semejantes a las que defiende desde hace tiempo, no es menos significativo. Mientras el independentismo catalán ofrece por primera vez síntomas de cansancio, de división, de incertidumbre, quienes presumen de pasear envueltos en una bandera de España estaban pendientes de las citas de una tesis doctoral. Esa es la calidad de su patriotismo y lo más lamentable de todo esto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Almudena Grandes
Madrid 1960-2021. Escritora y columnista, publicó su primera novela en 1989. Desde entonces, mantuvo el contacto con los lectores a través de los libros y sus columnas de opinión. En 2018 recibió el Premio Nacional de Narrativa.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_