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El solsticio de verano: cambio de estación en la noche más corta del año del hemisferio sur

La nueva estación comenzará en el día con más luz del año, a las 16.28 horas UTC y durará 88 días y 23 horas hasta la llegada del otoño el próximo 20 de marzo

Solsticio de verano 2017
Solsticio de verano 2017

Buenos días, ya es verano. El hemisferio sur da hoy la bienvenida oficial a la nueva estación. Este 21 de diciembre tiene lugar el solsticio de verano, que coincide con el momento astronómico en que empieza de manera oficial. Se denomina así a todo el día, aunque en realidad el solsticio de verano dura solo un instante, y este año se producirá a las 16 horas y 28 minutos UTC –Tiempo Universal Coordinado-, y que nos traerá, cuanto más al sur, la noche más corta del año después de haber vivido el día con más horas de luz solar.

El verano comenzará, según los distintos husos horarios en América, por ejemplo a las 10.28 horas en México, a las 11.28 horas en Perú y Colombia, a las 12.28 horas en Venezuela, a las 13.28 horas en Argentina y por último, una hora más tarde, a las 14.28 horas en Brasil.

El inicio de las estaciones viene dado por los instantes en los que la Tierra se encuentra en unas posiciones determinadas en su órbita alrededor del Sol. Concretamente, la posición del Sol vista desde la Tierra se mueve hacia el norte y hacia el sur. En el solsticio de verano del hemisferio sur el Sol alcanza su máxima altura al mediodía sobre el Trópico de Capricornio. La existencia de los solsticios depende de la inclinación del eje de la Tierra sobre el plano de su órbita. A partir hoy, los días se irán acortando poco a poco y, por el contrario, aumentarán las horas de oscuridad en los puntos más alejados del ecuador.

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Cuando se produce el solsticio de verano el Sol alcanza su máxima declinación norte y sur (23º 27′) con respecto al ecuador y durante varios días su mayor altura al mediodía no varía, de ahí que a esta circunstancia se le llame solsticio (“Sol quieto”) de verano.

Como la Tierra no se mueve a una velocidad constante en su órbita elíptica, las estaciones no cuentan con la misma longitud temporal: los tiempos que se conocen para que el sol se mueva desde el equinoccio de septiembre al solsticio de diciembre, y del equinoccio de marzo al solsticio de junio, son, respectivamente: 89-92,8-93,6 y 89,8 días.

Alrededor del solsticio de verano también tiene lugar el perihelio, es decir, lo que se conoce como el momento en el que el Sol y la Tierra están más cercanos entre sí a lo largo del año. Esta proximidad al Sol es la causante de que la Tierra se mueva más rápidamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano austral, tal y como describe la segunda ley de Kepler, por lo que el verano es la estación de menor duración del año.

El solsticio de verano, que es el punto de partida de la nueva estación, puede ser en diferentes fechas del calendario según el año en el que ocurra, entre el 20 y el 23 de diciembre.

El máximo acercamiento este verano se producirá el próximo día 3 de enero, y la distancia entre el planeta y el astro rey se situará en algo más de 147 millones de kilómetros, unos cinco millones de kilómetros menos que en el momento de afelio o de mayor distancia, que será el 6 de julio del año que viene.

El solsticio de verano suele considerarse también el día más largo del año, ya que es en el que el Sol sale más pronto y se pone más tarde, sin embargo, el motivo real de esta percepción es que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica, y que el eje de la Tierra está inclinado hacia una dirección diferente de la del eje de la elipse.

Este eje se halla siempre orientado en la misma dirección y, por tanto, los hemisferios norte y sur son iluminados desigualmente por el Sol según la época del año, recibiendo distinta cantidad de luz solar debido a la duración del día y con distinta intensidad según la inclinación del Sol sobre el horizonte, ya que la luz debe atravesar más o menos atmósfera.

Algunos fenómenos astronómicos que podrán apreciarse este verano serán, por ejemplo, un eclipse total de Luna el 31 de enero, pero que solo será visible en Asia, Australia, el Pacífico y América del Norte, o un eclipse parcial de sol el 15 de febrero y que será visible solo en Argentina, Chile y la Antártida.

El 2 de enero, recién estrenado 2018, tendremos la primera luna llena del nuevo año, pudiéndose ver otras dos superlunas en esta nueva estación que comienza hoy: el 31 de enero y el 2 de marzo.

La Navidad es la principal fiesta tradicional asociada al solsticio de verano, aunque su ambientación dista mucho en las diferentes partes del mundo, ya que en el hemisferio norte se relaciona con la nieve y el frío típicos de la época del tiempo.

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