El testimonio de un testigo directo

“Este libro no deja de ser una manifestación directa y casi personal del rol de testimonio que nuestra organización ejerce, complementario al de la acción médica”. Las palabras de Joan Tubau, director de Médicos Sin Fronteras (MSF) España, en el prólogo de Vidas en conflicto capturan bien el principal valor del nuevo libro de Alfonso Verdú: el testimonio de un testigo. Con una prosa sobria y periodística, pero en absoluto distanciada, el autor despliega un relato de 300 páginas sobre las víctimas y sus verdugos, sobre las responsabilidades propias y ajenas, sobre los infiernos que elegimos ignorar cada mañana. Y por todo eso resulta una lectura sumamente recomendable.

Vidas en conflicto (Editorial Plataforma) está estructurado alrededor de cinco temas (fronteras, desplazados, enfermedades, guerras y actores) y quince países desperdigados por los mapas de África, Oriente Próximo, Asia Central y América Latina. El texto va acompañado de algunas fotografías del maravilloso Juan Carlos Tomasi y otros fotógrafos, aunque el lector se queda con ganas de muchas más que permitan descubrir el mundo del que hablan los relatos.

Cada capítulo –que puede ser leído de forma independiente- constituye una trinchera del trabajo de MSF, pero no todos se sitúan en zonas de conflicto o desastres humanitarios. Me pareció aterradora, por ejemplo, la visita al penal limeño de Lurigancho, un inframundo de castas, abusos y sufrimiento demasiado común en los sistemas penitenciarios de los países pobres. Me interesó enormemente la perspectiva de las “autoridades” en cada uno de los relatos, a veces ausentes, a veces abusivas y casi siempre culpables.

Por encima de cualquier otra cosa, este es un libro sobre las víctimas. Cada capítulo ofrece los elementos imprescindibles de contexto para poder centrarse en los rostros y las historias de los protagonistas. En ocasiones el relato resulta profundamente conmovedor, como en el caso del guatemalteco Ismar, a quien el VIH/SIDA mató menos que los prejuicios de sus conciudadanos y las omisiones de su gobierno.

No busquen en este libro historias edulcoradas o una disección técnica del trabajo humanitario. La presencia de MSF es constante, pero no estorba, porque proporciona al autor los dos elementos determinantes de Vidas en conflicto: el acceso a “las sombras, violencias y abismos” a los que se refiere en su introducción, y la capacidad para observarlos de forma compasiva y comprometida. Solo un profesional como Alfonso Verdú podría haber escrito este libro.

No se lo pierdan. Regálenlo estas Navidades y ofrezcan a familiares y amigos la oportunidad de aprender, conmoverse y poner nuestros dichosos problemas nacionales en su justa perspectiva. Le aseguro que lo agradecerán en lo que vale.