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Mensajes de voz en idioma local para ayudar a los productores de cacao ghaneses

La plataforma Farmerline permite a los pequeños agricultores acceder a información meteorológica y sobre el estado de los mercados en tiempo real

Un agricultor ghanés abre la fruta del cacao para extraer los granos.
Un agricultor ghanés abre la fruta del cacao para extraer los granos. Mikaila Issa
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Es la estación seca en Ghana. Desde Kumasi, el segundo centro de urbano más grande del país y antigua capital comercial, industrial y cultural del Imperio Ashanti, hay que recorrer hacia el noroeste más de 250 kilómetros de camino polvoriento para llegar a Farmerline. Desde Accra, la actual capital ghanesa, se necesitan más de siete horas de carretera hasta alcanzar la sede de esta empresa, donde jóvenes emprendedores viven y trabajan juntos.

La industria de petróleo y gas de Ghana, un país situado en el Golfo de Guinea, está en expansión. Sin embargo, la agricultura todavía es la columna vertebral del crecimiento económico: supone el 22 % del producto interior bruto (PIB) del país y emplea al 42 % de sus trabajadores. Ghana es el segundo productor y exportador mundial de cacao en grano, aunque también procesa parte de su producción que luego despacha en forma de productos acabados y semiacabados a mercados locales e internacionales.

Proporcionamos la información necesaria: dónde obtener fertilizantes, cómo medir su terreno, sistemas para el manejo de su granja...

A pesar de que un pequeño número de grandes agricultores parece dominar el mercado, la mayor parte de la producción de cacao la realizan campesinos en parcelas de menos de tres hectáreas. A finales de los años sesenta, el país perdió su posición como líder en la producción y exportación de cacao frente a Costa de Marfil debido a factores como el envejecimiento de los árboles, las enfermedades epidémicas, el mal tiempo y la falta de acceso de los campesinos a servicios de extensión agraria. Por otra parte, la gran mayoría de los pequeños agricultores cuenta con un bajo nivel de alfabetización, lo que les imposibilita para acceder a información oportuna sobre las previsiones meteorológicas, precios del mercado, nuevas técnicas agrícolas y las finanzas.

En 2013, Alloysius Attah y Emmanuel Owusu Addai, dos geeks orgullosos de haber nacido en Ghana, fundaron Farmerline, la primera start-up de tecnología social que ofrece servicios de mensajería por voz, en idiomas locales, a agricultores con bajos niveles de alfabetización. Tras un programa para formar emprendedores en 2004, Attah decidió dejar de programar como pasatiempo para dedicarse a buscar una solución tecnológica para un problema social específico.

Emmanuel Owusu Addai, director técnico y co-fundador de Famerline.
Emmanuel Owusu Addai, director técnico y co-fundador de Famerline.Mikaila Issa

Los servicios de Farmerline funcionan con Mergdata, un sistema que ofrece mensajería móvil en idiomas locales y una aplicación que permite crear encuestas especializadas en el sector agrícola para recoger datos de campo. "La mensajería de voz es la mejor opción para enviar contenido vivo a los pequeños agricultores analfabetos. Contestando a la llamada, pueden escuchar el mensaje en su propio idioma", explica Owusu Addai, cofinanciador de Farmerline. "Proporcionamos la información necesaria: dónde obtener los fertilizantes, cómo medir el tamaño de su terreno, sistemas para el manejo de su granja, dónde buscar ayuda, etcétera".

Aprovechando el creciente uso de teléfonos móviles por parte de los pequeños agricultores africanos, los fundadores de Farmerline vieron la oportunidad de acabar con esas lagunas de información de los pequeños productores de cacao. Ahora les dan acceso a la información agrícola local. "Les ayudamos a negociar mejor con los comerciantes y a mejorar la periodicidad de la distribución de sus productos en el mercado", explica Attah.

La falta de cobertura y electricidad en las zonas rurales han sido algunos de los mayores escollos

Durante la fase piloto de la plataforma, los principales desafíos fueron la poca cobertura de la señal móvil en el campo y la inestabilidad de la electricidad en las zonas rurales de Ghana. Para superar estos obstáculos y mejorar la calidad de la conectividad, Farmerline creó patrones inteligentes para el envío de los mensajes, aumentando las posibilidades de conexión aun cuando el teléfono del agricultor esté fuera de servicio.

Durante la época de cosecha, todos los miembros de la familia trabajan en las plantaciones de cacao.
Durante la época de cosecha, todos los miembros de la familia trabajan en las plantaciones de cacao.Mikaila Issa

A través de Farmerline, los productores de cacao con bajo nivel de alfabetización pueden recibir en cualquier tipo de teléfono y sin conocimientos técnicos específicos, mensajes de texto o grabaciones de voz en su idioma local. "Los SMS con las alertas de precios, las actualizaciones meteorológicas, el suministro de insumos y el contacto con la red de distribución no son efectivas si el destinatario no puede leerlas", reflexiona Attah. Desde su lanzamiento en 2013, la tecnología móvil de Farmerline ha alcanzado con éxito a más de 500.000 pequeños agricultores en cinco países africanos: Sierra Leona, Camerún, Kenia, Uganda y Ghana.

Juventud empoderada

Ahora, el gran reto del modelo empresarial de Farmerline es que los agricultores paguen directamente a la empresa por el tiempo que estén conectados y que puedan elegir qué servicios necesitan. Gracias a varias subvenciones y a una inversión de 50.000 dólares del fondo Village Capital, Farmerline se mueve para consolidar ese modelo de negocio. "El contacto con los agricultores es crucial para entender qué soluciones pueden ayudarles", afirma Attah, que ejerce de consejero delegado de la empresa.

Empoderar a los jóvenes en la creación de empleo y promover el espíritu empresarial también es parte de la estrategia corporativa. El 60% de los jóvenes africanos trabaja en el sector agrícola. Para 2050, la población mundial proyectada en más 9.200 millones de personas requerirá un aumento de hasta un 70% en la producción de alimentos, según la FAO (agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura). La participación y el empleo de los jóvenes en la agricultura son vitales para afrontar el desafío de la seguridad alimentaria. "Crecimos enfrentándonos a muchos desafíos y somos nosotros quienes debemos crear soluciones para nuestra comunidad", dice Owusu Addai. “Los jóvenes en Ghana han visto cómo los servicios de Farmerline han influido positivamente a los agricultores locales". Intercambiar conocimientos y compartir historias de jóvenes exitosos puede inspirar a las nuevas generaciones a ver en la agricultura una industria rentable y sostenible.

Este reportaje forma parte del proyecto Agritools, apoyado por el Centro Europeo de Periodismo y financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates.

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