Zaragoza no tira comida
La ciudad aragonesa da de comer a 5.000 personas para concienciar contra el despilfarro de comida
Hace cinco años, el 21 de octubre de 2012, desde la Alianza Aragonesa contra la Pobreza dentro de la campaña Pobreza Cero proponíamos sensibilizar sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Zaragoza. Nos planteamos importar desde el Reino Unido una actividad de sensibilización contra el despilfarro de alimentos a la que llamamos Feeding Zgz y preparamos unas 1.000 raciones de comida con alimentos que, estando en buen estado, se expulsaban de los canales comerciales y no llegaban a ser consumidos. Las cifras de las que se hablaban eran escandalosas y la sociedad todavía no era consciente de ello. Tirar a la basura un tercio de lo que se produce es una barbaridad se mire por donde se mire.
Cinco años después, ya no se duda de que esos datos sean reales. Lo que sí crea muchas dudas de interpretación son los diferentes porcentajes de los causantes de este despilfarro. Los agricultores y los consumidores finales somos los principales responsables con un 39 % y un 42 % respectivamente. Mientras, el embudo de la comercialización concentrada (hipermercados, supermercados, grandes distribuidores…) que son los que marcan las reglas de la producción en fechas, tamaños y presentaciones y nos diseñan nuestras listas de la compra salen de rositas con apenas un 5 %. Algo no cuadra en estas cifras.
También son sombrías las consecuencias. ¿Cómo se explica que se produzcan un 60 % más de los alimentos que necesitamos y el 11 % de la población pase hambre? Con estas cifras también es inexplicable que tengamos la sensación de que nos faltan alimentos y se talen bosques y selvas para aumentar la superficie productiva, sometamos a la tierra a una sobreproducción con abonos químicos, selección genética y abundantes usos hidráulicos y transportemos los alimentos de un rincón a otro del planeta.
¿Cómo se explica que se produzcan un 60 % más de los alimentos que necesitamos y el 11 % de la población pase hambre?
Son conocidos y asumidos los datos escandalosos y no son tan claras las causas, ni razonables las consecuencias. ¿Qué se puede hacer? Muchas propuestas han nacido durante estos cinco años en el mundo para luchar contra el despilfarro de alimentos. Un consumidor concienciado es la manera de que día a día vayamos reduciendo estas cifras de escándalo, aunque será su intervención en la parte política la que produciría grandes cambios. La gran batalla del despilfarro será legislativa y de cambio de sistema. Planifiquemos nuestras compras, consumamos productos locales de temporada y ecológicos, organicemos bien nuestras neveras y fijémonos más en su sabor y olor que en su aspecto, pero sobre todo, apostemos por un sistema alimentario más local, más justo y sostenible.
No hay ninguna duda que Zaragoza es la ciudad de referencia en la lucha contra el despilfarro de alimentos a nivel nacional. El 21 de octubre de 2017, cinco años después del Feeding Zgz, desde la Federación Aragonesa de Solidaridad con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza organizamos un evento de sensibilización y denuncia llamado #ZgzNoTiraComida que todavía no se había realizado en España, imitando eventos que se han realizado en otras ciudades del mundo (Londres, París, Dublín, Nueva York o Bruselas) pero con una idiosincrasia totalmente diferente. Se organizó una comida para 5.000 personas con productos en perfecto estado recogidos del campo y de distribuidores que iban a ser desechados por pequeñas taras, por no cumplir estándares de forma y tamaño, o por tener precios tan bajos que no merece la pena recogerlos o venderlos. También se intentó recoger de ciertas superficies de alimentación, pero resultó imposible.
La implicación de pequeños agricultores y distribuidores, de muchas organizaciones y colectivos sociales, de más de 300 voluntarios y del propio Ayuntamiento de Zaragoza permitió que se cocinaran 6.400 raciones. Se expusieron casi 1.000 kilos de frutas y hortalizas sin cocinar y cuando terminó el evento solo quedaban un montón de contenedores de basura orgánica con bandejas y cubiertos reciclables para hacer compost para los jardines y huertos de Zaragoza. Seguro que todo esto ha sido un avance en cientos de conciencias con respecto al despilfarro alimentario, pero si Zaragoza y España quieren seguir en esta lucha es tiempo de que sus gobernantes apuesten decididamente por políticas alimentarias locales y sostenibles.
Amador Sánchez y Sonia Méndez forman parte de la organización del evento #ZgzNoTiraComida, formado por un grupo muy amplio de voluntarios y voluntarias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
- Agenda Post-2015
- Desigualdad económica
- Desigualdad social
- Objetivos Milenio
- Desarrollo humano
- Programas ONU
- Pobreza
- Calidad vida
- ONU
- Bienestar social
- Política social
- Organizaciones internacionales
- Desarrollo sostenible
- Alimentación
- Relaciones exteriores
- Problemas sociales
- Economía
- Industria
- Medio ambiente
- Sociedad
- 3500 millones
- Planeta Futuro
- Blogs