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¿Pero cuántos días lleva sin dormir Puigdemont?

El sueño se ha convertido en la inesperada arma arrojadiza en un debate en el que todas las partes empiezan a dar muestras de fatiga

Guillermo Alonso
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el parlamento catalán el 26 de octubre de 2017.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el parlamento catalán el 26 de octubre de 2017.Cordon Press

En plena crisis del proceso independentista catalán las horas de descanso –tanto de los implicados en lo político como de los meros espectadores– han entrado como arma dialéctica en el debate. "Usted está robando el sueño y la tranquilidad a muchos catalanes", recriminó Inés Arrimadas, de Ciudadanos, a Carles Puigdemont. Albano Dante, de Podem, añadió: "Señora Arrimadas, el 1 de octubre le robaron el sueño a muchos ciudadanos. ¡Yo tampoco duermo!". Alejandro Fernández, portavoz del PP en el Parlament, dijo de Francesc Homs, del PDeCAT: "Necesita descansar para no hacer más el ridículo".

¿Cuánto duermen los protagonistas políticos del procés? De Mariano Rajoy contó Cayetano Martínez de Irujo en el espacio de Antena 3 Espejo Público que dormía "divinamente", citando lo que el propio Rajoy le había desvelado en una cena. "A partir de las ocho y media o nueve yo desconecto y a no ser que pase una cosa muy importante que me tengan que avisar, estoy totalmente tranquilo". Del sueño de Rajoy también habló la empresaria Paloma Tey, esposa de Jorge Moragas, director del Gabinete de la Presidencia de Rajoy: "Mariano duerme tranquilo". El propio Rajoy se pronunció durante la campaña electoral de 2008 en una entrevista a Jordi Evole: afirmó que dormía unas siete horas y media.

"La pérdida de horas de sueño en la Comunidad Europea (no hay datos de España) produce una pérdida de entre el 1 y 2 por ciento del PIB. Desde el punto de vista económico, dormir pocas horas tiene efectos negativos importantes

La pregunta es: ¿cuántos días lleva sin dormir la persona sobre la que están todas las miradas, Carles Puigdemont? El presidente catalán ha abandonado temporalmente su vivienda en Girona, donde reside con su esposa, Marcela Topor, y sus hijas, María y Magali, y lleva más de diez días viviendo en el Palau de la Generalitat. Este lugar tiene una parte destinada a ser residencia de los presidentes de la Generalitat, que sin embargo ninguno habría utilizado de forma constante. 

Su cansancio es patente en las imágenes que aparecen a diario en la prensa, las de un hombre al que toda Europa observa esperando una decisión y que ha tenido que cambiar sus hábitos y lugar de residencia en plena vorágine. No solo forma parte de los intercambios dialécticos en el Parlament, también se disecciona en las redes sociales:

"Existen evidencias y estudios de que la falta de sueño provoca un incremento en el número de errores que se producen en la toma de decisiones", afirma Joaquín Terán Santos, presidente de la SES (Sociedad Española de Sueño). "Además, disminuye la capacidad de alerta y produce modificaciones en el estado de ánimo, con tendencia a la depresión. Romper el sueño tiene un efecto negativo para las funciones cognitivas y cardiovasculares", añade.

Un dato inquietante que aporta el doctor: "La pérdida de horas de sueño en la Comunidad Europea (no hay datos de España) produce una pérdida de entre el 1 y 2 % del PIB. Desde el punto de vista económico, dormir pocas horas tiene efectos negativos importantes". Un dato interesante: las cápsulas para dormir que consumía George Bush padre, Halcion, se convirtieron en un asunto de estado cuando vomitó y se desvaneció durante una cena de estado en Japón o comenzó a cometer fallos durante sus discursos, unos efectos que medios como el New York Times asociaron con el consumo del medicamento.

"Se habla poco de la cara de los políticos", afirma el perito judicial y fisonomista Miguel Gallardo. "En este momento las variaciones de irritabilidad cutánea de Puigdemont son importantes. No solo es que haya cansancio, o que a veces aparezca sin afeitar: es que su cara está deseando evidenciar ciertas cosas. Ayer soportó muchas cosas. Hace falta estar ciego para no ver la piel de Puigdemont: él es un comunicador profesional. Se le nota cuando está disfrutando de la política, pero se le nota también cuando parece arrepentirse de haberse metido en este laberinto. La perspectiva psicosomática de la política actual es muy reveladora y útil en toda negociación de Estado, como bien saben todos los servicios de inteligencia, y no la está interpretando nadie".

En España preferimos afrontarlo con humor. Los espectadores no dejan de hacer chistes sobre las horas en directo que está haciendo el presentador de La Sexta Antonio García Ferreras desde el 1 de octubre (y medios satíricos como El Mundo Today también le han sacado partido).

Habría que preguntarse: ¿alguna vez durmió bien un político? Zapatero afirmó (también a Jordi Évole) dormir unas seis horas, Donald Trump duerme solo cuatro (de una a cinco de la mañana, en concreto). Thatcher también dormía cuatro. Obama siete. Del canciller Schroeder se cuenta que durante la primera legislatura de Aznar llamaba a Jordi Pujol de madrugada para pedirle que intentase convencerle de algunos asuntos que intentaban sacar adelante. Aznar, mientras, dormía.

En todo caso, el doctor Terán Santos indica que "no se puede medir la calidad del sueño por horas. Cada vez tenemos más claro que hay que estudiar otros parámetros, como el tiempo que tarda uno en dormirse, saber el tiempo que permanece despierto durante la noche, la sensación de descanso que tiene al levantarse, cuál es su performance durante el día…". ¿Cuánto necesita dormir, en líneas generales, una persona sana? "Las recomendaciones generales indican unas siete horas por lo menos". Y los datos demuestran que todos los españoles, no los políticos en particular, estamos durmiendo mal: "La media española está unas seis horas 35 minutos. Entre un 30 y 35 por ciento de la población tiene problemas de salud derivados de falta de sueño". 

El pintor y poeta William Blake dio la que es probablemente la clave más interesante: "Piensa por la mañana, actúa por la tarde, come por la noche y duerme de madrugada".

A viernes 27 de octubre, en un pleno del Parlament se está debatiendo la respuesta al 155 de Rajoy a la hora de la siesta. William Blake no lo aprobaría, pero en vida lo llamaban loco. 

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Sobre la firma

Guillermo Alonso
Editor web de ICON. Ha trabajado en Vanity Fair y Telecinco. Ha publicado las novelas ‘Vivan los hombres cabales’ y ‘Muestras privadas de afecto’, el libro de relatos ‘La lengua entre los dientes’ y el ensayo ‘Michael Jackson. Música de luz, vida de sombras’. Su podcast ‘Arsénico Caviar’ ganó el Ondas Global del Podcast 2023 a mejor conversacional.

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