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15 formas en las que el gimnasio le convertirá en alguien más despierto, creativo y relajado Ejercitarse con regularidad ayuda a mantener sanos el cuerpo y la mente. Si pensaba que la actividad física estaba reñida con su altura intelectual, hágaselo mirar No siempre es fácil cumplir los objetivos que nos planteamos todos los primeros de año, de mes o de semana. Pero el deporte puede ayudarnos a mejorar esa fuerza de voluntad y a vencer la pereza. Antonio Hernández Mendo , catedrático en la Universidad de Málaga, experto en psicología del ocio, de la actividad física y del deporte, explica que se ha demostrado que los deportistas de alto rendimiento destacan en las fortalezas que tienen que ver con el logro de objetivos, la energía vital y la consecución de proyectos. “La fuerza de voluntad se mejora, al igual que otras capacidades, con el entrenamiento”. Después de un día duro, tenemos ganas de eliminar preocupaciones en el gimnasio. Esto está directamente relacionado con el término flow o estado de flujo , un concepto acuñado por Mihaly Csikszentmihalyi, profesor de psicología y director del Quality of Life Research Center de Claremont Graduate University, en California (EE UU). Este estado aparece cuando existe un equilibrio entre habilidades y desafíos, que propicia una distorsión en la percepción del tiempo y hace que se olviden los problemas. Tanto los expertos como estudios como este del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) son unánimes: la práctica regular de actividad física es uno de los métodos más efectivos para combatir enfermedades como la depresión. "Sobre todo en los pacientes con niveles leves y moderados, la práctica de ejercicio físico tiene efectos antidepresivos”, señala Carlos Baeza Villarroel, psicólogo clínico y coordinador del equipo de la Clínica de la Ansiedad . "Hacer deporte facilita que muchos de los neurotransmisores que tenemos cambien su concentración en diferentes partes del cerebro", explica Pablo Irimia, vocal de la Sociedad Española de Neurología . Un estudio publicado en Sport Medicine , demuestra que uno de los neurotransmisores que aumentan con la práctica de ejercicio es las betaendorfina, que está directamente relacionada con la moderación o inhibición de la sensación de dolor y con el aumento de la sensación de placer y bienestar. Las emociones como la ira o el estrés están reguladas por el sistema límbico (encargado de liberar endorfinas) por lo que "practicar deporte de forma regular interfiere en el control de emociones negativas, del malestar emocional y ayuda a enfocar y canalizar situaciones límite", afirma María Díaz Aguado, psicóloga de Sanitas . Además, al hacer ejercicio "se produce un incremento de los niveles de noradrenalina, implicada en la respuesta del organismo al estrés", aporta Baeza Villarroel. Una buena forma de despertar el cerebro por la mañana es empezar el día con ejercicio. "La actividad física es estimulante. Al liberarse adrenalina, dopamina y otros neurotransmisores, se genera un efecto excitante”, explica el Irimia. Aunque dicho efecto no sea exactamente el mismo, merece la pena probar a cambiar el café por una buena sesión de cardio. Los cambios físicos que se producen en el cuerpo al practicar deporte "pueden mejorar nuestra imagen corporal y hacer que nos sintamos mejor con nuestro físico. Por otro lado, también puede aumentar el sentimiento de mayor dominio en habilidades y capacidad física", explica Baeza. Y no solo eso, la actividad física regular ayuda a conseguir una realización personal más plena. El experto lo atribuye a que practicar deporte mejora la sensación de fortaleza, de seguridad y de control sobre uno mismo y sobre el medio. "Ayuda a mejorar nuestra sensación de autoeficacia”, concluye. Si lo que buscamos es controlar mejor nuestro tiempo y nuestra vida, el deporte podría ser una solución. Para la psicóloga Díaz, "crear hábitos saludables como caminar, hacer una actividad colectiva o seguir una buena alimentación, ayuda a ser más rigorosos, gestionar mejor el tiempo y en definitiva tener la sensación y percepción de mantener el orden en nuestras vidas". "El deporte ayuda a ser más disciplinado a través del entrenamiento de la perseverancia y del entrenamiento a la frustración", añade Hernández Mendo. El deporte ayuda a mantener una buena salud cardiovascular, lo que a su vez es muy importante para mantener el cerebro sano: "Tanto el infarto cerebral como la hemorragia cerebral están directamente relacionadas con los factores de riesgo vascular”, explica Irimia. También hay estudios que demuestran que la práctica voluntaria de ejercicio incrementa la regeneración de axones en el cerebro: "La actividad física, puede facilitar la aparición de nuevas conexiones neuronales, y cuantas más tengamos entre nuestras neuronas, más sano estará nuestro cerebro y menos probabilidad habrá de desarrollar problemas cognitivos en el futuro. Como mecanismo de prevención de la demencia, la actividad física es una herramienta eficaz”. Uno de las lacras más extendidas en la sociedad podría disminuir si dedicáramos unos minutos al día a realizar algún tipo de actividad física. Así lo afirma Baeza Villarroel: "La investigación sobre la relación entre el ejercicio físico y la ansiedad concluye que la práctica de este puede reducir el nivel de ansiedad estado (experimentada por una situación concreta y limitada) y de la ansiedad rasgo (la ansiedad general vinculada a factores biológicos)". Y añade: "El ejercicio físico no solo sirve para prevenir y reducir las manifestaciones fisiológicas relacionadas con la ansiedad, también para perder el miedo a dichas sensaciones". Si ya ha pasado un tiempo desde la última vez que le visitaron las musas, puede que necesite empezar de nuevo a mover el cuerpo. Ya lo decía Nietzsche: "Los grandes pensamientos aparecen mientras camina", y lo confirma un estudio del Journal of Experimental Psicology . A través de cuatro experimentos, demuestra que caminar de forma regular tiene un efecto inmediato en el pensamiento creativo. "Practicando deporte de manera regular (unas tres veces a la semana), se liberan neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, responsables de la sensación de euforia", señala Hernández Mendo. Además, añade que esta situación provocará un efecto relajante rápido y tendrá beneficios psicológicos en el estado de ánimo. Si le cuesta concentrarse y nota que es poco productivo, puede ser que sea el momento de apuntarse al gimnasio. Un estudio publicado en el Journal of Science and Medicine in Sport , demostró que la práctica de alguna actividad física durante el horario escolar mejoraba la atención y la productividad de un grupo de alumnos daneses. Una de las grandes batallas a las que nos enfrentamos a diario es la de parar un poco el ritmo y disfrutar más del presente. Según la psicóloga María Aguado, "las rutinas y hábitos deportivos nos hacen vivir en el presente y por lo tanto generar objetivos realistas y alcanzables". Algo que a su vez mejorará el bienestar emocional. Y si después de todas estas razones, aún no está del todo convencido, tenga en cuenta que practicar deporte no solo mantiene joven su cuerpo, también su cabeza. Un estudio del Journal of Aging Research señala que la actividad física puede aliviar los síntomas del paso del tiempo tanto física como mentalmente. Según la investigación, es una potente arma no farmacológica para "prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad y las enfermedades neurodegenerativas".