Misteriosos navegantes
El estudio ha datado industrias líticas hace entre 200.000 y 100.000 años en Sulawesi, que está en Wallacea, es decir, en el conjunto de islas (que incluyen también a Flores y Timor, entre otras) que están más allá de la plataforma continental de la Sonda (con islas como Borneo, Java, etc., y faunas de mamíferos placentados) y más acá de la plataforma del Sahul (Australia y Nueva Guinea con faunas exclusivamente de mamíferos marsupiales y monotremas, más murciélagos).
A Sulawesi, como a las otras islas de Wallacea, solo se puede ir por mar, incluso cuando el nivel del mar descendía más de cien metros durante las glaciaciones y las islas de las dos plataformas continentales eran accesibles por tierra. Eso quiere decir que hubo navegantes, accidentales o deliberados, que llegaron a Sulawesi hace más de 100.000 años. En esa época ya existía nuestra especie, el Homo sapiens, pero no se tiene noticia de que hubiera llegado tan lejos desde su centro de origen africano. Así que es posible que no fueran individuos de nuestra especie, sino parientes del famoso Hombre de Flores o "hobbit" de la vecina isla de Flores. Lo que añade más misterio a la historia del Hombre de Flores, ya de por sí fascinante.
Estas islas de Wallacea son cajas de sorpresa, de enorme interés biogeográfico. El nombre les viene de Alfred Russel Wallace, el padre de la biogeografía y codescubridor con Darwin de la teoría de la evolución por selección natural. Si las Galápagos han sido calificadas de "laboratorios de la evolución", las de Wallacea pueden ser llamadas "laboratorios de la biogeografía". En el fondo es la misma cosa, evolución y biogeografía, para los animales y para los humanos.
Juan Luis Arsuaga es codirector de Atapuerca
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