SOS alimentación
Desde la OMS nos informan de que las carnes procesadas son cancerígenas y sus efectos nocivos comparables a los del tabaco o el amianto. El sector cárnico, como no podía ser de otro modo, rechaza estos términos y pide precaución. Esta información puede provocar mucho daño al sector ganadero y a la industria agroalimentaria, porque el miedo es libre y muchas personas, temerosas de poder contraer una enfermedad tan grave, pueden dejar de consumir este tipo de carnes, con el consiguiente perjuicio para el sector. Habría que analizar la situación con todo el rigor científico que requiere y tratar de tranquilizar a la población clarificando un asunto tan delicado como este.— Beatriz García Corral.
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