Aclaración justa y necesaria
En este país basta con que se haga una crítica contra el nacionalismo catalán para que automáticamente el bando nacionalista español te intente abducir
Leo el artículo de Javier Cercas titulado El francotirador y Manolo el del Bombo (30-3-2014) y siento cuán necesarias son sus aclaraciones. En este país basta con que se haga una crítica contra el nacionalismo catalán para que automáticamente el bando nacionalista español te intente abducir. No está de más aclarar que si uno abomina del primero, no abomina menos del segundo y de la torpeza con la que está afrontando todo este asunto. Yo misma he sido testigo de cómo algún famoso locutor de radio de reconocido sentimiento nacionalista español ha intentado en su programa arrimar el ascua de Cercas a su sardina aprovechando los artículos críticos del escritor contra el nacionalismo catalán. Por eso la aclaración de Cercas era justa y necesaria, porque además su postura es compartida por muchas personas, entre las que me encuentro. Por eso, Javier, muchas gracias por expresar con claridad meridiana que si no nos gustan los unos, todavía menos nos gustan los otros, y que para sus miserables guerrillas anticatalanas no cuenten con nosotros.
Ser buena es suficiente
Por Georgia Ribes Zankl, (Berlín)
Vivo en una zona de Berlín en la que ser madre perfecta es bastante importante. O al menos esa es la sensación que uno tiene cuando conversa con las madres en parques infantiles, tiendas bio y cafés para niños. Tengo que decir que algunas de estas madres perfectas han perdido el sentido de la realidad (una vez, en un parque, una madre me dijo que hiciese el favor de esconder los zumos que estaban bebiendo mis hijos –no debían de ser lo suficientemente bio– para que el suyo no los viese). Las pistolas de juguete o espadas directamente no se llevan al parque o no se tienen. Quiero decir: convivo con la presión que es tener que ser una madre perfecta.
Y a pesar de ello nunca me adscribiré a ningún club de malas madres (artículo Las malas madres se reivindican, 23-3-2014). De vez en cuando me encuentro en mi trabajo con hijos de malas madres. Malas madres porque, por ejemplo, al nacer sus hijos se les fue la cabeza y fueron incapaces de aceptar y querer a sus vástagos. Es decir, he visto las consecuencias que una mala madre tiene para un hijo. Por eso el club de las malas madres me parece una frivolidad, además de una solución radical.
Y es que, hoy día, el ideal de perfección no se encuentra solo en el ámbito de la maternidad. También con respecto al físico a las mujeres se nos exige lo imposible, y, sin embargo, la mayoría preferimos arreglarnos, algunas incluso echar mano de soluciones más radicales, antes de fundar el club de las feas, o de las viejas. Esto sí que sería un tabú en nuestra sociedad narcisista.
No me gusta el nombre del club porque me da la sensación de que aquí todo vale, y además, cuanto peor sea el comportamiento de las malas madres, más risa nos dará. Y es que si bien es cierto que a esas madres-policía insatisfechas no tenemos que demostrarles nada, tampoco lo es menos que a nuestros hijos los trajimos voluntariamente al mundo. Y les debemos algo más que esta actitud derrotista. ¿Por qué no conformarnos con ser madres suficientemente buenas?
Los padres invisibles
Por Ana Tarazona Sanz, (correo electrónico)
En relación con el artículo Las malas madres se reivindican, no entiendo por qué las mujeres asumen como propia y exclusiva una responsabilidad que es compartida. Tener un hijo es una opción de dos personas, y lo que este artículo evidencia es que la parte masculina no se compromete con tiempo y dedicación como la otra. Que la respuesta femenina a esta situación sea que son ellas las que no lo hacen bien es espeluznante. O no quieren reconocer que sus parejas son muy irresponsables en esa tarea, o quieren protagonizar en exceso la crianza de sus hijos.
Se ven contagiadas por la aceptación general de la sociedad de que los hombres solo deben desarrollar plenamente su parcela profesional y que en la otra simplemente se les agradece su colaboración.
No hay quien le pregunte a un cargo político o empresarial cómo concilia su vida profesional con la dedicación a sus hijos más pequeños. Nadie quiere evidenciar que en sus agendas no se contempla este apartado. Que un Especial Niños de esta revista solo considere la responsabilidad femenina es un ejemplo. Si hasta las propias mujeres lo quieren encubrir y ocultar, deben asumir que son una parte del problema y que les resulta más cómodo no pelear por una corresponsabilidad.
La débil mayoría
Por Gaspar García Fernández, (Madrid)
Al ver la imagen titulada El cazador de osos, solo el magnífico texto de Juan José Millás (23-3-2014) aplaca la repugnancia. Desmanes financieros de señores depredadores como Blesa son los que producen que la austeridad la sufran solo las clases media y baja. Cual si la corrupción y el despilfarro existiesen por culpa de la sociedad civil, el poder económico y político condena a ser débil a la gran mayoría ciudadana. Así, aunque parezca imposible, la ciudadanía ha de rehacer la democracia antes de que los votados gobernantes y su mentiroso triunfo sobre la crisis consumen el desmantelamiento socioeconómico estatal muñido por los nunca votados señores del dinero como Blesa. Por tanto, hay que empezar a construir un mejor todo de la compleja y plural España y de la Unión Europea entre iguales. Haya sentido común para reemprender un Estado social equitativo, digno y perdurable: fiarlo a los gobernantes que se valen de depredadores como Blesa está claro qué aporta.
¡Grande Núria Espert!
Por Carmen Villar, (Barcelona)
Al observar su imagen serena, adviertes ese degustar de la vida, sorbito a sorbito, a modo de caldo añejo. ¡Maravillosa fórmula! ¡Qué añadir de tan superlativa dama de la escena española e internacional que no se haya pormenorizado en ese Cara y cruz (30-3-2014) magistralmente realizado! Yo creo que Núria Espert, ese prodigio de actriz visceral –a la par que directora teatral–, se debe al amor delirante que profesa al escenario. La fuerza y la pasión con las que se cuela en la piel de los personajes son proverbiales. Un volcán en erupción, que traspasa más allá del patio de butacas, dejándote –literalmente– sin aliento. Son tantísimas las obras que la han catapultado a la fama… Celebro enormemente la espléndida forma física e intelectual en las que este pedazo de actriz se mantiene. ¿Se han percatado de la agilidad gracias a la cual está acomodada en el disfrute de un texto? En cuanto a su sagacidad, ante la realidad de este país corrupto, brilla con luz propia: “Al lado de lo que ocurre en este país, se me ocurre que Al Capone parece un muchachito que se ha llevado dos duros”. ¡Sencillamente genial; lo ha bordado! ¡Vamos a proseguir –por mucho tiempo– deleitándonos de la vehemencia y excelencia interpretativa de esa gran dama de la escena! ¡Gracias, Núria Espert, es un auténtico privilegio!
Directo al problema
Por Andrés Noguera Romero, (Córdoba)
Impresionante. Así es como catalogo el artículo escrito por Millás en el El País Semanal sobre José Mujica (23-3-2014), que no es otra persona distinta a cualquiera de nosotros por el mero hecho de ser presidente de un país. Le doy las gracias como lector fiel de este periódico. Siempre va directo al problema y no escatima la verdad. Sus fotos muchas veces se pintan de verde profundo en el dato y en la cicatriz. Gracias, compañero, por ser.
No mentir jamás
Por Mª Ángeles Moreno, (Campo de Criptana, Ciudad Real)
Me quedo con la boca abierta hacia don Javier Marías por su artículo Juro no decir nunca la verdad (9-2-2014). Me preguntaba, según iba avanzando en su lectura: ¿es posible que se pueda hacer mejor fotografía del Gobierno que en la actualidad nos administra? Además, le felicito por su sencillez, claridad y naturalidad, que facilitan el más amplio entendimiento por parte del lector. ¡No se vaya, por favor! Siga deleitándonos con sus artículos. ¡Qué bueno sería que todos siguiésemos la promesa de su padre a propósito de no mentir jamás!
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