Lenguaje de trileros
Se dice que se “externaliza” la gestión de un servicio público, pero lo que en realidad significa es que se privatiza ese servicio.
Se dice que se establecen “copagos” de medicinas para ahorrar, pero lo que sucede realmente es que se obliga a pagar, otra vez, lo que ya se ha pagado con los impuestos.
Dicen que “revalorizan” las pensiones, pero lo que ocurre realmente es que la subida está muy por debajo del IPC, por lo que se pierde valor adquisitivo, o lo que es lo mismo, las pensiones, en realidad, bajan.
Aducen que los recortes, a los que ellos llaman “reformas”, son en bien de la economía. Y sí, es en bien de la economía de los más ricos y en perjuicio de todos los demás.
Se habla de “movilidad exterior” y de “afán aventurero” de nuestros jóvenes y es, simple y llanamente, emigración de los ciudadanos que no encuentra trabajo y se ven obligados a abandonar sus casas y sus familias para tratar de vivir dignamente.
Nos dicen que los sueldos no bajan, que “suben moderadamente”, y los trabajadores ven como cada vez trabajan más y cobran menos, justo como quería el ahora encarcelado Díaz Ferrán.
Hacen una Ley de Seguridad Ciudadana para “garantizar que podamos manifestarnos” y, en realidad, se trata de emplear medidas y métodos más represivos, con multas delirantes y cañones de agua a presión, en un país donde la conflictividad es mínima y donde la propia policía dice que esa ley es innecesaria.
El presidente dice que lo de Génova, 13 no es un registro (14 horas, nada menos), sino una colaboración con la justicia.
A ver si este no es un lenguaje de trileros.— Ángel Villegas Bravo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.